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Jimin sabía que no debía llamarle la atención, era moralmente reprochable. Estaban en medio de una investigación por el asesinato de un hombre, el cual había aparecido misteriosamente en un callejón de Seúl. Y ahora, justo enfrente de él, detrás del espejo unidireccional, estaba uno de los posibles sospechosos, Jeon JungKook.

— ¿Quieres interrogar al bastardo, Park? En su registro sale que es de Busan, apuesto que tendrán muchas historias que compartir — Hanbin pregunta desde el otro lado de la habitación, también contemplando al hombre que esperaba a ser interrogado.

— No es mala idea — Junmyeon, su capitán lo alienta. — Entra y ve si puedes sacarle algo, y si logras hacerlo confesar, los tragos de esta noche corren por mi cuenta.

— Eso espero, quiero terminar con este caso — Suspira.

Llevaba en las fuerzas policíacas más de siete años y fue un milagro que tan pronto hubiera sido ascendido a detective. Se había esforzado mucho para llegar donde estaba, mientras era un simple oficial estuvo como loco tomando turnos extras y demostrando que podía más, y cuando finalmente llegó la oportunidad de ser tomar el examen para detective, no lo pensó dos veces. Llevaba solo dos meses en la unidad de homicidios y estaba más que conforme con su desempeño, aún no tomó el liderazgo de ningún caso, pero se jactaba del gran aporte que era para algunos.

A pesar de ello, este era el caso de Hanbin, pero al hombre que estaba apunto de interrogar... Dios, deseaba poder llevar las riendas de ese homicidio.

— ¡Por fin! ¿Ya me puedo ir? — El hombre levanta la vista y Jimin observó cómo sus ojos se tornaban de diversión a curiosidad. — Oh... ¿Quién eres tú?

— Soy el detective Park Jimin... — Observó hacia atrás esperando que alguien lo acompañara. "Bien" pensó, lo estaban dejando solo en esto. — Señor Jeon — Se aclaró la garganta. — ¿Qué nos puede decir sobre Kim Jisuk? — Arrojó un archivo sobre la mesa de la sala de interrogación, que contenía la foto del cuerpo sin vida del mencionado.

— Pues que se ve muerto, detective — Sonríe con picardía.

Jimin ríe sin gracia, apoyándose contra la mesa, descansando la cadera contra ella. — Por lo menos ahora sé que no le falla la vista, Señor Jeon. Permítame ser más específico, ¿conocía a la víctima personalmente? Tenemos su ADN en el cuerpo.

Jimin observó con detalle cómo el hombre arrugó levemente la nariz para pensar y finalmente una pequeña sonrisa se posó en sus labios, estirándose sobre la mesa y finalmente, tocó su muslo. Jimin se congeló y por un segundo se preguntó si los demás podrían ver lo que estaba pasando a través del espejo.

— Invertía algo de dinero en los restaurantes que tenía, así que solo era una relación profesional — JungKook acarició el muslo de Jimin y sonreía de manera descarada.

— Jisuk no tenía ningún restaurante, Señor Jeon — Jimin se aclaró la garganta. Nunca, ningún sospechoso lo había tocado antes y no podía decirle que se detuviera. Algo en el aura del hombre, no se lo permitía.

— ¿No tenía? Entonces supongo que me estafaba — A pesar de las palabras, JungKook no sonaba ni enojado, ni disgustado, más bien se escuchaba divertido por la situación. En vez de desesperar a Jimin, le atraía más. — ¿Lo que escucho es un acento de Busan?

— Sí, pero ese no es el caso. ¿Cómo es posible que invirtiera en un negocio que nunca había visto?

— ¿Sabes? Hoy en día no encuentras muchas personas de Busan — JungKook se inclina sobre la mesa, quedando más cerca de Jimin y apretando levemente su mano. — Conozco un par de lugares realmente buenos para comer, mantienen ese sabor de la provincia. ¿Te gustaría ir a alguno?

— Señor Jeon, por favor, sigamos hablando del caso — Aunque quería sonar firme, cierto nerviosismo se filtró por su voz. — ¿Puede contestar mi pregunta?

— No me importaría invitarte a salir un par de veces — JungKook muerde su labio inferior y sonríe. — ¿Qué dices?

Antes que Jimin pudiera contestar, la puerta de la habitación se abrió con fuerza, sobresaltando al policía. JungKook por su parte no se perturbó ni un poco, de lo contrario, se tomó su tiempo para retraer su mano sobre el muslo de Jimin y relajarse en el respaldo de la silla. Como si nada.

— Jeon, tu abogado está acá, ya puedes irte — Junmyeon sonaba malhumorado, y Jimin se preguntó si tenía que ver con lo que pasó en la sala de interrogación.

JungKook mantuvo esa sonrisa insuficiente en su rostro cuando se levantó y se acomodó el traje que estaba usando, por primera vez Jimin pudo apreciar la altura del hombre y tuvo que evitar pasar saliva por su garganta.

— Bueno, ya era hora — Pasó una mano por dentro de su traje y sacó un lápiz y un papel, inclinándose sobre la mesa, comenzó a escribir algo. — Ya sabe, detective Park, si quieres probar alguno de los platos que le dije, solo búsqueme.

Levantándose, guarda su lápiz y le da la mano a Jimin. Con paciencia, dejó el trozo de papel sobre su palma y se tardó más de lo debido en separar sus manos, todo eso, sin dejar de hacer contacto visual. Jimin se sentía cautivado por los ojos de JungKook y al parecer, JungKook sentía lo mismo.

— Señor Jeon — El abogado habla. — Es hora de irnos.

Saliendo del trance, JungKook separa sus manos y le regala una última sonrisa, antes de seguir a su abogado fuera de la sala y posteriormente, fuera de la estación.

— ¿Probar algunos platos? ¿Qué es lo que acaba de pasar, Park? — Junmyeon sonaba enojado, acababan de perder un sospechoso y todavía no tenían nada concreto en el caso, pero esa no era la preocupación principal de Jimin.

— Lo mismo me pregunto, capitán.

To the limit →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora