C A P Í T U L O : 11

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— ¡Llegó el fin de semana!

— ¿Y?

— Recuerda que me debes acompañar a la fiesta

— Tengo muchas tareas, creo que no podré ir

— ¡Pero me lo prometiste!

— Mira Christopher, tengo cosas que hacer, no iré

— Eres una mala hermana

Salió de la habitación dando un portazo

— ¡Idiota!

Mis padres aún no habían regresado a casa, mi hermano según eso llegaría a la mañana siguiente.

— ¿Casa sola?

— Tal parece — Me encogí de hombros — ¿Que quieres, Richard?

— Solo quería saber cómo estabas

— ¿Que le pasó a tus alas?

— Ese es mi color natural de alas — Dio un giro sobre su propio eje — ¡Son Geniales!

— Son hermosas, son únicas — Le sonreí — Y estoy bien

— Si es como una ala buena y la otra mala

— No lo considero así

— ¿Entonces como lo consideras?

— Una es blanca y la otra es negra, es como un arte único que solo tú llevas.

— Gracias por el cumplido — Me sonreí y yo a él — ¿Quieres venir a caminar un poco?

— No, es que últimamente ando un poco ida de este mundo

— ¿Pesadillas? ¿Recuerdos? — Inquirió

— Sueños un poco extraños.

— Caminar ayuda a despejar la mente

— ¿Y si mi hermano llega?

— No creo que venga a esta hora. A de estar ya muy borracho con tanta sangre que ha tomado

— No debí haberlo dejado solo — Mire hacía el techo

— Él ya se sabe cuidar, él va a estar bien

— Richard, en verdad me encantaría aceptar tu invitación pero no puedo — Le sonreí

— Está bien. ¿Vemos una película?

— Está bien — Le sonreí

— Está bien — Le sonreí

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— ¡Buenos días!

Sabía que nadie iba a contestar, me encontraba sola en casa. Pero lo hice por locura.

Richard se había ido anoche y yo no me había dado cuenta.

Me bañe y desayuné, luego me termine de organizar y me senté en el sofá a esperar a mi hermano.

Me estaba quedando dormida cuando siento que cierran la puerta.

— ¿Por qué estás vestida así?

— Christopher es solo una camisa

— No, no es solo una camisa

— Era tu camisa — Rodeé los ojos

— Quítate la

— ¿Por qué?

— Porque si

— Pues no lo haré — Me acerque a él — Tu me la regalaste

— Te la quitas o te la quitó — Él se acercó a mi

— Ya me iré a cambiar — Empecé a subir las escaleras.

Entre a mi habitación y se encontraba Thomas en mi cama

— ¿Que haces aquí?

— Vine a invitarte a salir

— No quiero salir hoy

— Debes de disfrutar la vida

— No tengo ánimos — Mentí

— No te creo

— Mira Thomas, últimamente no me siento muy bien que digamos

— ¿Por qué?

— Porque la gente este año está cambiando, ya no es lo mismo. Yo me siento diferente

— Es normal, la vida tiene sus subidas y bajadas, y solo a veces la gente cambia ya sea para el bien o para el mal.

— Es que actúan muy raro conmigo

— ¿Quienes?

— Mi familia, amigos y personas que no conozco pero que si me conocen a mi

— Todo va a estar bien.

— Esa palabra ya no la utilices

— Heimy, yo te quiero ayudar a entender al mundo

— Gracias, pero nadie puede ayudar

— Ponte una ropa más decente, hay cosas que hay que aclarar

— Te dije que no...

— Tienes que salir quieras o no — Él se fue hacia la ventana. — Te espero en el bosque.

Suspiré

Estaba empezando a querer desaparecer o olvidar

— Christopher voy a salir

— ¿A dónde vas?

— Iré a caminar un rato

— ¿Sola?

— Si, ¿algún problema?

— No, pero ten mucho cuidado — Me dio un beso en la frente — Vuelve temprano

— Lo haré — Le bese la mejilla.

Mi hermano, era una persona genial pero últimamente estaba extrañando como era antes. Era una persona alegre, mujeriego pero sobre todo un gran hermano, era el mejor de todos.

Pero todo eso se estaba yendo al carajo, él estaba cambiando y no sabía el porqué.

— Hola

— Thomas, espero que no me demores tanto.

— Mi padre quiere verte

— ¿Quien es tu padre?

— Es él alfa de nosotros

— Entiendo. ¿Pero por qué me quiere ver?

— Te debe de decir algo importante

— ¿Tu le has hablado de mi?

— No, al contrario él me ha hablado mucho de ti.

— Debió ser amigo de mis padres

— No, nunca fueron amigos.

No dije nada, solo me límite a seguirlo hasta la casa de él

— ¡Padre ya llegamos!

La casa era de doble piso, era muy cómoda se notaba la tranquilidad en esa casa, todo estaba en su lugar, era genial esa casa.

Él padre de Thomas bajo las escaleras y me miró fijamente.

— ¡Hija! ¡Mi querida hija! — Él se acercó a mi y me abrazo — ¡Te extrañe demasiado, hija!

(...)

¡Que lindo que se reencontraron!

Lástima que lo bueno no dura tanto...😏🤗

Unidos Por Toda La Eternidad (C.V) ✯EN PROGRESO✯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora