Capitulo 1: Un día de acoso normal

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PARTE 1

Ni una estrella en el cielo se aprecia. ¿El trafico? Siempre denso. El Times Square, a toda luz. Manhattan, lleno de fiestas lujosas, alfombra roja y todo, como a diario, sea lunes o viernes. N.Y, a mil por hora. Aun siendo la 1:15 de la madrugada de un lunes.

Cinco horas más tarde la brisa matutina empieza a sentirse en los balcones de los grandes hoteles. Todos están ya de pie. Listos para trabajar, un día más en la selva urbana.

— Stone me está encargado últimamente cosas para las que se le paga a una asistente. No he tenido tiempo para algo más. —Jane mientras camina a prisa, abrochándose su abrigo azul. Rubia, de 29 años, de piel tan blanca como la de aquella princesa, ojos verdes y de hermosas piernas largas; que trabaja como periodista para el New York Rojo.
— Deberías contarle. Muchas cosas están pasando, y no hay nadie que hable de ello, bueno, si no es alguien del Times. —Nate siguiéndola, con dos capuchinos en la mano. Apuesto, también de 29 años, de piel clara, pero castaño y un poco más alto, que trabaja para otro periódico.
— Creo que es un imbécil. Imbécil, pero mi jefe. ¿Qué no puede haber uno bueno?
— Sí, bueno, por eso no trabajo ahí. —Nate pasándole su capuchino.
— Gracias. — dándole un ligero sorbo.

Ambos siguen caminando a paso veloz unos cuantos edificios más por la 5ta Avenida, y sin percatarse, se encuentran sobre una gran multitud. Una escena policiaca.

— ¿Qué crees que haya pasado?
— Supongo que alguien cayo, debido al cinturón atorado en aquel árbol. —Jane señala. Así que Nate saca su cámara NIKON y lo captura.
— Llamare a Kay, para que venga a cubrir la nota. —resignada.
— ¡No! ¿Qué haces? Puedes hacerla tú. —mirándola fijamente.
— ¿Qué hora es? —sin apartar la mirada.
— 7:10.
— Vete. Llegaras tarde, que hare la nota.

Ambos se sonríen con encanto.

— Sí, bueno. Te veo a las 11:00 para desayunar. —partiendo.

Jane lo sigue con la mirada hasta que se pierde en la esquina. Fue entonces cuando decide acercarse a un Oficial que salió de entre la gente; sacando a la vez, su libreta de notas y pluma de gris favorita.

— Hola. ¿Sabe lo que sucedió?
— Mírelo usted.

Ella asoma la cabeza sobre el hombro de un hombre, y efectivamente, alguien cayo, una mujer. Deduciéndolo por las marcas en el suelo y el cinturón Chanel en el árbol, ya que el cuerpo no estaba.

— ¿Una mujer cayo?
— ¿Es acaso, usted periodista?
— Sí. Jane Chambers, del NYR.
— Lo siento, pero lo único que ahora puedo decir es que fue desde el último piso y que el cuerpo ya fue llevado a la morgue. —le aclara; Jane se muerde el labio. — Pero, más tarde mi jefe dará una declaración al respecto en la estación a los medios. Allá, es a donde debe ir. —alejando a la gente.
— ¿Podría ir con usted? —atrevidamente.

El Oficial levanta la ceja.

— Uhmm, claro.
— ¡Estupendo! —le agradece; su celular suena.

LLAMADA ENTRANTE: NATE.

Jane contesta subiéndose al asiento trasero de la patrulla.

— ¿La tienes?
— La declaración oficial será más tarde en la estación, él me llevara.
— De acuerdo, hasta luego. —emocionado.
— Adiós.

FIN DE LA LLAMADA.

Ella vuelve a teclear.

MARCANDO...

— ¿Jane?
— Stone. Tengo una nota. Iré a la estación...
— ¡Jane! Necesito de ti aquí. De prisa. Mandare a Kay a cubrirla.
— Stone. No soy tu asistente. ¡Soy una periodista!

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2020 ⏰

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