PARTE XVI

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No era tan tonto, como siempre lo insinuaba Damián, como para no saber qué era lo que había pasado con su dimensión. No, él no era idiota, puede que hubiese llegado confundido a la mansión Wayne pero con el transcurrir de los días su mente se iba aclarando. Como si de niebla disipándose se tratara. Recuerdos, venían una y otra vez, hasta el punto de saber cómo y porque había terminado en esa dimensión.

El Damián de su tiempo le había ayudado a huir, su dimensión estaba en caos, la liga de asesinos había encontrado a su digno sucesor, uno que Ra's Al Ghul había aceptado con gusto.

Fue un mes antes cuando se enteró por Dick, lo que había pasado, y por qué Damián se veía tan ensimismado, taciturno, al punto que ni su incansable parloteo había sido merecedor de una mirada asesina.

Cuando se enteró y quiso ayudar, la guerra ya había avanzado, favoreciendo el lado enemigo. Su padre había caído hace tiempo atrás, luchando contra la misma criatura que le quitara la vida en esta dimensión. Bruce había hecho de todo para controlar el caos, pero la madre de Damián conocía sus secretos, sus miedos. Había sido un ataque coordinado con todos los declarados enemigos de Batman, siendo Bruce Wayne atacado con o sin el disfraz, antiguos amigos volviéndose contra él. Había sido atacado por diferentes flancos.

Uno a uno los héroes habían comenzado a caer, los planes de Batman para neutralizar a la liga, si era necesario, habían sido robados y usados. Acabando con todos los miembros de la liga sin piedad, poco a poco los héroes menores cayeron, descubrieron como vencer a guerreros entrenados, ahora, adolescentes que faltaba por entrenar, había sido más sencillo.

Los murciélagos fueron los últimos en caer, en la misma cueva. Damián había llegado herido, y como solo él podía decir y expresar sentimientos, lo envió a un lugar seguro, otra dimensión. La suya había sido destruida, seguramente.

Él está detrás de ti, tiene una idea equivocada. Piensa que eres el mismo que destruyo su dimensión. No confíes en él...te lo encargo...

Está bien, joven Jonathan? — dejo sus pensamientos atrás y se enfocó en actuar normal. Debía comprobar primero la llegada de esa persona y saber quién más había llegado. Debía empezar a construir un plan. Tal vez era momento de comenzar a hablar con quién puede ayudar a cambiar el posible futuro —

Sí, solo pensaba. — le sonrió —

No se presione mucho. — Alfred dejo un vaso de jugo frente al menor —

Gracias — y ver esa acción le recordó al Alfred de su dimensión, que siempre les llevaba algo que beber a Damián y él. Debía protegerlos, no lo hizo en su mundo, podía hacerlo ahora. Rectificarse, y ser un verdadero héroe —

***M***

Por qué? — Diana miro con lástima la forma en que Bruce había dejado caer una lágrima, y se odio a sí misma, por provocar ello. A qué nivel había llegado a romper a Bruce, como para que esté mostrará sus sentimientos tan abiertamente —

Quería que le mostraras tus sentimientos, los verdaderos. Siempre era lo mismo, Kal, él jamás me lo dijo pero podía verlo en su mirada — la mujer apretó sus puños recordando la mirada de su amigo — él no era feliz, ambos se estaban dañando. No quería que un día ambos despertarán y se dieran cuenta que el dolor causado había sido más fuerte que el amor que se tuvieron — miro al peli negro, y con un suspiro continuó — siempre te quise preguntar, lo amas? O solo querías demostrar tu capacidad de tener a tus pies al ser más fuerte de planeta?. Como amiga de ambos quería su bien, su felicidad. No podía solo ver cómo se destruían. Ver cómo Kal El, dejaba pasar por alto tus desplantes, coqueteos, tus engaños, pero lo que realmente vi que le dolió fue el que besaras a Oliver, en su presencia, frente a todos nosotros, como si realmente no te importará — Diana controló el impulso que volvió a nacer en ella, al recordar la escena — no sabía de donde sacaba Kal El coraje de aceptarte todo. Perdonarte todo, como si nada importará más que tú —

Lo Olvide (SuperBat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora