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|Mi cumpleaños {pt.2}|

. Nina Simonetti

Mi cumpleaños. ¿Cómo pude haber olvidado mi cumpleaños?

Lo cierto es que últimamente mi cabeza andaba en otra parte. A tan solo 4 meses de la desaparición de Gastón y con la idea de que pronto la investigación cerraría, con la posibilidad de que su cuerpo no se encontrara,lo que presuponía que ya estuviera muerto, sumado al cuidado de esta niña. Mi mente era un caos.

Me alejé despacio de donde me encontraba y regresé a mi habitación. Si deseaban darme una sorpresa era mejor que volviera a recostarme. Sin importar que ya sabía lo que planeaban hacer.
Era por esto que Izel andaba tan extraña. Buscaba darme una sorpresa.

Esa niña era un amor.

Dejé mi celular en la mesa de noche que se encontraba al lado de mi cama. Me recosté levemente y mire el techo suspirando.

Mi cumpleaños. Hoy. 30 de agosto.

Mi cumpleaños y sin Gastón. Mi primer cumpleaños sin Gastón.

—¡Nina!¡Nina! —escuché a Izel gritando emocionada y sus piecitos corriendo. —¡Despierta, despierta!

Me reí cuando la puerta se abrió de golpe y ella saltó sobre mi. La sostuve por las caderas mientras me abrazaba y gritaba:

—¡Feliz cumpleaños!

—¡Feliz cumpleaños, Niña! —saludó Mateo divertido quien nos miraba desde la puerta, recostado y con una sonrisa ladeada.

—¡Muchas gracias! —me senté en la cama aún con Izel en mis brazos. —A ambos.

Sonreí alegre y emocionada ante las dos personas frente a mi. Izel tomó mi mano y me hizo levantar, guiándome hacia lo que supuse sería la cocina. Sin embargo, antes me detuve a abrazar a Mateo y agradecerle por estar aquí.

—No se donde está Gastón, pero si sé que querría que disfrutaras mucho este día —susurró en mi oído.

Solo asentí con mi cabeza enterrada en su hombro, intentando que las lágrimas no cayeran y le agradecí nuevamente.

Caminamos todos juntos y en la cocina vida lo que me esperaba. Un sencillo desayuno que consistía en café, para Mateo y yo, una jarra de jugo, un par de medialunas y un pequeño pastel con el grabado de "Feliz cumple Nila", siendo la "A" de otro color.

—¿Nila? —pregunté mirando a los encargados.

—El glaseado estaba empezando a darnos problemas —murmuró Mateo.

—Mateo se enojó tanto que lo tiró hacia la pared —acusó la pequeña señalado el muro manchado. —Tuvimos que cambiar el color del glaseado.

—Pequeña chismosa —la acusó Mateo y empezaron a pelear infantilmente.

Comencé a reírme y me senté dispuesta a desayunar lo que habían preparado con tanto esmero. Al cabo de un rato se me unieron y me contaron todo lo que habían planeado para este día. Solo sonreí ante cada una de sus ideas.

Mientras me cambiaba para salir a nuestro primer destino, picnic en el parque, me miré en el espejo. Suspiré ante mi reflejo.

"—¿Sabes? Algo bueno debí haber hecho en mi vida, para que llegarás tu en ella—me susurró Gastón al oído.—¡Feliz cumpleaños, princesa!"

Lo extrañaba. Lo extrañaba como no tienen idea.

Salí de mi cuarto y me encontré con mis dos acompañantes esperándome en la sala, con una pequeña canasta. Les Sonreí y entre los tres nos dirigimos a la salida. Cerramos la casa con llave y comenzamos a caminar. Izel caminaba dando pequeños saltitos mientras que Mateo y yo la seguíamos por detrás.
Hablábamos de temas triviales y sin importancia, creo que ninguno de ellos buscaba tocar el tema "Gastón" lo cual entendía completamente.
Una vez llegados al parque, nos ubicamos en un pequeño espacio verde y nos acomodamos. Comenzamos a sacar todo de la canasta y almorzamos tranquilamente.

—Muchas gracias, en verdad, no tenían por que hacerlo —me sincere.

—A mi no me agradezca, la idea fue de esta mocosa —sacudió el pelo de Izel haciéndome reír. —Cuando se me escapó la fecha de tu cumpleaños insistió en darte una sorpresa.

—Pues gracias por unirte y participar, lo agradezco de corazón.

—Creo que Gastón lo hubiera querido así —me sonrió.

—¡Mateo! —lo regañó la pequeña. —Rompiste la regla —se quejó —lo siento, Nina, no queríamos lastimarte —agachó la mirada.

—¿Lastimarme?¿Por qué? —pregunté confundida.

—Es que estuviste todos estos meses triste por él, la idea de la sorpresa era no mencionar a Gastón así estuvieras feliz al menos en tu día —seguía sin mirarme.

Sin pensarlo mucho la abracé cargándola en mis brazos. Le besé la frente y sonreí.

—Lo de Gastón me duele, demasiado, pero tú lograste hacerme muy bien todo este tiempo, y esta sorpresa me hizo bien. Solo tengo palabras de agradecimiento y amor para ti —la abracé nuevamente.

Y no mentía. Izel había logrado hacerme feliz en los momentos en que necesitaba una sonrisa. Se había ganado mi corazón.
El resto del día fue hermoso, había logrado que disfrutara de mi cumpleaños a pesar de las circunstancias en las que me encontraba.

¿Qué Será De Él? |✔|《Gastina》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora