/Counting on you/ BTS FEM-AU

dos

Tú eres a quien le doy mi corazón, pero tengo que ser la única en el tuyo

      La historia de amor de Jimin y Yoonji era especial.

A lo largo de su formación escolar, ambas chicas habían estado compartiendo escuela, pero jamás el mismo salón, mucho menos el mismo grupo de amistad. Jimin veía de lejos a la chica de cabellera negra como la mejor jugadora del equipo de básquetbol, a Yoonji siempre ignoro a todo aquel que no fuera su amigo o que se acercara.

Cuando Jeongsuk les conoció, ya eran novias, tenían una relación de meses que la chica llegó a dudar, pensó realmente que le estaban tomando el cabello debido a cómo interactuaban, pero más tarde que temprano comprendió qué era lo maravilloso de su noviazgo.

La encantadora y divertida Jimin conoció a Jeongsuk en el taller de canto, la chica de un grado mayor siempre fue amable y le brindo tanta confianza que la pelinegra no tardó en bromear con ella, uniéndola también a su pequeño grupito, por consiguiente Yoonji también empezó a juntarse con ellas.

Recuerda que tuvieron que pasar varias cosas para que finalmente les creyera que eran novias, algo que se recriminaba a veces porque luego de saberlo, empezó a captar millones de señales que gritaban cuánto se adoraban esas dos, acciones que se dedicaban demostrando así cuando se amaban. Por ello también sentía la necesidad de recurrir a ellas. Yoonji y Jimin también podían ayudarle.

—Omma —Jeongsuk marcó el número de su madre, esperando solo un par de segundos para contestar y preguntarle con el tono de voz más dulce que pudo—, ¿Puedo ir a casa de Jimin unnie?

Escuchó del otro lado a su madre bufar, quizás estaba ocupada —¿A qué?

Ya no podía poner de excusa que tenían un trabajo juntas, por lo que buscó inventarse otra mentira —Prometió ayudarme a estudiar, y hoy puede.

—¿Desde cuándo aceptas ayudar para estudiar? —pudo escuchar a su madre resoplar nuevamente, por lo que pudo tener la imagen mental de la misma rodando los ojos y haciendo ese sonido con la boca. No le creía— Bueno, ve, porque no te dejé comida hecha hoy y tu hermana iba a salir con su novio, ¿Ya sabe la madre de Jimin que vas a ir?

—Sí, omma. —otra pequeña mentira, pero su madre la creyó, pues se despidió rápidamente pidiendo que tuviera cuidado y que no tardara en volver a casa. Así fue como, con una sonrisa de victoria, Jeongsuk dejó su escuela para encaminarse a la casa de su unnie.

La adolescente olvido un pequeñísimo detalle, el horario de su unnie. La chica salía de su escuela dos horas después de cuando Jeongsuk salía, así que luego de saludar a los padres de Jimin, le permitieron esperarla dentro de su habitación. Igual, no era la primera vez que iba, tampoco que esperaba en su habitación.

     —¡Jeongsukkie! —se escuchó apenas la puerta fue abierta. La nombrada levantó su cabeza dejando el ordenador de su amiga para recibir un abrazo, y poco después, un golpe en la cabeza. Cada uno dados por diferente chica.