Capítulo 5

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Al llegar a mi casa lo que hice fue encerrarme en mi cuarto a meditar lo que sucedió en casa de Edgar, nos habíamos besado, él me besó , y ojala hubiera quedo solo en un beso, pero no era así, para mí era mucho más que un beso, mucho más que eso.
No tardo en llegar un mensaje de su parte diciendo que lamentaba si me molesto el qué me besara pero moría por besar mis labios.
Preferí no responder todavía, aún está procesando lo del beso y no quería decir algo de lo que pudiera arrepentirme después.
Sin darme cuenta me quedé dormida hasta que sonó mi celular reflejando una llamada de Edgar.
Estaba en una pelea interna si responder o no, pero al final terminé por responder la llamada.

- Hola - se escucho del otro lado del teléfono

- Hola - le dije en un susurro que pensé que no escucharía

- ¿como estas? - preguntó en un tono serio

- Bien, estaba dormida - respondí en una manera para que la incomodidad se fuera

- lamento despertarte, solo que tenía ganas de escuchar tu voz - dicho esto hizo que sonriera y me sonrojara

- Descuida, no pasa nada - le dije evitando responder lo demás

- lamento lo que pasó en mi casa, no pude evitar que sucediera... - empezó a disculparse pero no lo deje terminar

- no tienes nada de que disculparte, fue algo que los dos permitimos y en mi caso no me arrepiento de ello - interrumpí su discurso para que no llegara al punto de decir que se arrepentía, porque eso dolería de alguna manera

Continuamos hablando por largo tiempo, podría asegurar que fueron unos minutos, pero no fue así, la llamada duró serca de tres horas.
No me di cuenta de que el tiempo pasó demasiado rápido mientras hablábamos de una y mil cosas, me sorprendió la facilidad que teníamos para tener una conversación, sin importar de lo que se tratara, todo se nos daba con facilidad y en ocasiones hacíamos alguna broma con la que al final terminábamos riendo.
Su risa era una de mis melodías favoritas, me gustaba escucharlo reír, me trasmitía alegría y podía jurar que eso siempre sería así, que cada que lo escuchara o lo viera reír lo aria también, estaba causado cosas en mi qué nunca había sentido, mucho menos imaginado.
No sabía a dónde nos llevaría todo esto, pero estaba segura de quería averiguarlo, quien quita él sea en donde yo tenga que permanecer, o eso quería creer, porque a estas alturas sabía que me dolería que todo terminará o él se alejara de mí.

Yo siempre he sido una persona que piensa mucho en las cosas, lo que pueda suceder, las consecuencias que pudiera tener, soluciones que pudiera tomar, decisiones que me tocaría decidir, en todo, le daba una y mil vueltas a todo.
Así que me encontraba pensando en lo que pasaba y sentia con Edgar.
No podía pensar con claridad, mis pensamientos se nublaban evitando que tomará una decisión.

La decisión de seguir con todo esto o simplemente dejar las cosas a medias.
Tiena que hablarlo con alguien, era obvio que con mi madre no podía hacerlo, así que me solución fue solo una, mi mejor amigo, él podía entender y ayudarme a saber que hacer, siempre lo hace, es como si él supiera exactamente lo que siento o pienso, es quien mas me ha ayudado a superar o sobrellevar cada situación trágica en mi vida.

- Hola, Angel - salude en cuanto respondió mi llamada

- Hola, ¿ como estas? - respondió alegre al escucharme

- mmm, de eso quería hablar, ¿podrías venir a mi casa? - pregunté algo dudosa

- si claro, ¿ a qué hora quieres que valla? - responde algo desesperado, y es que este hombre siempre reacciona de esa manera, no puedo decirle que pasa algo porque no quiere ni que pasen 5 segundos para estar frente a mí y saber que ocurre

- ¿podrías ahorita? - pregunté al instante, tampoco quería que pasara más tiempo, tenía que hablarlo ya

- 5 minutos estoy ahí - como lo dije si por él fuera ya estaría aquí

- ok, gracias - respondí más tranquila

- no agredezcas, ahorita nos vemos - dicho esto colgó la llamada

Después de esperar 5 minutos como Angel dijo, estaba aquí abrazada de él, contándole todo lo que ocurría con Edgar, desde que lo conocía hasta lo del beso.

- ¿y porque tendrías que dejar las cosas así? - pregunta en cuanto le digo que no se que hacer

- pues no se, ¿ y si todo termina mal? - pregunte torturandome a mí misma

- ¿ y si no? - ataca con el otro lado de mis dudas

Respire ondo y solte el aire bruscamente sin saber que responder

- igual si las cosas salen mal, sabes bien que estaré para ti, y te ayudare a salir de donde quiera que te deje él - respondió por mí, haciendo que me sintiera mejor

Estuvimos hablando de eso un rato más, hasta llegar a convencerme de que me arriesgaría con la típica frace *El que no arriesga no gana* y en eso tenía razón, así que dejaría que todo fluyera y pasara lo que tuviera que pasar.

Pasamos un rato más hablando de otras cosas tanto suyas como mías y se nos pasó el tiempo, llegó la noche y el tuvo que irse.

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Un capítulo más.❤️
Espero les guste.
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El Final Que No Acordamos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora