México

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   Estaba aterrado, ya hace más de seis meses me tuve que despedir de este lugar Y ahora estoy acá de nuevo, sólo mi familia sabía del accidente y no quería que nadie más lo supiera
   Me encontraba bajando del avión, después de aterrizar en la capital, después llevado por un carrito por toda la pista hasta llegar a migración, todo normal y luego los vi...
   Eran mis abuelos y mi tía, me fui corriendo a abrazar a mi abuela, me recordaba tanto a mi madre, enserio la extraño
-Te extrañas un chingo mijo- dijo mi tía, se llama Gloria, una mujer de 32 años, morena, cabello oscuro y lacio
-Y yo a todos ustedes- dije

-Enflacaste mucho mijo, pero bueno Pues, cómo te va allá en gringolandia- dijo
-La beca me ha servido mucho- dije
- Estoy muy orgullosa de ti mijito- dijo mi abuela, una señora muy amable y con buenos modales, se veía llena de vida aunque ya se le notaban arrugas y un poco de canas
-Muchas gracias- dije -¿y cómo están las cosas acá?-
-Como siempre, aquí la cosa nomás no cambia- dijo

   Me sentía seguro, sabía que acá Daniel no podía encontrarme, desde el coche veía a antiguos vecinos que aún reconocía pero talvez ellos a mí no
-Invitamos a los amigos a una fiesta para celebrar que estás aquí- dijo mi abuela
-Pero eso no es nada importante- dije
-Lo es para nosotros- dijo

   Estaba a unos pasos de llegar a la puerta de mi casa, el sólo hecho de que todos estarían ahí me aterrorizaba, quería comer
   Estaba abriendo la puerta de mi casa cuando escuché por dentro
-¡SORPRESA!-
   Gritaron todos pero hubo después un silencio incómodo, como si hubieran visto a un completo desconocido
-Mi nieto ha regresado- dijo mi abuela que venía justo detrás de mí
-Pues bueno ya hace hambre ¿no?- dijo mi tía mientras se dirigía a la cocina a empezar a servir la comida
   Mientras tanto todos me abrazaba dándome la bienvenida, Carlos, mi único amigo desde la infancia y yo nos tomamos una foto, la cual subió a su perfil, etiquetándome y después de un tiempo recibió muchas reacciones de asombro por parte de ex compañeros

-Y bueno ¿Qué no te alimentado bien o por qué estás tan flaco ya?- preguntó un familiar mio
-Les diré la verdad, tuve un percance- dije
-Ah chirrión ¿qué significa eso?- preguntó
-Pues alguien me golpeó en el rostro fracturándome la mandíbula y la nariz, haciendo una reconstrucción total de mi nariz y poniéndome alambres raros en la boca- expliqué
-¿Y eso qué tiene que ver con que hayas enclavado?- preguntaron
-No pude comer nada sólido por varios meses, eso hizo que perdiera peso- dije
-Vaya, quiero que me pase eso- exclamó el hijo de un vecino, era regordete, pero talvez no tango como lo era yo
-No fue mágico, fue doloroso- dije
   Todos se quedaron en silencio al escuchar mis palabras frías y desalentadoras, mi tía interrumpió ese silencio
-Pues como ya puedes comer, dale a todo lo que veas- dijo
   Sólo sonreí mientras comía lo que habías preparado, un buen mole, no como el de Estados Unidos todo feo y raro, este era un verdadero mole, lo que extrañaba mucho también
-¿Y no ha caído rendida una huerta?- dijo mi abuelo
-Jajajaja, no- respondí aunque quería decir que me había enamorado perdidamente de un psicópata...

TODO POR LA CORONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora