|C a p í t u l o 6|

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El camino que tuvo que recorrer.

~•~•~

Su proceso no fue fácil. Fue duro y agotador.

Su vida giraba en torno a las clases que lo sometían a un cansancio inminente, apenas podía interactuar con su hija y lamentaba eso. Perdía tiempo sagrados con ella porque la escuela e inclusive el trabajo que consiguió como mesero en un café-restaurante lo absorbían por completo, más aun, ocupando los turnos de la noche a aquellos trabajadores que no podían llegar por alguna circunstancia. Y así, el dinero pasaba a ser suyo, claro, él no tomaría el turno de otros sólo porque sí sin nada a cambio.

Trabajaba en la tarde y en la noche por los turnos que tendía a cubrir. En la mañana le quedaba tiempo para tener a Sarada a su lado mientras hacia los trabajos.

Las materias no solían ser difíciles para él, les entendía a la perfección y era el mejor de su clase. Aunque se miraban pesadas, pudo sobrellevarlas. No eran un problema para él.

Lo que sí le llegó a irritar, era ser acosado por las muchachas. Siguiéndolo de aquí para allá como si les tuviera algo de sus pertenencias; algunas eran túmidas pero otras se le insinuaban a lo descarado. Vaya, no importaba los días que estudie, jamás dejaría de ser perseguido.

Sasuke no duda de su atractivo, pero cree que es bastante frustrante que se le acerquen únicamente por su físico. ¿Si no fuera atractivo, andarían persiguiéndolo toda la santa mañana? ¿Y si fuera un Nerd, también? Le asquea de gran manera y hacía lo posible por soportarlas aunque su paciencia llegase al limite.

Y no solo ahí era presa de las miradas insinuantes de las chicas, le causaba gracia irónica al recordar que en el café-restaurante no se salvaba de las féminas y sus coqueteos. Esas miradas que le dicen de todo y que desagradablemente se sentía desnudo ante las miradas inquisitivas de cada una de las mujeres que atendía.

Cada que las atendía los piropos no dejaban de llegarle, y parecía que aquel uniforme que usaba dejaba ver más aun su belleza. El uniforme era de color rojo, con un delantal blanco rodeando su cintura y unos bans del mismo color conformaban el conjunto; sus piernas largas eran un deleite para las susodichas que no le quitaban el ojo de encima ni por un momento.

Al día siguiente, volvía a ver a las mismas mujeres y así sucesivamente. Le cansó, y lo que se le ocurrió fue decirles a cada una de ellas que era felizmente casado con una mujer que amaba mucho y que también tenía una hermosa niña.

Sí, mintió con lo de "felizmente casado con una mujer que amaba mucho" aquellas palabras tuvieron un sabor agridulce y que su ya frágil corazón se retorció por eso.

Le dolió.

Dolió decir eso cuando en realidad no era cierto. Pero lo hizo por detener el coqueteo de esas mujeres. Funcionó. Quería creer eso, pues el semblante de ellas se les vio recaído.

Sonrió sublime.

Las volvió a ver pero no hubo nada más que sólo sus pedidos y ya.

Ante todo eso, indudablemente el cansancio era notorio a cualquier ojo humano; las ojeras oscuras por debajo de sus ojos se notaban mucho y era algo que le restregaban en la cara una y otra vez. Mas Sasuke se hacía el de oídos sordos, evadiendo cada cometario que le decían.

Dad And Baby [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora