3. Comenzo el cambio

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Una molestia en la nuca hizo girarse y se encontró con una mirada diferente, ese chico que siempre estaba rodeado de mujeres hermosas pero fáciles del colegio la miraba diferente; comprendió que estaba cambiando  cuando otro de los chicos guapos del colegio le hizo un halago y le cedió la silla de la ruta; impactada no supo que decir, escasamente de sus labios salió un gracias algo apagado y tímido.

Esa noche a la luz de la luna y sola en su habitación le rogó a Dios con el alma y con fe, que le brindará un hombre bueno, cariñoso, responsable, atento, que no fuera como su padre un hombre que con el tiempo se volvió borracho y mujeriego.

Ella deseaba un hombre que la amara hasta con la médula, que le enseñará lo que en realidad fuera amor y le prometió a Dios que daría una parte de su amor y su corazón a ese ser bondadoso y virtuoso que le había pedido.
Pero no toda petición es perfecta, aunque si oída y concedida; al cabo de un año, Dios le brindó su regalo, llegó como del cielo un hombre hermoso, no sólo físicamente sino también de corazón, Ada lo vio y se dio cuenta que Dios le había dado su promesa y que ella debía de cumplir la suya; no fue necesario insinuarse mucho, solo dejar que él viera una parte muy pequeña su cuerpo, uno perfecto que Dios le había brindado y que Cuidaba con recato debajo de unas faldas largas de colegio y una sudadera algo grande.
Se hizo amiga de ese hombre maravilloso, conoció que se llamaba Felipe y que estaba un poco de paso por su pueblo cubriendo una vacante que había surgido en la compañía, era de la capital, único hijo varón y tenía una pequeña finca donde contaba con una vaca y un ternero.

Su vida cambio con el pasar de los meses ya que sucedian cosas inusuales entre ellos, Ada por su parte sentía mariposas locas en su estómago cuando lo veía  y el aprovechaba cada momento a solas para darle un regalo y decirle palabras bonitas.
Con el pasar del tiempo Ada descubrió que era querer, aprendió con Felipe que era eso que llamaban amor, arreglaban citas clandestinas y en una de ellas él le prometió enseñarle todo antes de marcharse.

Le hizo jurar a Ada que después e terminar su colegio se marcharía del pueblo, no se quedaría cuidando del campo estudiará en la capital lo que quisiera y que sólo regresaría de vacaciones o de forma indefinida cuando sintiera que era el momento.  En silencio prometieron que su amor sería su secreto para que perdurará y para poder pasar tiempo solos, además para que a él lo cambiarán antes de ella marcharse, nunca se prometieron amor eterno con sus palabras pero en sus miradas decían lo mucho que se adoraban.

Comprendió que era sentir celos, cuando mujeres coquetas se le acercaban a Felipe, cuando le hacían la cacería para poder tratar de atrapar su atención, sin embargo Pipe como Ada le decía de cariño nunca se mostró incorrecto en lugares públicos y siempre supo salir airoso de las trampas en las que caía.

Después de algún tiempo y de esas semanas donde Ada sentía que los celos se le salían por los poros; Pipe la espero bajo la lluvia y con su fuerza la llevo a un lugar seco aunque oscuro; a pesar de la noche Ada no sintió miedo ya que Pipe con caricias expertas y besos salvajes le calentó no sólo el cuero, sino también el alma.

Un Amor Sin GloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora