Deva

El anterior

Hace 500 años, en una cueva oscura y muy oculta, ubicada en Israel. Damián se encontraba atado de manos en el suelo con una ropa sucia y andrajosa, mientras se desangraba por severas heridas.

- Muy bien Damián, entonces como castigo por tus crímenes, yo, Aurora Delle Fiamme, te otorgó la maldición del inmortal - Dice mientras lo señala con sus manos están envueltas en llamas moradas.

- ¡Maldita bruja! ¡Ni se te ocurra acercarte a mí con esas asquerosas manos! ¡Alejate de mí! ¡DIOS! ¡POR FAVOR! ¡SÁCAME DE AQUÍ! - Grita con desespero mientras caen lágrimas de sus ojos sin cesar; pateaba desesperadamente para que aquella bruja no sé le acercara.

- Quédate quieto - Le toma su cara inmovilizandolo, y grita "E ora sei l'angelo della morte"
Después de esas palabras, Damián empieza a convulsionar, botando espuma por la boca, mientras sus ojos y cabello cambiaban de color. Todo su cuerpo se envolvía en llamas y lo hacían agonizar del dolor.

- Ahora, eres el nuevo ángel de la muerte, Damián, siéntete feliz por tú inmortalidad.

Tras esas palabras, Damián sucumbió ante el dolor, cayendo inconsciente por varios días.

Presente, 8:30am.

- Entonces, Lobu. ¿Estás seguro de negarte a esto? - Dice Damián lanzándose a la cama de Lobu para estar cómodo.

- ¡Párate de ahí! ¡Estás demente! - Saca su teléfono mientras marca al 911.

- Mala idea niño.

Tras esas palabras, en un abrir y cerrar de ojos, Damián se encontraba al lado de Lobu con su teléfono. El movimiento de Damián fue tan veloz que Lobu si quiera alcanzó a evitarlo, solo se quedó paralizado por lo que ocurrió.

- Aló, Se ha contactado con el 911. Por favor, dígame cuál es su emergencia - Dice una chica en la otra línea.

- ¿Aló? Ah sí. Mi hermano acaba de caer inconsciente tras una fuerte caída, por favor traigan una ambulancia.

- Inmediatamente señor, ya triángulos su ubicación, estaremos ahí enseguida.

- Muchas gracias - Cuelga la llamada.
Tras colgar la llamada, Damián mira sobre su hombro a Lobu con los ojos completamente negros y una sonrisa sádica y le dice entre dientes.

- No debemos desperdiciar la llamada a la ambulancia...

En el centro de la ciudad, la zona más transitada de todo el lugar por su increíble variedad de locales, tiendas, etc. Donde podías encontrar cada cosa que necesitaras sin caminar mucho.

Justo ahí se encontraba el hospital más grande e importante de la ciudad. En él, en una de las habitaciones más grandes, se encontraba Lobu con una severa herida en la cabeza, y tres costillas astilladas. Estaba inconsciente, mientras lo estaba, balbuceaba palabras de dolor, odio, miedo.

Cuando de la nada despierta con una fuerte exhalación, mira a los lados desesperado gritando y preguntándose dónde estaba. Al lado de su cama se encontraba Damián dormido en una silla con una historieta Playboy en su cara. Lobu asustado intenta pararse rápidamente de su cama y empieza a caminar por todo el hospital; para sorpresa de él, estaba completamente vacío. Sus gritos pidiendo ayuda solo retumbaban en las paredes haciendo eco.

Cuando al fin logra ver la salida, empieza a correr aún más rápido, con cada paso que daba sus heridas internas le hacían más daño; derramaba sangre por su boca pero eso no lo detuvo. Y al llegar a la puerta escucha justo detrás de él.

- ¿Creíste que te ibas a escapar tan fácil, niño?