《Karmaland》

15: ¿Él?

Una nueva mañana empezaba en el pueblo, Mack se dio una ducha y se vistió, acomodó su mochila de la Policía, desayunó y salió de casa, afuera de ésta se encontraba Alex, llevaba varios minutos pensado si tocar el timbre o no.

Mack: Hola Alex ¿qué haces por aquí?

Alex: Venía a verte... Y a decirte que Vegetta también quería verte.

Mack: Oh... bueno, gracias por avisarme. -besó su mejilla y se fue.

¿Sólo quería decir eso? O tal vez los nervios le ganaron.

Alex: Si, también quería pedirte una cita, pero como soy un gillipollas, estoy seguro de que no aceptarías. -habló molesto y se marchó.

La chica ya estaba llegando a casa de Vegetta, subió las escaleras y entró, la casa seguía igual, caminó a la sala y ahí estaba Vegetta.

Vegetta: Hola.

Mack: Ho-

Vegetta: No hables, necesito tu ayuda urgentemente.

Mack: ¿Qué necesitas?

Vegetta: Estoy enamorado de una chica, pero no sé cómo decirle y siento que si le digo... nuestra amistad va a acabar, ¿qué hago?

Mack: Dile la verdad, a las mujeres les gusta que ustedes sean sinceros con ellas, bueno, por lo menos a mi.

Vegetta: Vale... La voy a llamar.

Mack: Te espero aquí.

Él caminó a la cocina, sacó su teléfono y marcó el número, el celular de la chica sonó, extrañada, contestó.

Mack: ¿Vegetta?

Vegetta: Me gustas Macarena... Y mucho. -colgó.

Ella lo miró, estaba muy sonrojada, las únicas declaraciones que ha vivido son la de Sheep y ésta, era vergonzoso.

Mack: Me tengo que ir, tengo muchas cosas que hacer, nos vemos luego. -habló rápido.

Salió de ahí lo antes posible, al cruzar el pueblo se encontró con Alex y Fargan, éstos, al ver a la chica tapándose el rostro, se preocuparon y fueron con ella.

Fargan: Hola. -le sonrió.

Mack: Tengo cosas que hacer, adiós.

Alex: Espera. -agarró su mano.

Mack: ¡No hagas esto más difícil!

La chica estaba que se moría de la vergüenza, pero Alex no dejó que se fuera, la abrazó e hizo que empapara su traje en lágrimas, no le importaba, lo que le importaba era ella.

Fargan: Yo... vaya, me habló Willy, hasta luego. -se despidió un poco incómodo.

Alex: ¿Vamos a mi casa?

Mack: Vamos.

Caminaron hacia su casa, subieron las escaleras y entraron con Jimmy, se sentaron en el suelo y empezaron a acariciar a Jimmy.

Alex: ¿Quieres contarme lo que pasó?

Mack: Es que... Vegetta... se me declaró.

Alex: Oh... ¿qué le dijiste?

Mack: Nada, no pude y no pienso contestarle, prefiero salir contigo que con él.

Alex: Eh... bueno... -se sonrojaron.

Mack: Quiero decir, de la forma bonita, sólo que... -suspiró- soy un desastre.

Alex: Pero un desastre bonito.

Se miraron, no sabían si hacerlo o no, pero él tomó la iniciativa, se acercó, miró sus labios y la besó. Tenía tanto tiempo deseando besar esos labios, pero no podía, sabía que Fargan, Rubius y Vegetta estaban locos por ella, pero cada vez que veía a la chica, cada vez que sonreía, cada vez que su cabello se movía con el aire, cada vez se iba enamorando más y más.

Alex: Por favor, no digas nada... corresponde cuando estés preparada.

Mack: Gracias Alex. -le sonrió.