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Harry entró a la casa de mal humor, definitivamente no había sido un buen día, AJ había entrado en celo y Harry fue el único alfa que pudo ayudarlo a salir de la empresa. Pero AJ se había frotado tanto en él que su olor se podía distinguir a metros de distancia, Harry sabía que no podía dejarlo en un taxi a su suerte por lo que tuvo que acompañarlo hasta su casa donde lo dejó y él finalmente pudo quedar libre de eso, pero el olor del omega le estaba causando náuseas, le dolía la cabeza y ya no soportaba tener eso en su cuerpo, por el celo su olor era aún más fuerte y lo que le causaba aún más molestia es que opacaba completamente al de Louis.

Cerró la puerta detrás de él, dispuesto a darse un baño relajarse del día que estaba teniendo pero Louis estaba ahí, lo sorprendió porque el omega a esas horas nunca estaba en casa, pero ahora. Parado frente a él con una cara llena de confusión, Harry sabía que ya lo había olido.

"Omega." Harry caminó hasta él y Louis lo detuvo con sus manos.

"¿Dónde has estado?" La voz del omega salió casi inaudible.

"No es lo que estás pensando, te lo juro."

"¿Con quién has estado?" Su voz se quebró.

"AJ ha entrado en celo..." Ni siquiera pudo continuar, la expresión de Louis no lo dejó. "No es lo que piensas, Louis."

"Y tienes el maldito descaro de venir aquí en ese estado."

"Louis, por el amor de Dios, omega. No es lo que piensas, escúchame."

"¿No es lo que pienso, te has olido, Harry?" El omega dijo furioso.

"Solo lo ayudé..." Louis soltó un pequeño grito. "Déjame terminar, maldición."

"¡Hazz!" Nathan salió de la habitación, corriendo hasta él y aferrándose a sus piernas, recibiéndolo feliz como todos los días cuando llegaba a casa. "Arriba, Hazz." El pequeño niño alzó sus bracitos para que el alfa lo cargara.

"Nathan ve a tu habitación." El niño hizo un puchero.

"Pero, mami... Hazz." Nath lo señaló.

"A tu habitación, Nathan." Louis dijo serio y el niño asintió cabizbajo, pero no se fue, el omega lo ignoró.

"No te quiero aquí."

"Louis, no pasó nada. Tienes que creerme."  Harry trató de acercarse, él volvió a alejarse.

"No lo hago, hueles como... Como si tú." Louis sollozó.

"No pasó nada de eso, Louis. Lo juro por mi vida." Pero el omega volvió a negar.

"Vete."

"L-louis."

"¡Lárgate de aquí!"

"¡No!" Ambos se giraron sorprendidos para ver a Nathan. "¡Hazz no se va, mami!"

"Nathan, te dije que te fueras a tu habitación." El niño negó, sus lágrimas ya recorrían sus mejillas.

"Mi papi no se va." A Harry se le apretó el pecho al escucharlo, Nathan no acostumbraba a llamarlo así, siempre era Hazz, incluso Louis se sorprendió.

"Nathan, por favor."

"Hazz no se va."

"Está bien." Harry habló finalmente. "Tengo que irme, Neith." El niño negó corriendo nuevamente hasta Harry.

"No, Hazz."

"Escúchame, Neith. Siempre estaré contigo, ¿entiendes? Solo será por un tiempo." El alfa limpió las lágrimas del niño, de su bebé.

"Tú no me dejas." Él pidió.

"Nunca te dejaré, bebé. Solo será un tiempo, muy corto." Harry no tenía seguridad de sus palabras, pero necesitaba calmar a Nathan de alguna manera.

Y Louis solo veía, su corazón rompiéndose pero Harry olía alguien más, el alfa había ayudado a un omega en celo, su alfa.

"Ven aquí, Neith." Y aunque le dolía mucho todo esto, la situación empezaba a estresarle.

El rizado dejó un beso largo en la frente del pequeño y Neith caminó lentamente hasta Louis aún llorando.

"Pero papi, mami."

"Basta, Neith."

"Pero papi no se va."

"¡Él no es tu padre, Nathan!"

Y así como salieron sus palabras, fue cuan rápido se arrepintió de hacerlo. La cara de Nathan le destrozó el corazón, sus ojitos llenos de lágrimas, la sorpresa en sus facciones, el dolor que demostraba. Louis lo sabía, acababa de romperle el corazón a su propio hijo.

Harry no dijo nada, no pudo porque Louis tenía razón, él no era el padre biológico de Nathan pero lo había criado como si así fuera, él así lo veía, él así lo creía.

"Vendré por mis cosas en unos días." Harry dijo, dándose la vuelta para salir de ahí.

"¡No!, ¡Papi no te vas!" El alfa ni siquiera tuvo el valor de girarse y tratar de tranquilizarlo porque ya no soportaba verlo así. Su omega no creía ni confiaba en él y su bebé estaba quedando con el corazón destrozado por ambos.

Salió de la casa, los gritos de Nathan y el llanto de Louis torturándole el alma.


[...]

Pinche drama el mío. Jijiji

Psdt: AJ, se pronuncia como eigei... Solo por si las dudas.

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