summer;04

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[Capítulo 4]

POV Mar .

Caminaba por los puestos junto a Simón, Luciana había decidido ir por su lado, sola, y luego nos encontraríamos junto a un carrito de algodón de azúcar,  al que nos dirijiamos en este momento.

—¿estas a falta de amor? —me burle de el —

Negó riendo pero levanto sus hombros.

—no, es que nesecito atención —se excusó —estas todo el tiempo encima de Ignacio, y lo entiendo, es tu mejor amigo, pero yo te conozco desde hace más tiempo e incluso yo te lo presente.

Me parecía tierno el echo que quisiera pasar más tiempo con migo, cuando tenía catorce y venía al hotel con mi madre, solía jugar con Simón constante, éramos como un maldito chicle, a donde iba uno el otro también iba.

—admito que eh descuidado nuestra amistad, y te pido perdón —hable sincera —prometo romperte las bolas de nuevo, como lo hacia antes.

—¡corre Perra!, ¡corre! —actuó alejarse de mi imitando el guión de una película —

Esto era lo que me agradaba del Colorado, se cree Peter Pan con su inmadurez mental, pero yo también tenía la mía.

—¡acá están! —hablo frustrada la rubia que comía un algodón de azúcar —los estube esperando como hace diez años.

—es que a Mar le pintó hacernos retratar por un pintor —le enseñó la hoja con nuestras caras dibujadas —

Ella asintió mientras yo le robaba un pedazo de su algodón de azúcar.

Entre las carpas  de artesanías  llegaban Ignacio y Valentín hablando entre ellos.

—¡miren lo que compré! —nos grito Valentín mostrando una pequeña caja con seis latitas de cerveza artesanal —

—¡che!,¿se apuran? —dijo Simón apurando a los dos chicos —

Estos dos apuraron el paso hasta llegar a nosotros.

Volvimos al hotel caminando entre charlas, haríamos algo de comer o volveríamos a acudir a pedidos ya.

En lo que esperábamos el elevador valentin y simon se acercaron nuevamente al chico de la recepción, que al ver a los dos abrió sus ojos como platos, yo en su lugar hubiera echo lo mismo, después de como lo había tratado Simón ayer.

—dice que la pile esta abierta de nueve a veintidós —habló el colorado con sus nuevos lentes oscuros de sol —

Habíamos pensado meternos en la gran piscina que tenía el hotel, despues de todo hacia vastante calor.

Las puertas del elevador se abrieron y por ellas entraron Ignacio, Luciana, Simón y por última yo, los cuatro miramos al rubio esperando que entrará pero se negó.

—no pienso volver a subir a esa mierda —hablo apuntando a donde nos encontrábamos los cuatro —voy a subir las escaleras.

Sin más las puertas se cerraron y perdimos contacto con Valentín,  en cuestión de segundos estubimos en el pasillo más alto del edifico.

Caminamos hasta la puerta y con la tarjeta de Simón habrímos la puerta, la cerramos detrás nuestro, Valentín tenía para unos minutos.

Ignacio y Simón se tiraron en los sillones de la sala mientras prendian la tele y buscaban un partido de la Liga española.

—Mar, tenemos unos fideos y hay salsa de tomate —grito  desde la cocina Luciana—

Camine hasta la pieza en la que se encontraba la rubia, haríamos de cocinar.

—si no esta la carne, pero creo que los chicos querían hacer un asado el domingo —me explicó mientras dejaba la bolsa de fideos sobre la mesada—

—bueno, hagamos los fideos.

No había mucha ciencia, sólo dejamos hervir el agua y metimos los tallarines en ella, la salsa era en caja por lo que sólo se calentaba, para mi paladar las salsas en caja era lo peor que había, pero ahora se comía lo que había.

Valentín ya había llegado y se encontraba junto  a los otros tres hombres en la sala.

—¡pongan la mesa! —les grito Luciana —¡wachos muevan el orto!

Saque los fideos del agua sin quemarme con el vapor, un logro para mi, siempre me quemaba.

Puse los tallarines en una bandeja de paredes altas y Luciana se encargó de tirarle por encima la salsa y un poco de queso.

Cuando volvimos al comedor los tres hombres ponianan la mesa mientras cada tanto se distraian con la tele.

—¡cómo te vas a comer eso!,¿¡lo viste!? —le preguntó Ignacio a Valentín mientras señalaba con un vaso en su mano la tele —

—si culiado.

Son hombres.

Deje los tallarines en la mesa y me sente junto a Ignacio,  que hace pocos segundos lo había echo.

—tengo una lija —hablo Valentín tocando su pansa —

Las latitas de cerveza se encontraban frente a cada plato, había quedado sólo una y habían decidido dejarla para después.

Luciana sirvió en cada plato los tallarines mientras en sonido de las latitas abrirse era lo único que se escuchaba sin contar la televisión.

Comimos viendo el partido del Juventus vs el Real Madrid.

Terminamos de comer y los chicos se ocuparon de levantar la mesa y lavar los platos, en lo que Luciana y yo aprovechamos a ponernos los trajes de baños.

—no sabes, Patricia esta en Estados Unidos —me contó la rubia mientras las dos nos dábamos las espaldas —se sacó una foto con Ross Lynch.

Termine de atar la parte superior de la bickini  y me voltee sorprendida.

—¿enserio? —ella asintió —la hija de puta tiene una suerte.

Se dio vuelta para mirarme mientras reía y me daba la razón.

—si conoce a Colé Sprouse antes que yo juro que lloro —le admiti —

Me termin de poner un remeron sobre el traje de baño y salimos las dos juntas, los chicos seguían en la cocina, supuse.

Luciana se quedó en la sala mientras ponía el Disney Chanel para empezar a ver Jessi, se sabía los programas de memoria pero  aun los veía con el mismo interés, como su fuera la primera vez.

Fui hasta la cocina, pero ahí sólo se encontraba Ignacio lavando los últimos platos, no se percató de mi precensia por lo cual pude admira lo de espaldas con una gran vista de su culo.

Camine hasta el llamando  su atencion, me miro veloz mente con una sonrisa y volvió a lo suyo, pase mis brazos por su cintura para poder abrazarlo y dejar reposar mi cabeza en su espalda.

—Nacho faltas vos, apúrale  —interrumpió Simón —

El morocho asintió con su cabeza y siguió lavando los platos.

Simón abrió la heladera y de ella sacó la última lata de cerveza que quedaba, la abrío y salió de la cocina.

Summer; EckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora