Sonic intenta navegar por las complejidades de la vida en la Tierra con sus nuevos mejores amigos, un humano llamado Tom Wachowski y una (animal) llamada (T/N). Pronto deben unir fuerzas para evitar que el malvado Dr. Robotnik capture a Sonic y use...
Desde que (T/N) se transportó a Green Hills, tuvo que sobrevivir en una casa de árbol hecha por si misma a lo largo de los años. Tenía que robar de las tiendas para comer, ya que en el bosque en el que vivía no había bayas, como si alguien los estuviera comiendo. A veces veía cómo traspasaba algo azul, como una ráfaga veloz.
Su casa de árbol era pequeña, pero acogedora. Estaba escondida entre las hojas y ramas, adentro había algunas cobijas para simular una cama, un pedazo de tronco esculpido en forma de buró. Tenía pasta dental que robó de los humanos, dos cepillos, uno de dientes y otro para cepillar su cabello (color), también algunos objetos que recolectó para divertirse.
Pero aún así, han pasado 10 años desde que quedó atrapada en ese lugar misterioso llamado Tierra, y lo único que deseaba en ese momento era volver a casa, volver con su madre.
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En una carretera de Green Hills, estaba estacionado un carro con un policía adentro, ese policía era Tom Wachowski.
Tenía un prototipo para identificar la velocidad de un móvil, o persona, pero este adulto lo utilizaba como juguete contra una tortuga.
－¡Hey amigo! ¿por qué la prisa? ¡Por aquí viven niños!－ Sonrió burlesco ante su broma, acomodándose en su asiento. De repente, una ráfaga azul pasó por el carro de Tom, indicando que su velocidad era de 296 millas por hora.
－¿Pero qué...?－ Sin darse cuenta, un erizo azul miraba su velocidad desde la ventana trasera, fue a dar otra corrida para mejorar su velocidad.
Volvió a pasar y esta vez su velocidad marcó 300. Celebraba por si mismo de manera infantil.
El policía salió a investigar afuera y ver que es lo que había pasado. No encontró nada hasta que pasó por el largo césped, donde encontró una púa azul que salían rayos de esta.
A Tom le avisaron sobre un tiroteo cerca de donde estaba, aunque solo fue una mala broma, subió a su auto y se marcho de ahí. La misma tortuga de antes andaba caminando a su velocidad, un carro iba pasando y antes de atropellarlo, el mismo erizo apareció a rescatarlo.
Sostuvo la tortuga en sus manos mientras la miraba, －Oye amigo, estuviste a punto de que te mataran, ¿qué eres, adicto a la adrenalina?－ Cuestionó el erizo parlanchín, una sonrisa boba en sus labios, para después tornarse en una mueca.
－Debe ser difícil ser lento siempre.－ Aún así, una idea le vino a su mente, －¿Pero sabes qué? ¡Hoy es tu día de suerte!－
En un nuevo escenario, Sonic llevaba a la tortuga en manos mientras corría con su super velocidad, una sonrisa en sus labios al ver que la tortuga estaba disfrutando del momento, －¡¿Alguna vez te habías sentido tan vivo?!－ Preguntó, elevando a la pequeña tortuga en una sola mano, －¡Sigue así lo haces de maravilla!－
La tortuga se le salió de las manos sin notarlo, hasta que dejó de sentir el peso en su mano. Con un chillido, el oji-verde rápidamente fue por el animal, afortunadamente se encontraba sano y a salvo, －¡Buena recuperación!－
Después de eso, el erizo azul dejó a la tortuga en un bosque cerca de donde él vivía, el pobre animal temblaba de tanta velocidad, －Que este sea un secreto entre nosotros, ¿sí? Nunca me viste, nunca estuve aquí~－ Y como el polvo, se fue corriendo hacia su cueva.
Al llegar, empezó a hacer todo tipo de tonterías por su hogar, desde cantar con su cepillo, hasta jugar a la cuerda consigo mismo.
Cuando jugó ping-pong consigo mismo, la pelota rebotó fuera de la mesa y chocó contra la bolsa de anillos, provocando que todos los anillos dorados salieran dispersados al suelo.
－¡Ay no!－
El erizo recogió uno por uno, guardandolos con cuidado en su bolsa para procurar que estuvieran a salvo. Dejó la bolsa a lado y sacó un mapa que traía consigo, el cual mostraba varios planetas del universo, algunos de ellos marcados con X.
El siguiente planeta al que debía ir era el Planeta Hongo, algo asqueroso a su parecer. Solo para revisar, Sonic usó uno de los anillos para observar el lugar, y sí, era horrible.
－Los odio muchísimo...－
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Una joven caminaba cerca de un puesto de uvas, mirándolo de reojo para ver su oportunidad. Esta peculiar chica llevaba un suéter negro (grande) que cubría sus partes más notables, junto a unos (tipo de zapatos) que cubrían sus (garras/patitas/pezuñas/etc.).
Cuando llegó enfrente del puesto, pudo notar cómo el señor estaba adentro de su casa llevando algunas cosas. La joven no desperdició el tiempo y aprovechó la oportunidad.
Claro, ella no era fanática de robar, pero si era necesario para sobrevivir, lo haría. Metió las uvas necesarias adentro de su suéter para que no se notara. Pero como dicen, todo acto conlleva una consecuencia.
El señor, dueño del puesto, atrapó a la chica agarrandola de su capucha, y con firmeza, preguntó: －¿Serías tan amable de devolverme mis uvas?－ La chica lo miró con ojos tristes, pero falsos.
－¿Entonces quieres que muera de hambre? Eso es muy malo de su parte, c-creo que voy a... ¡Waaaah!－ La chica soltó un grito, empezando a llorar falsamente y atrayendo la atención de la gente. Varias personas dirigieron su mirada ante aquella escena, avergonzando al señor.
El señor se encogió de hombros y miró enojado a la chica, －Serás una plaga- ¡oye!－ La chica le escupió en la cara y salió de su agarre, empezando a correr como si su vida dependiera de ello. Logró escapar del lugar, sonriendo victoriosa. Llegó a su casa del árbol, se acomodó en su hamaca (que robó) y quitó la capucha de su cabeza, revelando su desordenado pelo (color).
