capitulo 2

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 Cinco la doc.

Una persona no deja sus antiguos hábitos por más que deje de existir para el mundo. Sigo amando a los animales, caminar bajo la lluvia, el café fuerte en mañanas frías, sonreír a quien necesite una sonrisa por más que por dentro este quebrada. Meditar, realmente amaba meditar, ya desde que comencé a estudiar medicina lo hacía, para aliviar el estrés de tener que lidiar con estar en constante contacto con la vida y la muerte, que suponía tener que salvar vidas y en ocasiones ver que no se podía hacer nada.

Hice yoga en mis épocas de estudiante y seguí con esta práctica ya siendo doctora, ahora aun siendo un fantasma sigo profesando esta disciplina.

La misión de Florencia tenía ya fecha y se acercaba vertiginosamente. Esa mañana llegue temprano al entrenamiento, mi propósito era hacer yoga antes de que llegara todo el equipo.

Me encontraba ejecutando la postura del loto cuando una voz grave me saco de mis pensamientos, abro los ojos para encontrarme con un hombre que me observaba, con una mueca divertido, desde el umbral de la puerta.

Fiel a su estilo de decir lo primero que está pensando me dice:- haces yoga? Entonces debes ser muy buena en el sexo-. Lo fulmino con la mirada, definitivamente mi idea era relajarme, no exponer mi intimidad con alguien que apenas conozco.

A Cuatro parece no importarle lo intempestivo de su pregunta y sigue hablando como sin nada

- tenía una amiga, bueno amiga con derechos, que siempre hablaba de los beneficios del yoga-.

Al rubio no le interesaba mucho si tuviera receptor, él hablaba, no dialogaba, y así mientras me incorporaba y recogía mis pertenencias el seguía parloteando.

–según mi "amiga" – dice levantando ambas manos e indicando comillas cuando pronuncia amiga- el yoga te hace más flexible, bueno ya sabes tú para qué.

Definitivamente tenía que intentar tener un buen trato con el skywalker después de todo estábamos en el mismo equipo, el cuidara mi espalda y yo la suya, solo nos tenemos a nosotros.

- Que hay cuatro? Pregunto con tono desenfadado.- Listo para Florencia?

- Yo nací listo señorita!-. Me responde en español con acento británico. Lo cual me pareció increíblemente tierno, y sonreí al tenerlo enfrente de mí. El rubio esbozo una media sonrisa.

Hasta el momento no me había percatado de los rasgos encantadores de mi compañero de escuadrón. Cuatro el alto, 1,78 aproximadamente, cuerpo atlético que evidentemente no lo obtuvo en un gimnasio, creo que se debe a su afición a saltar, trepar y correr por edificios. Manos amplias y sólidas. Y su rostro parece no concordar con su cuerpo ya que tiene un aura de niño afable que no hace daño a nadie. En conjunto resulta muy atractivo, tendría que estar muerta para no reconocerlo.

-Si ya terminaste de analizarme podemos reunirnos con el resto del equipo? Cuatro me increpa canchero. Sacudo levemente la cabeza como para suprimir los pensamientos sobre lo guapo que resulto ser mi colega.

– Ya quisieras que te analice respondo y juntos nos encaminamos para encontrarnos con los demás.                                                                

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Cuatro el skywalker.

Desperté antes del alba, bueno si se puede decir que pegue un ojo en toda la noche. El motivo de mi insomnio? La misión de Florencia está a la vuelta de la esquina.

Tengo la cabeza a mil revoluciones por minutos. Debo bajar esta ansiedad y me dispongo a hacer lo que siempre hice para tranquilizarme: dejar que la adrenalina explote en mi cerebro. Para eso tomo mi skate y me dirijo a la rampa a hacer skateboarding.

Pasado un buen rato ya me siento más calmado; la alarma del reloj me indica que es la hora pactada para que el escuadrón se reúna, hoy no es un cualquier día, hoy nos revelaran el plan para la misión en Italia.

Llego al predio ubicado en el desierto de California, me adentro al viejo edificio en ruinas y voy directamente a la "baticueva"; al cruzar frente a una vieja habitación me encuentro con Cinco, ella está concentrada haciendo yoga, recuerdo que tenía una novia que siempre estaba fastidiando con que haría un curso de yoga, porque escucho que un cuerpo flexible facilita mejores posiciones sexuales; no me oponía a eso, siempre estoy abierto a nuevas experiencias, la cuestión es que nunca fue al maldito curso.

Tuve muchas visitas al hospital debido a mi afición a los deportes extremos pero nunca me atendió una médica tal ardiente como Cinco. Sé muy bien que Uno no quiere que seamos tan cercanos entre nosotros pero eso no impide que aprecie sus encantos, la doc, una chica con rasgos latinos tiene una belleza realmente exótica. Estaría realmente muerto si no notara eso.

No interactuamos mucho, siempre que intento entablar una conversación con ella me observa como a un bicho raro. Hoy no fue la excepción, al hacerle una pregunta para romper el hielo, me fulmino con la mirada.

En cambio tiene mejor química con Seis, lo cual no me parece raro pues él es el chico bueno que una chica presentaría a sus padres.

Al menos le saque una sonrisa al decirle un par de palabras en español. Eso ya es un buen comienzo.

6 underground four&fiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora