Eras mi diosa y el demonio a la vez.
En un juego de ajedrez te vi sonreír, Por ver mi cuerpo desnudo otra vez.
En un juego de ajedrez, era un blanco peón y tu mi reina negra.
Temblaba de miedo cuando la ópera se solía escuchar, y a mi escondite me venías a buscar.
Mis manos atadas solían estar, mi rostro húmedo por lágrimas de soledad.
Mi querida reina, soy un blanco peón que se convierte en negro.
Tus frias caricias me hacían temblar, y tus besos pinchaban como rosas, rosas que jamás se iban a marchitar.
La ópera dejaba de sonar, y el juego de ajedrez volvía a comenzar...
Me enseñaste a jugar, me enseñaste a danzar.
Eras diosa y demonio a la vez, te amaba y odiaba también.
Tu húmeda lengua mi cuerpo solía recorrer, y por estar atado, yo no podía correr.
El peón ante la reina se arrodillaba, dejando en su rostro agua caer.
Mariposas en las paredes habían, y por mi llanto tu sonreias.
Me proclamabas tu amor, pero una reina como tu, no debía amar a un peón.
Y la ópera volvía a sonar, y a mi escondite me venías a buscar...
Amada reina mía, Ya no soy un blanco peón...
Te quiero Y odio a la vez, quiero contigo volver a jugar ajedrez...
Pero yo seré el rey negro y tu un peón, al cual yo he de matar y así el juego terminar.
-Escritos de un Arlequín.
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Escritos de un Arlequín.
PuisiPoesía gótica, y pensamientos de un Arlequín, relatando en ellos su diario vivir.