Mi mate.

Los Granger.

Hermione.

-Esto es una locura, no podemos unirnos a ellos - dije molesta.

-Mi niña trata de calmarte y comprender a tu padre, tu sabes que a él no le queda mucho tiempo y sólo quiere protegernos.

-Eso lo entiendo, pero nuestro clan es fuerte y tenemos mucha gente, no necesitamos de ellos.

Hermione, sabes que un clan sin tu padre quedaremos vulnerables y tarde o temprano nos atacaran sin piedad y tu padre sólo quiere evitar un trágico final para todos nosotros, piensa en los demás, además los malfoy no son malos y son un clan muy fuerte.

Suspire, tenía mucha rabia, pero mis padres tenían razón, sin él no durariamos ni un mes, sin que los demás clanes quisieran atacarnos.

-Trata de calmarte, los malfoy vienen hoy a una reunión y tu padre quiere que estés presente.

Mi mamá salió de mi habitación y no pude contener el llanto, había conocido a los malfoy antes, no eran malas personas pero eran unos arrogantes y pretenciosos, sería difícil lidiar con ellos. Me recoste en mi cama y trate de imaginar la vida una vez que nos unieramos a su clan, todo lo que imaginé fue malo, por lo menos tendría a mis mejores amigos.
Harry es como mi hermano mayor, siempre me cuida, me aconseja, se que no me dejara sólo por nada en el mundo.
Y ron, mi lindo Ron, habíamos intentado un noviazgo pero no funcionó, nos queremos mucho pero no de esa manera.
Por lo menos estaría con ellos.

Trate de relajarme lo más que pude, me fui a dar una ducha y decidir que ponerme para la dichosa reunión de hoy.

Opte por lindo vestido verde y unos tacones, que hacían ver mis piernas más estilizadas. Baje las escaleras y fui hacía el despacho de mi padre.

Entre y cuando mi padre me vio, sonrió, él sabía que yo no quería unirme al clan de los malfoy pero no había otra alternativa.

-Mi niña, luces increíble, me alegra que hayas aceptado al fin la decisión que he tomado-dijo.

-No veo otra alternativa, aunque yo me opusiera, tu eres el alfa y tengo que acatar tus órdenes-dije una tanto dolida.

-Por favor Hermione, lo hago por el bien de nuestro clan, sabes que es la única solución.

En eso entró Arthur Weasley a anunciar que los malfoy estaban aquí.

-Haz que pasen y diles a Harry, Hagrid  que vengan, tu también y que nadie interrumpa nuestra reunión.

A los pocos minutos entraron al despacho cuatro hombres.
Uno de piel blanca y cabello platinado, con un semblante bastante sombrío, ya lo había visto antes, cuando venía a sus reuniones con mi padre, era lucius, el alfa.

-George es un placer-dijo estrechando la mano de mi padre.

-El placer es mío lucius.

-Espero que no te moleste, traje a algunos de mis hombres de confianza. El es Severus Snape, Mi mano derecha.
Y el es Alastor Moddy, Mi mano izquierda.
Ambos tenían un semblante duro, siniestro, obviamente eran alfas, se podía sentir por sus olores.
Y el es Draco, Mi hijo y sucesor, nuestro próximo alfa dentro de poco- dijo.
y dejó ver a un joven blanco, cabello platinado y unos ojos grises que podrían derretir a cualquiera, estaba hechizada viendo esos ojos y un olor a menta y chocolate que me aturdió, sentía que algo en mi pecho me jalaba hacia él, como magnético, no sabia como explicarlo.

-Es un placer, por supuesto que no me molesta, es más yo mismo tendré a mis hombres de confianza aquí mismo, ya los he mandado a llamar.

Lucius asintió y posó los ojos en mi, lentamente me levante y mi padre me presento.

-Lucius, ella es Hermione, Mi hija, ella también estara en la reunion de hoy.

-Un placer señorita Granger.

-El placer es mio- dije serena.

En ese momento entraron Harry, Hagrid y Arthur.

Mi padre los presentó y así inicio la reunión.

-Bien, como bien saben mi salud a estado empeorando y cada vez estoy más débil y como bien saben en nuestro clan no tengo un heredero alfa que lleve mi apellido que se encargue cuando yo muera, por eso he pensado que la Unión de nuestros clanes, nos beneficiaría a ambos.

-Es una lamentable situación, pero concuerdo contigo, definitivamente sus hombre serían de gran utilidad en nuestro clan.

-Tengo algunas peticiones que quisiera que se cumpliecen, si me permites lucius.

-Claro George, dime.

-Para proteger a nuestras hembras, les hemos puesto un hechizo, ninguna va a poder encontrar a su destinado, hasta que tenga la mayoría de edad, el mismo Dumbledore lo hizo al momento que ellas nacían, quisiera que eso no se rompiera.

-Es interesante ¿y que pasa si un lobo la elige como su compañera?

-Ese es el punto lucius, los lobos no pueden sentir su aroma, ni su presencia, las cubre, ellos no reconocerían a su pareja aunque la tuvieran en frente.

-Me parece un acto muy desconsiderado pero está bien, mantendré el hechizo.

-Gracias lucius.

Yo estaba impactada, Mi papá jamás me había dicho de ese hechizo, estaba muy enojada.

-Quiero que Hermione sea protegida al extremo.

-Pero por supuesto George.

Estaba ida pensando en lo que mi padre había dicho, no podía creer que nos hayan hecho esto, podría tener a mi compañero a la par y no podría reconocerlo, estaba furiosa y confundida, estaba perdida en mis pensamientos hasta que sentí una mirada sobre mí.

Y lo vi, esos ojos, que ojos más bellos, podría pasar viendo esos ojos por siempre, eran fríos, tanto que me erizaban la piel.
Draco estaba viendome con una intensidad, como si quisiera leer mi mente, como si buscará algo.
Otra vez esa sensación en el pecho ¿Qué me pasaba?

-Bien lucius, creo que es un trato.

-Trato.

Y se tomaron de las manos. Supe en ese momento que el Clan Granger había muerto.

En cuanto mi padre muriera, seríamos de su clan, de su territorio, de su mundo.
Mire a Harry aterrada y el sólo me sonrió para tratar de calmarme.
Mi corazón latía muy rápido, me aterraba nuestro futuro.
Quería correr, gritar, patalear, llorar pero sólo me quedé ahí sentada, viendo como todos platicaban, como si nada pasará, iba a perder a mi padre y mi madre no iba a durar mucho sin él, iba a quedarme sola.

Muy sola.