Amor Prohibido. | Jelsa ✓

S E I S

Anna...

No podía parar de llorar, todos despertaron bien pero Elsa, ella no a despertado y su respiración es muy débil, tengo mucho miedo de que muera. Estamos todos en la uni, no puedo concentrarme todo está terrible.

                — En... Hola.— la voz de un chico me despierta de mis pensamientos. —en... ¿hoy no vino Elsa? —pregunta rascándose la nuca.

Su voz, me es tan familiar, es como si la... escuche anoche sólo que está es tan... dulce y tímida. Me da ternura pero no se que hacer. Sus voces son tan parecidas, lo miro detalladamente sus cabellos blancos, sus ojos zafiro y piel blanca, este tipo no me da mucha confianza.

                  — Tuvo un accidente con esos monstruos chupa sangre.

Hable muy molesta.

                 — Ósea que, ¿a muerto?

Pregunto un chico temeroso, era un admirador de Elsa ya lo sabía pies ella es muy bonita.

                — No, espero... esta muy mal.

Dije bajando la cabeza, el chico suspiro aliviado, estaba asustada y en los ojos de el se podía ver la preocupación y miedo.

                 —¿Puedo verla?

Me pregunto, sólo le asientó para que vea mi afirmación; sonrei ya que se veía muy preocupado.

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JACK...

¿Un vampiro la atacó? ¿quién se atrevió a atacar a MI..., mi, mi que? Ella no es nada mío. Pero aún así la preocupación no deja de aparecer en mi, ella ni nadie me importa; quedé con Anna, si ahora se su lindo nombre, después de la univercidad iríamos a ver a su hermana, ¿porqué hacia esto? Cierto, para molestar al imbécil.

Caminábamos a su casa mis amigos me acompañaban, Eugene habla muy entretenido con Rapunzell, Hiccup habla de doportes con Mérida, Anna charlaba animada con al parecer una de sus compañeras, y yo camino al lado de Hans.

                  — Entonces... tu... estas enamorado de Elsa.

Hablo Hans. Yo sonrió en mi interior, él esta enamorado de ella... ¡¡CIERTO!!.

                  — Tal vez, es una chica hermosa y encantadora... cualquiera se puede enamorar de ella, incluyendome.

Sólo quiero molestarle, su cara se tornó roja de la furia mirándome con odio intenso, le sonrió con malicia.

             — ¡¡Oyeme!!

Estaba por golpearme, me tiro para atrás pero Eugene toma su mano.

             — ¿Qué crees que haces Hans?

Hablo serio mi salvador.

                 —Si Elsa estaría aquí te iría muy mal.