Mi sangre no para de derramarse, comienzo a sentir más odio. ¿Que pasa conmigo? Me siento como si fuera un cadáver en un foso de huesos obligado a ver su carne ser devorada por los cuervos.
No sabes las ansias que tengo de escribir mi epitafio en esta habitación repleta de madera podrida, Ponerle fin a este juego estúpido, Sentir la hermosa sensación de la vida yéndose de mi cuerpo lentamente, sentirme como mi propio Dios.
Hoy tengo un poco de felicidad pues podré ver la ventana de nuevo , podré ver aquel anciano sentado.
ESTÁS LEYENDO
El final es donde empezamos
Historia Corta¨Somos de la misma raza, después de todo, las razones para ir a la guerra no importan. Religión, ideologías, recursos, tierras, rencor, amor. No importa si las razones son patéticas, son suficientes para comenzar una guerra. La guerra nunca acabará...