In the woods somewhere

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Charlie iba al límite de velocidad dentro del pueblo, sentía como todo su cuerpo era invadido por un cosquilleo debido a la adrenalina y ansiedad que le provocaba el posible pequeño descubrimiento.

Se detuvo frente al bar observando como los letreros luminosos de este ya se encontraban apagados señal de que el bar ya estaría cerrado, aunque sabía que Husk aun estaría adentro limpiando y realizando el corte de caja de esa noche. Observó un poco a través del cristal del auto el ambiente tétrico que empezaba a envolver al pueblo y el cual predominaba durante las madrugadas alentado por la soledad de las calles y ruidos provenientes del bosque.

Apago el motor del auto y bajó para dirigirse a la puerta trasera del bar, donde esperaría a que el mayor saliera, pero se congeló ante un ruido algo peculiar que ella podía reconocer a la perfección como sonoros besos y leves gemidos, haciendo que su rostro se sintiera caliente al instante, y fugaces imágenes de algunos de sus sueños con Alastor se hicieran presentes, sacudió su cabeza en busca de ahuyentar aquellos pensamientos. Ella necesitaba estar ahí para hablar con Husk acerca de lo que sabía de Alastor, ella apenas lo recordaba como fragmentos borrosos y dispersos de un largo sueño, además de que las ocasiones en las que hablaron en sus sueños el solo se limitaba a escuchar, además de lo poco que había leído en aquel maltrecho diario.

Empezó a avanzar dando pequeños pasos hacia la parte trasera del bar intentando ignorar los sonidos eróticos que se producían en aquel momento, aunque terminó por detenerse en la esquina perdiendo un poco el valor para interrumpir a quien se encontrara ahí, aunque el morbo de la curiosidad se hacía presente en ella, así que decidió indagar un poco espiando desde la esquina del bar. Cubrió su boca al darse cuenta que uno de los protagonistas de aquella escena eran el propio Husk quien devoraba los labios de Ángel, el cual parecía deshacerse entre las manos del mayor las cuales se deslizaban al interior de su camisa.

— Ángel– Husk terminó por escupir de forma sensual el nombre del menor, para llevar una de sus manos al trasero de este apretándolo haciendo que Ángel gimiera solo para callarlo con un profundo beso que fue roto únicamente por la falta de aire por parte de ambos — ve a dentro en unos momentos te alcanzo – dijo dando una pequeña nalgada a Ángel que le plantó otro beso suave en sus labios para susurrarle un «Te estaré esperando, Daddy».

— ¿Niña acaso tus padres no te han enseñado que espiar de mala educación? – Charlie salto ante aquella declaración por parte de Husk era obvio que se refería a ella, salió de del costado del bar que había servido como escondite con el rostro notablemente sonrojado y una sonrisa incómoda.

— No seas tan rudo con ella, Husk – hablo una pequeña sombra que salía entre los arbustos cercanos asustando a ambos — después de todo es inevitable observar tan maravillosa escena – dijo Niffty sacudiendo y limpiando su vestido de cualquier suciedad que pudiese haberse adherido a esté, dejando salir a su paso una dulce y traviesa sonrisa y proceder a guardar lo que parecía una cámara en su bolso.

— ¡Pero que mierda! ¿Cuánto llevas ahí? – exclamó Husk con un rostro enfadado que disfrazaba un tenue sonrojó. Aunque no lo expresó abiertamente el hecho de que Niffty lo hubiera estado espiando sin que él se hubiera dado cuenta le perturbaba.

— ¿Y qué demonios haces aquí? sabes que no debemos estar juntos – reclamo Husk a lo que Charlie era una mera espectadora de la escena, de la cual no entendía nada ¿qué hacía Niffty ahí? Aunque presintió que ella sabía la respuesta recordaba que él había dicho que también tenía una amiga en el pueblo la cual amaba las canciones de Sinatra ¿Por qué Husk había dicho aquello de que no debían estar juntos?

— Llevó lo necesario – dijo sonriendo de forma traviesa haciendo que Husk volteara el rostro claramente avergonzado — Y estoy aquí porque él me dijo que viniera – contesto Niffty mostrando un pequeño papel doblado, lo cual hizo click en la cabeza de Charlie y que la llevó a arrebatar aquella nota de la mano de Niffty, aunque no fue capaz de siquiera de tomarla del todo cuando esta se incendió consumiendo aquel papel al instante — Oh! lo siento Charlie, el suele ser algo precavido – contesto Niffty que pareció no importarle mucho el hecho de que ella le hubiera arrebatado el papel de entre las manos.

The Forest [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora