Estaba asustado, me había entregado a Derek, el Sourwolf más Sourwolf del mundo. Estuvo anoche conmigo, pero no estaba seguro si fue por su celo o porque en verdad me quería. Me había levantado hace 5 minutos, no podía moverme, en primera porque me dolía absolutamente todo y en segundo porque él me estaba abrazando como si su vida dependiera de ello. Espero que no esté molesto, porque yo amo a Derek, no podría estar lejos de él, no lo soportaría.
- Deja de pensar, puedo escuchar a tu cerebro sacando chispas – me dijo, para enseguida darme un beso en la mejilla, me puse rojo inmediatamente – Buenos días precioso, ¿Cómo te encuentras? – me sonrió, de verdad, era un sonrisa sincera, mostraba lo feliz que estaba. Yo también estoy así, ahora más tranquilo de saber que no se lo tomó mal.
- Buenos días Sourwolf, estoy bien, solo un poco adolorido. Veo que tú estás mucho mejor.
- Nunca he estado mejor en mi vida, voy a traerte una pastilla y luego haré el desayuno, no te muevas de la cama, es mi turno de atenderte ¿Okey?
- Wow, has hablado más de una oración, estoy orgulloso de tu avance. Te agradecería mucho que hicieras todo eso, enserio que no puedo moverme – ahí estaba, el sonrojó de mis mejillas mostrando lo avergonzado que estaba.
- Es lo menos que te mereces, además necesitas recuperarte para la siguientes rondas – se paró de la cama y me guiñó un ojo.
- ¿Siguientes rondas?, Me voy a romper Derek, no es como que tu amigo sea una miniatura para que aguante todas la entradas y tampoco eres muy delicado que digamos, no es que no me guste, de hecho me encanta, pero necesito un descanso.
- Descansaras mientras desayunes, necesitamos recuperar el tiempo perdido. Aún no te perdonó que estés en una habitación con Scott y Jackson casi desnudo.
Después de desayunar, cumplió su palabra no fue una ronda, fueron las rondas. Incluso cuando nos metimos a bañar. Me dejó descansar como a la 1 de la tarde, la hora de la comida. Él estaba haciendo de comer de nuevo, amaba que me tratara así, podría acostumbrarme a esto. Al principio tenía miedo, ahora estaba seguro de que me quería tanto como yo a él. Además me había dicho que me había marcado, eso significaba que estaríamos juntos pase lo que pase, era mejor que casarnos, eso no quitaba el hecho de que quería hacerlo en un futuro, pero prácticamente estábamos amarrados el uno al otro.
- Bebé la comida está lista, ¿Bajas o te subo la comida?-
- Voy a bajar, aún puedo moverme, con esfuerzo creo, mejor ven a cargarme.
- Lo que mi Rey deseé -
Olía delicioso, ¿Hay algo que no haga bien esté hombre?, Era muy afortunado de que me quisiera, que deseara estar conmigo.
- Vamos a hablar con tu padre ¿No?
- ¿Si?, Por mi está bien ¿Pero estás seguro? ¿Estás dispuesto a soprtar una bala con acónito?
- Stiles, después de marcarte no habrá forma de que esté lejos de ti sin volverme loco. Estoy dispuesto a eso y más por ti, sólo por ti.
La comida transcurría tranquila, era el chico más feliz de este maldito mundo. Derek iba muy enserio conmigo. Claro, así lo era hasta que Peter tocó la puerta de la casa, lo supe porque MI Sourwolf me había dicho que venía hacia acá.
- La pareja feliz al fin paro, deben saber que hicieron demasiado ruido, se escuchó como a 5 esquinas de aquí, espero que no tengas vecinas chismosas Stiles.
- Cállate Peter – le dijo MI Derek.
- Cómo sea, ¿Usaron protección verdad?
- JAJAJAJA, ni que fuera una chica, ¿Estás ciego?, Es obvio que no puedo quedar embarazado.
- ¡¿QUE no usaron?!, Ay sobrinito, tengo miedo de que te hará el Sheriff cuando se entere de que no solo desvirgaste a su hijo, si no que también lo vas a hacer abuelo.
- Deja de molestar, eso no es posible. Además si fuera así ¿Por qué no me advertirte idiota?
- Pensé que había sido demasiado claro con lo de “aumentará la familia Hale” ¿Para qué crees que es el celo chucho iluso?
- Para reproducirse – dije yo, estaba estupefacto.
- Tranquilo Stiles, si esto llega a ser verdad, lo afrontaremos juntos, estaré muy feliz de forma mi familia contigo ¿Tu no lo estás?
- Claro que sí Sourwolf, no hay nada que me haga más feliz en la vida.
Mi Derek cumplió su promesa, estuvo conmigo en todo momento, a los 5 meses nacieron nuestros mellizos, Claudia Thalia y Jhon. Mi padre al principio se enojo, pero después lloro de felicidad, dijo que ya sabía que era gay, que al enterarse pensó que nunca tendría nietos, por lo que está era una excelente noticia, nos felicitó a ambos y que contaríamos con su apoyo. Peter también estuvo con nosotros, al igual que toda la manada. En un año sería nuestra boda, pero Derek y yo, ya éramos uno solo desde hace mucho, desde que nos conocimos, porque de una forma u otra, siempre estuvimos en el momento indicado para defendernos.
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