Draco.Había pasado ya la reunión con los granger, entendía porque mi padre hacia este trato, nuestra manada era fuerte, pero si nos uníamos a los Granger seríamos casi intocables. Sabia muy bien que nuestra manada era una de las mejores y mi padre siempre había sido un increíble líder, siempre se hacia cargo de la manada, estaba ansioso por aprender de él, realmente lo admiraba muchísimo.
Estaba feliz de acompañar a mi padre en sus reuniones de negocios, pero esa en especial, lo había dejado pensativo, bueno en realidad, cierta omega lo había dejado así, cuando la vio, cuando vio esos ojos chocolates, sintió como si algo lo jalara desde el centro de su pecho hacia ella, como si una cuerda jalara de él, era una situación muy extraña.
Luego estaba la situación de los olores, que gran tonteria, habían privado a esas chicas de conocer a su mate, para el era algo aberrante pero por el momento ese tema no le quitaba el sueño.Entro a la sala, donde estaba su madre leyendo.
-Madre, te podría hacer una pregunta.
-Dime cachorro ¿que pasa?
- ¿Como supiste que mi padre era tu compañero?
-Pues verás mi cachorro, simplemente lo sientes, quieres estar con esa persona día y noche y es mas intenso al principio, con el tiempo aprendes a controlarlo, además su olor te envuelve y es ahí donde quieres permanecer.
-Vaya, me pregunto donde estará mi compañera.
-Ya vendrá querido, no te preocupes, la luna la traerá para ti.
Draco se quedo pensando en varias cosas, su mente era un caos, ¿encontrará a su compañera? ¿Quien será? ¿Es esa chica? ¿O será de la manada de los granger? O tal vez nunca encuentre a mi destinada, mi lobo interno se entristeció.
*Entre draco y su lobo*
-Calmate dylan, encontraremos a nuestra mate.
-Puede ser ella.
-¿Quien?
-La castaña.
-No lo sé, sabes que no podremos saberlo hasta que cumpla 18.
-Quiero a mi compañera ya.
-Calma, pronto la tendremos.
*Rompe la comunicación*
A draco se le paso una idea alocada por la mente.
-Madre, si quisiera romper un hechizo potente ¿a quien recurrirías?
-Dumbledore, obviamente.
Él sabia que no podría recurrir a dumbledore, porque el mismo había realizado el hechizo.
-¿Y si el no pudiera, ni tampoco su consejo?
Narcissa volteo a ver a su pequeño cachorro con intriga.
-¿Que pretendes?
-Nada -le dijo- solo es curiosidad.
-Bueno, si el consejo de magos no pudiera, el único con suficiente poder seria Grindelwald.
Los ojos de draco brillaron, iba a trazar un plan, pronto sabría si esa pequeña de ojos café era su compañera.
Pronto.
ESTÁS LEYENDO
Mi mate.
Kurt AdamTengo que protegerla, aunque me cueste la vida. Todos los personajes en esta historia son propiedad de J.K Rowling.