"Hola, primero que nada me gustaría presentarme, mi nombre es Sawamura Eijun nací y crecí en la prefectura de Nagano, al salir de la preparatoria me mude a Tokyo para hacer mi universidad en la carrera de Literatura, me gusta escribir y cada palabra la disfruto como un dulce recién sacado del empaque, pero un escritor tarda en darse a conocer sobre todo porque es un mundo bastante competitivo, al graduarme nadie quería aceptar mis obras, llevando a trabajar en una cafetería como mesero, la paga no era mucha pero al menos no moría de hambre y podía pagar mi medio departamento. Un día cuando recibía otra negativa a uno de mis borradores..."
Flash Back...
El café estaba por abrir y Sawamura un joven de 23 años, cabellos castaños y ojos color ámbar, un recién egresado de la universidad estaba prácticamente tirado sobre una mesa con una carta en su mano izquierda, que pronto le fue arrebatada por su jefe.
—De nuevo otro rechazo.
—¡Buhaaa!, jefe ¿qué hago nunca podre ser escritor?—con un mar de lágrimas, el mayor coloco la mano sobre su hombro y con una calma sonrisa le dijo.
—Ríndete—, el menor prácticamente se venía abajo con esa palabra, no estaba acostumbrado a perder, incluso en su paso por la preparatoria donde jugo béisbol jamás lo hizo, hasta que gano el numero 1 perteneciente al Ace del equipo, así que se levantó de golpe asustando a su jefe y con la mano en alto grito.
—¡Escúchame mundo, voy a ser escritor y te dominare! ¡Mua, ja, ja!—riendo como loco, su jefe tenía varias gotas de sudor en la frente, hasta que por fin le dio una patada
—Vamos, es hora de abrir—le regaño
—Jefe sea más delicado—el chico doliéndose aún, pero no le quedo de otra más que abrir la puerta principal, enseguida el local se llenó de universitarios, atendiendo a cada uno de ellos con una enorme sonrisa.
—Eijun, la mesa 7 se acaba de ocupar—le dijo una de sus compañeras, este miro hacia la mesa y un hombre con complexión algo tosca, gafas obscuras estaba sentado ahí, por un momento tuvo un poco de temor, pero lo soporto para ir a atenderlo.
—¡bienvenido! ¿desea ordenar?
—Un café expreso doble.
—¡Je, je!, claro que sí, ¿quiere agregar algo más?, tengo unos postres.
—Mocoso, solo quiero el café.
—Si, enseguida—asustado por la actitud y mirada penetrante del hombre, cuando volvió con su orden coloco la taza delicadamente sobre la mesa, pero la conversación de unas jóvenes en la mesa continua llamo su atención.
—Es que me dijo que me amaba, pero no me ha llamado desde que estuvimos juntos en su apartamento.
—Vamos espera y lo hará, a los hombres les gusta el espacio, te prometo que estará pronto en tu puerta.
—¿Tú crees?, es que la verdad era la primera vez que estaba con un hombre—contesto ella finalmente pagó la cuenta para retirarse, Sawamura sonrió ante eso y lo noto el cliente a quien atendía.
—¿Escuchando conversaciones ajenas?—le pregunto, este se erizo como gato.
—Esto, no, para nada, lo siento, mejor me voy.
—Espera un momento, tengo curiosidad.
—¿Sí?—el castaño algo cohibido por el hombre.
—¿Qué piensas sobre eso?
—¿Dice lo que ellas dijeron?, bueno—Sawamura con la mano en el mentón se sentó en la otra silla frente al cliente—es que está jugando con ella, le dio lo que quería, prácticamente solo se acostó con ella y esta cayo con sus palabras bonitas, es difícil cuando se inicia una relación pues conocer realmente a alguien es como el azar, lanzas una moneda al aire y si cae cara te arriesgas y si es cruz te alejas, pero siempre habrá una oportunidad para empezar de nuevo, es como dijo Jean-Jacques Rousseau, "Las cartas de amor se empiezan sin saber lo que se va a decir y se terminan sin saber lo que se ha dicho", ¡Je, je!, pero es lo divertido de enamorarse ¿no cree?—sonrió este, pero la mirada del hombre lo dejo helado borrando esa sonrisa.
—Mocoso.
—¡Sí!—casi como soldado.
—¿Eres graduado?
—Si, en Literatura, pero al parecer soy pésimo escritor ya que nadie ha aceptado mis obras—suspiro el castaño, fue cuando el sujeto se levantó, tomo el resto del café y dejo la taza de golpe, saco de su bolsillo el pago y una tarjeta—esto.
—Soy el editor en jefe del Yomiuri Shimbum y estoy buscando algo fresco para la sección de sociedad, creo que tu punto de vista en el amor puede ser entretenido, así que veme mañana en mi oficina—se dio la vuelta para irse, Sawamura se quedó impactado ¿en realidad había pasado eso?, casi se cae para atrás.
—Oye, quita esa cara de idiota que hay clientes—le regaño su jefe.
—¡Jefe!—el menor con los ojos llorosos.
—¿Qué quieres ahora?—el mayor molesto.
—Creo que encontré trabajo, mire dice aquí—señalo—editor en jefe del Yomiuri Shimbum, Kataoka Tesshin—leyó en voz alta.
Fin del Flash Back...
"Así fue como llegue al Yomiuri Shimbum, uno de los mejores diarios del país, claro que cuando me dieron mi empleo corrí para avisar a mi mejor amigo, Tsukishima Kei este se había ganado un lugar en el bufete de abogados más famoso de Tokyo desde que hizo sus prácticas ahí, es serio, inteligente, claro más que yo, con un humor un poco negro pero así lo aprecio mucho y me apoyo en épocas difíciles, una vez le dije lo único que me dijo fue; vaya hasta que dejaras ese mediocre café, ¡Ja, ja, ja!, si, esa era su manera de preocuparse por mí.
Trabaje arduamente hasta que medio año después la columna comenzó a leerse más y correos llegaban al diario para preguntar sobre el tema, en ese trayecto conocí a dos personas más, una en un bar al que fui para obtener más información, era sofisticado, apuesto, intuitivo y dueño de una firma de publicidad, su nombre Akashi Seijuro, al principio era bastante intimidante pero conforme lo fui conociendo le agrade y ahora nos veíamos seguido junto a Kei, pero no fue el único pues en la calle a punto de ser atropellado por distraído en sus libros de arte, me topé con Midoriya Izuku hijo de una familia de posición se abrió paso en el mundo del arte, como curador y vendedor, trabajando en la galería más famosa de la cuidad, lo salve en esa ocasión y terminamos siendo amigos, por lo que le presente a Akashi y a Kei, y le mejor de todo fue que ellos se volvieron mis modelos en mi columna, cada uno con sus maneras de ver al amor, Akashi siempre dormía con hombres diferentes cada noche, decidido a no atarse jamás, Kei por su parte decía que el amor era un estorbo, pero que el sexo solo una necesidad que se daba de vez en cuando, y estaba Izuku el eterno enamorado del amor, siempre buscándolo, pero con relaciones que no duraban, y porque no, puedo incluirme en el grupo, pues a pesar de que creo en el amor no le he sentido completamente y espero tal vez algún día sentirlo, este soy yo y mi mundo, oh, olvide decirles que para mi columna escribo con el seudónimo de Sawamura Emi, ya que las lectoras mayoría mujeres se sentirían más identificadas con ello, aunque el amor es el mismo para todos..."
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Los Diarios del Sexo (Crossover anime)
FanfictionEsta es la historia de cuatro hombres que viven sus vidas según sus gustos e ideales, sobre todo en el amor, pero sin dejar de lado la parte de sexo. Basada en la serie de: Sex and the City Personajes principales: Sawamura...