Sunkissed.

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Extensión; 564 palabras. 


Los rayos solares impactaron contra los ojos de Jeonghan aún protegidos por sus débiles párpados que se abrían lentamente en un nuevo día, cuando pudo despertar correctamente, vio la mañana resplandeciendo a través de las persianas de su dormitorio, parecía realmente hermoso el mundo exterior, sin embargo, no se movió, disfrutando de la comodidad de sus sábanas y de unos fuertes brazos que se aferraban a su cintura como si nunca fuesen a dejarlo o darle la mínima oportunidad de irse.

Sabiendo que Joshua continuaba durmiendo pacíficamente a un lado suyo, se acurrucó un poquito más cerca de su torso desnudo, tarareando suavemente con felicidad mientras continuaba observando por la ventana, el día brillando para él mientras su mente viajaba hacia otra dimensión.

Pensamientos acerca de cuánto amaba a su Joshuji estaban siempre presentes, haciéndole sonreír como un bobo mientras jugueteaba con los dígitos del hombre a su lado. Jeonghan realmente quería ser quién sostuviese a su amado ante cualquier circunstancia, ser la luz que el otro siempre ha sido para él, porque está tan agradecido por salvarlo en los momentos más oscuros en los que pensó que no saldría adelante nunca más, diciéndole todo lo que necesitaba y quería oír sin falta alguna, palabras sinceras que hoy en día seguían estando presentes y más fuertes que nunca.

Deseaba, más que nada, que su dulce caballero siguiera depositando todas sus incertidumbres sobre él, que le hiciera cargar una parte del peso sobre sus hombros y poder sobrellevarlo juntos, porque sabía muy bien que Joshua haría todo eso e inclusive un poco más por él, todo el mundo sabía que lo haría.

Y es que el chico extranjero era tan encantador, tan malditamente encantador que no podía evitar enamorarse de él cada segundo, cada minuto y cada día, sus sonrisas, sus chistes, su amabilidad, su voz tan dulce y joder, esa manera en la que tenía de ver el mundo que ponía el suyo de cabeza.
Cada una de sus citas, contando la más especial de todas en una tarde de mayo, la brisa chocando contra sus rostros en una tarde deliciosamente calurosa donde fueron únicamente ellos mismos, aquellos tiempos en los que no sabían exactamente lo que tenían, lo que querían y lo que podrían obtener.
Los días oscuros de todo el camino recorrido hicieron a su corazón dar un vuelco, Joshua realmente era mágico, desde el primer roce de manos, desde el primer beso, había sellado su corazón con una marca imborrable de su amor.

Sí, definitivamente era tan encantador amar al chico americano, estaba seguro de que lo haría para toda la vida.

Cuando el brazo de su pareja serpenteó por su torso para abrazarse un poco más a él, giró el rostro, sonriendo tan radiantemente como el mencionado amaba, y es que la vista era tan hermosa, tan especial que era la que guardaba para siempre en su corazón.

Joshua continuaba dormido, su acompasada respiración haciendo subir y bajar su pecho, sus hermosos labios carnosos semiabiertos en una mueca adorable.
La piel de su novio parecía estar siendo besada por el sol, haciéndole ver tan hermoso como nunca.

Sus labios recorrieron el mismo camino que los rayos luminosos, guardándose para sí el hecho de saber que lo que más amaba de cada mañana era poder darle todo su tiempo a su precioso hombre, bañando con dulces ósculos su hermosa piel ya antes besada por el sol.


Bueno, esta idea realmente está rondando por mi cabeza hace mucho, Shua tiene un tono de piel tan hermoso, que como es nativo de L.A, pienso que el sol ha besado su piel desde que nació, realmente me encanta.

Gracias por leer.

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