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Alguna vez han tenido hambre? Vaya pregunta claro que lo han tenido alguna vez. Recuerdan cómo se siente, un vacío que crece y sientes que tu cuerpo se está abriendo, es obvio que no se están rompiendo pero así es el vacío, luego cuando más tiempo pasa el dolor también aún menta de manera imparable hasta que por fin come algo y calmas el retumbar de tu estómago. Así se sentía Kitsu. Estaba hambriento, hambriento de venganza.

-Los voy a matar a todos. Los haré sufrir la muerte más dolorosa posible...- murmuró el pelirrojo temblando con ira.

-Lo mejor sería que saliéramos de aquí en lugar de matar...- dice la única chica del grupo mirando a la puerta

-Irnos? Irnos a donde!?- pregunta el más alto con un grito

-Kitsu por algo somos los mas fuertes en este lugar. Deberíamos irnos ahora que tenemos la oportunidad- explicó el otro chico con seriedad.

-el día de mañana van a actualizar la seguridad, y ya sabes lo que eso significa. Nosotros seremos los guardias por el día. Aprovechemos la confianza que nos dan los doctores, y cuando vayamos a patrullar la costa nos escaparemos- explica Shabeast como si fuera lo más simple del mundo.

-y como vamos a hacer eso?- preguntó Kitsu

-Ahí es cuando lo dejamos todo a la suerte. Yo puede hacer un pequeño bote con mis sombras pero si tomamos en cuenta el ciclo solar y el hecho que lo mas problable es que estamos en la mitad de la nada para cuando llegue el mediodía mis sombras seran destruidas y aún estaremos en el mar y ya sabes lo que eso significa...- dice la chica cruzándose de brazos mirando al piso.

-si ustedes están dispuestos, yo prefiero intentarlo y morir, que quedarme aquí sin saber de mi vida- dijo escorpio estirando su mano con determinación. Seguido casi al segundo Shabeast ambos subieron sus mirada hacia Kitsu quien apretó sus puños.

-sigo pensando que es mejor matarlos a todos. Pero ustedes son mis hermanos y no los abandonaré en esto- dice Kitsu tomando las manos de los tres dejando escapar un poco del calor de su cuerpo

-Mañana somos libres- piensan los tres al mismo tiempo.

Varios días después en un lugar 1983 millas lejos de donde el trío planeaba su escape. En un colegio que a plena vista se veía que costaba mucho dinero entrar. Una chica de ojos azules y pelo rubio esperaba sentada. En eso un chico también rubio con ojos grises se acerca a ella.

-Joy te e dicho varias veces que siempre traigas ropa extra- dice el chico

-lo se primo y lo hice... pero no sé dónde está- habla la menor leyendo un libro

-Eres mala mintiendo Joy-

-No es mentira Golden, esa es la verdad que tú me creas son otros veinte pesos-

El joven negó frustrado y se sentó junto a la chica

-por qué aún estás aquí? No que tú y Ann tenían una cita o algo?- pregunto la rubia

-Sí pero tú padre me dijo que me asegurara que fueras a tu casa- le respondió el rubio mirando su reloj y suspirando

-Pues vete no necesito que te preocupes por mi-

-La última vez que dijiste eso casi te secuestran y a mi me castigaron además ahí está la limusina de todos modos- dijo el chico apuntando a una limusina que se acercaba

La chica tomó sus cosas rápidamente y caminó apurada a la limusina. Una vez dentro deja escapar un largo suspiro.

-Buenas tardes padre. No es por ser imprudente pero qué haces aquí?- pregunta la rubia sin voltear a ver al hombre de pelo rubio blanco y ojos azules sentado al otro lado de la limusina.

Ojos inigualables Donde viven las historias. Descúbrelo ahora