Yahiko - Nagato

465 42 24
                                    


Nagato estaba caminando por el acantilado donde el sonido del constante golpeo de las olas del océano era como una orquesta musical producida por el agua marina. A cada paso, Nagato se preguntaba cuanto tiempo tomaría para que se diera la paz en el país de La Lluvia pero repentinamente sus pensamientos fueron interrumpidos cuando frente a él un ramo de flores emergió de la nada, haciendo que detuviera su paseo.

El pelirrojo miró a un lado para comprender que el ramo de flores era seguido del brazo extendido de Yahiko, quien sostenía el ramo de flores con pétalos violetas y rosas mientras le dedicaba una sonrisa enorme sonrisa.

― ¿A qué se debe estas flores? ― Preguntó el Uzumaki mientras aceptaba el hermoso obsequio.

― Es mi forma de decir... ¡Gracias! ― Murmuró Yahiko con un intenso sonrojo. ― Akatsuki está creciendo y todo se debe a que sigues a mi lado, tanto tú como Konan me habéis ayudado con esta idea y el propósito de liberar el país de Hanzou de la Salamandra. No creo haber podido llegar hasta aquí, sin ustedes a mi lado. ― Afirmó toscamente haciendo sonreír a su compañero.

― Era nuestro sueño, el sueño de tres niños que solo querían sobrevivir a la guerra. Yo soy quien más agradecido estoy, especialmente de haberos conocido aquel día. ― Recordó Nagato mientras acariciaba con su dedo índice uno de los pétalos de una de las muchas flores del ramo que le fue entregado.

― Te quiero. ― Susurró Yahiko en voz baja mientras miraba hipnotizado a su amigo.

Nagato parpadeó antes de dirigir su mirada al otro hombre que parecía sorprendido de sí mismo por haber pronunciado esas inusuales palabras y sin saber con seguridad que era lo que realmente deseaba pronunciar Yahiko.

Un pequeño sonrojo se dibujó en las mejillas del pelirrojo al percibir la mirada intensa de su compañero sobre su persona. Además, su pulso se había disparado a gran velocidad por las palabras que susurró Yahiko.

- ¿Habrá dicho "te quiero" por "amistad", "hermandad" o quizás sea... un "te quiero" de ¡"AMANTES"!? - Se preguntó el pelirrojo aunque descartó rápidamente la posibilidad de que hubiera un amor más allá de la hermandad porque al chico de cabello naranja sentía una gran atracción por su amiga de la infancia y compañera de equipo. Nagato no iba a permitirse ilusionarse por un sentimiento que no podría ser, a pesar de que Nagato llevaba enamorado de Yahiko desde hace bastante tiempo, aunque comprendía que era un sentimiento unilateral.

― Yo igual te quiero, Yahiko. ― Respondió mirando al contrario. ― Eres un gran amigo. ― Agregó con una pequeña sonrisa de agradecimiento. ― Gracias por las flores. ― Indicó para oler el dulce aroma que desprendían el simple obsequio. ― Vamos, Konan nos debe estar esperando para almorzar. ― Indicó para comenzar a caminar de regreso a una vieja casa que habían tomado como guarida para su clandestino grupo rebelde que buscaba liberar un país de las batallas.

Yahiko sintió una agradable calidez, hasta sus ojos brillaron de felicidad al escuchar las palabras del pelirrojo porque no creyó el poder ser correspondido pero toda ilusión se rompió en el mismo segundo, cuando Nagato continuó hablando llamándolo "amigo".

- ¿Nagato no entiende que me acabo de confesar? ¿tan mal lo hice? O quizás... ¿no hablé con claridad? – Fueron los pensamientos que llenaron la cabeza del hombre de cabello naranja.

― Espera un momento, Nagato. ― Pidió mientras tomaba la mano de su amigo para detener su caminar. ― Creo... que no me he expresado bien. ― Dijo con seriedad apretando un poco su agarre en la mano del pelirrojo.

― ¿No? ― Preguntó el hombre de extraño ojos ondeantes con confunsión por el comportamiento de su compañero.

― Admito que me gusta Konan, más que una hermana, de hecho estoy enamorado de ella pero tú... yo también te amo a ti. Sé que es extraño pero cuando estoy a tu lado o al lado de Konan me hacéis sentir raro. No puedes imaginar lo difícil que fue comprender que se trataba de amor, de que quiero estar contigo pero también con ella a la vez. Te amo y no como un amigo, tampoco como un amante, es un amor diferente y es tan desbordante este sentimiento que no sabía si era real o si había algo mal en mí pero no es así. Me ha costado mucho percatarme de que os amo con un sentimiento que va más allá de la comprensión humana. ― Murmuró sonrojándose más a cada palabra ya que no estaba seguro de lo que podría ocurrir y él mismo no comprendía como podía emerger tantas emociones diferentes en su interior de forma inexplicable porque solo deseaba el ser correspondido y podía asegurar después de tanto tiempo que no era el aprecio de amigos o algún sentimiento de hermandad porque iba más allá las sensaciones que burbujeaban en su interior cuando estaba al lado de Nagato o Konan pero se volvía como una explosión cuando los estaban a su lado. ― Sé que también ves a Konan como yo, en un principio me hizo feliz pero a la vez triste y un poco molesto porque yo también anheló tu amor para mí. ― Yahiko tomó la mano que tenía sostenida del Uzumaki con ambas manos. ― Por favor, Nagato. Dame una oportunidad de estar a tu lado como tu pareja porque yo... yo te amo mucho. ― Confesó con la voz entrecortada por los nervios y el temor de poder ser rechazado.

Las historias no contadas del mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora