EL MUNDO DE ASMODEUS {PRÍNCIPE DE LOS GAYS}
Bajo el Mundo de Asmodeo.
Aparición del Duende verde.
Una calurosa brisa de Veráno, junto al palmar de la Costa Comarcal, Sebastián Lopéz jugueteaba con su balón de fútbol, de izquierda a derecha, golpeaba la bola, y de un puntapié este tomo vuelo, con su imaginación, recorrio la playa y su camino de arena blanca, las olas se elevaban chocando con el rompe olas, Sebas meditó quiero correr y llegar mas allá del acantilado, se que puedo y regresaré en un santi- amen. Las olas sobre la arena formaban espúmas de aire, burbujas de ensueños, en trote acelerado Sebas inicia su carrera que como potrillo desbocado pisando la húmeda arena, tan solo tocando su fria agua salada, la Mar le canto y en su letra musical le elevo y en su prisa no presencio la caida de la bruma, que con la noche cubria la extensa playa, algo le observaba era el duende verde de la Montaña, que bajaba deslizandose bajo la sombras de la noche, traía consigo los néctares de los lirios silvestre, la esencia del pino de la Montaña, descéndia con la espúma del móho de las laderas del Río Cricamola le servia como carruaje, era la busqueda del duende, que dias anteriores habia babiado los sonrosados labios de Sebas, que aún a sus nueve años no se habia desarrollado. Agitado y sin perder el ánimo sebastian, sintió la presencia del duende que oculto junto los arbústos de magnolias y petunias, camuflado pasaba desapercibido en el mundo fisico. Los manglares esmeraldas, color verde tierno, como verde la montaña era el cambio simbiótico para desaparecer de los ojos humanos. Entre mezclado con la zarza de espinos, frutillas de frambuesas, salpicaduras en formas circulares como manchas de viruela, le cubría el horrible semi-rostro del duende verde.
No me detendre, aumentaré la velocidad, el duende le espera en el borde del acantilado, pero Sebas lo ignora, más el grotesco duende cual bufón y burlón, no desiste de su persecución, era como un imán una fuerza sobrenatural, que jalaba a sebas y lo hacia caer sobre la playa de bruces. Deseando tener alas y elevarse hasta el contorno del cielo,. y tocar una estrella, y pedir auxilio a la Luna, solo siente que algo, alguién le enreda los pies y cayendo sobre su pecho, una lágrima asoma su mejía. su impotencia para luchar con tan perverso duende verde que bajo con la corriente del afluente Río Changuinola.
Luna Nueva, Luna llena, traes contigo de nuevo el olor a duende, el destetable aróma a húmo de hojas secas, olor a orín, a caucho quemado, a sillón enmohécido y cartón viejo y rancío. Los dias han volado y los meses entremecen y de nuevo un día más junto al Palmar. No se quién es mí papá no se porqué mamá no quiere decirme, Quién es mi Padre?... Sebas con tán solo 12 años, correr con las olas de la Costa, lugar que le hacia compañia en su soledad, cuando el hambre le golpeaba el estómago y en su angustia le provocaba naúseas, una ansia de correr y correr y desear atrapar la brisa de la Mar. Galopar como un corcel y saltar las montañas y dejarse caer de cansancio y dormitar, sobre la húmeda arena, cual telón pareciese una sabana blanca, un prado blanco de Amapolas, almohadones de algodón, flotar en el aire, como aquel balón que volaba con el oleaje del rómpe olas.
Cansado, cansancio sopor, sueño una conjugación de sentimientos, y el sofoco del calor del ocaso soláno, sudor a sal. sudor ácido, sudor a pubertad, olor a aroma sexual, el despertar de la líbido en el pronto adolescente Sebas, sentía que su cuerpo se agigantaba y que algo ruboroso recorria todo su ser, todo su cuerpo, era el proceso biólogico del desarrollo, de niño a hombre, de puber a un jovénzuelo, correré meditaba en diálogo febril, debo llegar hasta el borde del acantilado, y regresar, claro que puedo tengo las agallas soy hombre, le ganaré a la brisa, y al tiempo le doblegaré, antes que anochesca y la Luna salga y muestre las estrellas nocturnales, iré y regresaré.
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EL MUNDO DE ASMODEO
ParanormalLa playa blanca como blanca mi inocencia, miraba hacia la profunda Mar. Siluetas de colores, el azul cielo, el verde oscuro de la Montaña. Olor salitre de la arena húmeda. Mi balón de fútbol, el ímpetu de correr y recorrer arena, sal y Mar. Bailar e...