Epílogo

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Jimin levantó la vista del papeleo que estaba rellenando, mirando alrededor se encontró con la estación casi vacía. Eran las tres de la mañana y la mayoría ya se había ido, dejando solo al equipo de la noche, los cuales eran muy pocos y generalmente trabajaban en las calles. Hanbin y él estuvieron trabajando en una serie de casos desastrosos, hace unas semanas un chico se había sentido lo suficientemente inspirado que comenzó a asesinar personas que lo atormentaban en la escuela y todo fue un completo caos.

Desde qué tipo de juicio iba a tener, la sentencia, la forma en la que lo detuvieron, los jurados, etc... Todo fue un desastre. Y ahora Jimin se encontraba haciendo el papeleo.

— Hey, Park — Buscando la voz, se encuentra con Junmyeon quien iba saliendo de su oficina. — Vete a casa y duerme un poco, el juicio del chico no será mañana hasta al medio día.

— Gracias capitán.

Tomando todos los documentos, se alistó para volver a su departamento.

Se sentía miserable y desgastado, mañana tendría todo un día en tribunales testificando para el caso del chico, lo cual no era más alentador. Cuando llegó a casa, dejó los papeles en la mesa que tenía para comer y fue directamente a buscar una cerveza. Observó la hora y vio que casi serían las cuatro. Comenzó a sacar cuentas, si dormía por lo menos tres horas podría alcanzar hacer todo lo que necesitaba.

"Al diablo" A veces era más fácil estar despierto toda la noche y luego recuperar el sueño el fin de semana.

Sentándose con la botella de cerveza frente suyo, observa el papeleo y medita un rato. Amaba su trabajo, como un infierno lo amaba. Adoraba encontrar casos desafiantes donde era imposible resolverlos, con culpables que eran todo un enigma y un misterio, pero ahora mismo necesitaba que su trabajo fuese fácil. No se sentía emocionalmente apto.

Desvía la mirada y contempla su teléfono. Sin pensarlo mucho, marca a JungKook.

Desde la mamada en su auto que no lo había visto y de eso ya iban un par de semanas, tenía miedo de hablar con él y enfrentar lo inevitable.

— Jimin...

La voz ronca del hombre se escuchó por el otro lado y Jimin cerró los ojos por unos segundos, dejándose relajar por el sonido.

— Hey, ¿cómo estás?

— Bien, con algo de trabajo ¿y tú?

Jimin mira el papeleo frente suyo y suspira. — Igual.

Se produjo un silencio entre ambos. Había mucho que hablar, pero ninguno sabía por dónde partir o qué decir. La última vez que se vieron fue tan contradictorio, y a la vez fue tan emocionante. La pasión que sintió había sido tan embriagadora y adictiva, pero debían poner un orden en sus vidas.

— Sabes que nunca te voy a obligar a dejar tu trabajo — JungKook dijo con voz plana y Jimin pudo imaginarse su expresión seria. — Pero tampoco dejaré de hacer lo que hago.

Jimin suspira, eso era lo que necesitaba escuchar.

— Y yo nunca dejaré de ser detective.

El silencio fue la respuesta.

No hacían falta más palabras o más argumentos, solo con esas revelaciones ya sabían donde estaban parados. La línea se corta y Jimin deja su celular de lado. Hasta aquí había llegado todo. Este era el fin.


To the limit →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora