La vida después de la muerte. (vol. 3)

Capítulo 58: Primer día en el trabajo (trad. beta)

"Fácil ... tómalo con calma. Ahí tienes. Elijah me apoyó de nuevo. Hace exactamente una semana que me lesioné y también la última vez que caminé. Incluso con el maná circulando por todo mi cuerpo, fortaleciendo mis extremidades, todavía me sentía débil.

"Kyu ..." Sylvie me miró con el rostro tan preocupado que podría tener por una bestia de maná como un zorro. Ella caminaba junto a mí en lugar de acurrucarse sobre mi cabeza, temerosa de que no pudiera sostenerla.

Elijah vino a mi habitación del hospital tan pronto como terminó el primer período. Comenzaría mi día como profesor en la práctica práctica de manipulación de maná y no estaba tan ansioso en mi estado actual. Con mis piernas dando cada par de pasos y mi espalda y costados ardiendo, apenas tuve la fuerza para llegar a class, y mucho menos enseñarlo.

Después de acostumbrarme lentamente a caminar, dejé de inclinarme hacia Elijah como apoyo y usé la balada de Dawn como mi bastón. No pude evitar reírme debido a la irónica ironía. Recuerdo cómo pensé que esta espada no era más que un bastón en lugar de una espada invaluable. Sacudo la cabeza ante el hecho de que mi suposición en ese entonces estaba presagiando mi situación actual.

Elijah envolvió la manija y la envolvió en una venda blanca para mayor comodidad y seguridad de ojos sospechosos. Aquí estaba, un niño de doce años, que ya usaba un bastón para evitar que me cayera.

"¿Vas a estar bien solo? ¿Tal vez debería al menos ayudarte entre clases durante el día? Elijah tenía una expresión de preocupación en su rostro mientras se quedaba cerca de mí, listo para atraparme si tropezaba.

"Estaré bien." No tengo la confianza para decir que no me caeré, pero no quería que Elijah estuviera constantemente a mi lado.

Cuando llegamos frente a la sala de clases, Elijah todavía tenía las cejas fruncidas debajo de sus cristales y sabía que dudaba en dejarme ir solo.

"Arturo. Deja que te ayude."

Giro la cabeza para ver a la princesa Kathyln correr hacia mí, lejos de su grupo de amigos. Sin darme la oportunidad de responder, coloca su brazo alrededor de mi cintura mientras sus otras manos envuelven la mano con la que no sostenía mi espada ... con la que caminaba.

"Uhh ... está bien. Gracias." Me encojo de hombros ante Elijah, cuyo cuerpo estaba congelado, y cuidadosamente me dirijo hacia mi habitación.

"¡Escuché que nuestro nuevo Profesor finalmente vendría hoy!"

"¿Oh enserio? Aunque me gustaba el profesor Glory.

"Cualquiera debería ser mejor que el profesor Geist, ¿verdad?"

"Nunca se sabe, esta vez podríamos tener un bicho raro aún más peligroso".

"Oye, ¿no es ese el oficial del Comité Disciplinario que venció a Geist?"

"Se ve herido ..."

Las diversas discusiones que los estudiantes estaban teniendo se convirtieron en murmullos sobre mí tan pronto como entré.

"Estaré bien ahora, princesa Kathyln. Gracias." Libero mi brazo de su suave agarre.

"Necesitas ayuda para subir las escaleras ..." Su rostro inexpresivo no coincidía con la preocupación en su voz. Solo sacudo la cabeza y le indico que continúe primero.

Sylvie me siguió de cerca mientras yo caminaba hacia el centro de la habitación mientras daba pequeños saltos hacia el podio móvil que se encontraba en el centro del pequeño estadio.

"Menos mal ..." Solté un profundo suspiro de alivio mientras ponía todo mi peso en el podio que era un poco demasiado alto para mí.

Levanto la vista para ver a Feyrith en uno de los escritorios con una expresión curiosa en su rostro. Tan pronto como Kathyln llegó a su escritorio, la vi mirando hacia atrás, tratando de encontrarme. También me dio una mirada confusa cuando se dio cuenta de que nunca subí las escaleras detrás de ella y, en cambio, llegué al centro de la habitación.