20)✨ Hasta ayer era nuestra historia, hoy es el fin✨

1.2K 78 8
                                    

Pov Mariana

Cuento los pasos hasta llegar a la oficina con el ánimo en el suelo y la dignidad en la corteza terrestre pisoteada por un mujeriego que no merece que mis avellanas se tornen vidriosos, entre Jean y yo solo hay indiferencias e incompatibilidad en las cosas.

Quizás llegar con Tomás en la mañana fue la peor decisión que he tomado en toda mi hermosa vida, nuestra historia es igual a una puesta en escena en un teatro, mientras el telón se abre todo empieza a moverse cuando el telón cierra los personajes dejan de actuar viviendo por santiamén la realidad.

La historia del dueño de esos pozos azules y mía se encuentra escrita en capítulos especiales directo al olvido. No cabe duda que sus besos, sus labios, su voz todo me encanta lastima que siempre me termina decepcionando cuando estoy cerca de arriesgarme a nadar en su enorme océano.

El tick tock de la puerta hace que salga de mis pensamientos observando a Lucinda con rostro de desamor y amargura, al parecer estamos iguales, sufriendo por hombre cuando una mujer sufre por algo que le halla hecho un hombre que le guste tiene el mismo rostro que la secretaria del amigo de Jean. Constantine Perrier.

— Te pasa algo Lucinda replicó tomando un bolígrafo de color negro seguido de leer y firmar unos documentos traigos por mi ex colega.

  —No me pasa nada señorita Gómez! Dice quitando sus lentes y volviendolos a colocar en sus delgado rostro

     —Estas enamorada de un hombre que te rompe el corazón con cada esqueleto que se mueve digo observando detenidamente las facciones de su rostro las cuales indican que estoy en lo cierto.
  — No deberías de estar así por un poco hombre mujeriego que no vale la pena, eres una mujer hermosa replicó parando el trasero de la butaca dirijiendo las sendas frente a su cuerpo

  —Dime por quién estas así murmuró dejando salir un leve suspiro mientras masajea la cien

—Es de tu jefe. ¿Verdad?

  — Como lo sabe?

   —  Simplemente lo sé, aunque no lo sepas he observado como lo miras cuando lo tienes cerca  las pupilas se dilatan haciendo sin querer, el único que no se da cuenta es él porque es un idiota como lo es su jefe, un mujeriego que no deja perder una oportunidad que se le presente.
—Te voy ayudar a que Constantine se derrita en menos de un mes replicó recordando una vieja película

—No creo que suceda tal cosa, Constantine nunca me verá como yo lo veo. Dice saliendo rápidamente de la oficina.

Lucinda no es fea su problema radica en que es insegura y algo tímida. Muy dentro de ese desaliñada vestimenta se esconde una chica hermosa, lastima que ese idiota no ve lo que tiene.

Luego de almorzar el presidente del banco dio una reunión bastante tensa e incomoda para mi gusto. Nuestras miradas no se conectaron, las chispas de enojo le salen hasta por los puños levemente entrecerrados, ojos azul oscuro, y su cabello marrón peinado hacía atrás resaltando sus perfecta voz gruesa.

El gerente número dos y la zorra amante de Jean salen junto a los accionistas de Inglaterra, mientras maldigo para mis adentros, por José, María y Jesús estamos solos, Jean y yo estamos solos sin argumentar, siento la enorme tensiónentre ambos, algunos segundos deseo abalanzarme contra su boca y otros segundos quiero cortarle la cabeza por gustoso.

Dirijo las sendas a la puerta con algunos manojo de nervios, las piernas me flaquean y las manos sudan, su voz ronca llama por completo mi atención seguido de maldecir para mis adentros y dar algunos pasos adelante.

— Tenemos que organizar la boda dice pasando algunas páginas con un bolígrafo en manos

Me vota como a un perro, me ignora, luego se acuesta con su amante frente a mis narices, no se disculpa y me sale con que tenemos que hablar sobre la boda, maldito francés!

—Nosostros no tenemos que hablar nada señor presidente.. Murmuró sin hacer contacto con sus pozos, la furia invade la preciosa paz que tenía.
—Olvidate de la maldita boda y de esta jodida "relación" argumento con fuerte tono de voz cerrando de un fuerte portazo la puerta a mis espaldas.

Acabo de dejar a Jean Mauvais con la palabra en la boca y se siente tan bien. Espero y no me vuelva a tocar el tema de la boda, el contrato o esta relación más falsa que las pompis de Annete Sommer.

El día a transcurrido con  tranquilidad, al parecer el jefe no se encuentra en el banco lo que hace que tome varios suspiros me relaje un poco y olvide por completo todos los problemas que me envuelven en un manto lleno de estrés.

Recorro hasta la puerta principal en busca de un taxi para llegar lo más rápido posible a casa necesito descansar y gritarle a la pequeña cotorra que Graces llevo a casa luego romperse un ala en un accidente el cual todavía no me piensa explicar. Cabe destacar que al principio no esperaba convivir con un ave que repite todo lo que escucha, esta mañana casi la tiro por el barcón por chismosa hasta que recordé que la única culpable de la desaparición de ese animal seré yo ya que soy sospechosa si algo le pasa, la única persona que se quiere deshacer de ella, la única persona que no la quiere ver ni en pintura y todo por habladora.

—Para donde vas sin permiso del jefe? Dice una jodida voz detrás de mis oidos esa manía de tomarme por sorpresa nunca la dejará a un lado

—Mi horario de trabajo culminó hace quince minutos digo haciendo que él observe el reloj que llevo en mi brazo izquierdo

—No tienes horario para ser mi novia replica dando pasos adelante para quedar frente a mi pequeña figura

Malditos ojos azules, maldita voz, maldito Jean Mauvais siempre es igual la caga y luego trata de fingir que no ha pasado absolutamente nada, al parecer se le olvido que lo encontré en su oficina con la gerente número tres casi al desnudo y lo peor de todo se remonta a que se refirió a mi persona como nadie en su vida.

—Pero si tiene siendo empleada de Paribas. Argumenta la  angelical voz de Tomás.

Siento rozar algunas gotas de sudor imaginario, sudor que limpio inmediatamente pidiendo a Dios que el jodida loco de Jean no se le ocurra hacer un escándalo conociendo como es no lo dudo.

—Así que te irás con él y no conmigo que soy tu prometido dice con el ceño hundido, los puños apretados dejando mostrar en su piel clara algunas venas abultadas combinado con sus ojos azules celestes tornados en este instante de un azul intenso, un azul lleno de furia, enojo y deseo de romper el perfecto rostro de Tomás.

El tenso momento es interrumpido por la fuerte melodía proveniente del móvil del señor hielo, seguido de algunos pasos atrás tomando la llamada luego de mover las manos, tocar su nariz y hacer algunas señas a Bill su chófer.

—Hablaremos sobre esto manana a primera hora sin falta señorita Gómez.. Murmura

—Y si no replicó dando algunos pasos adelante quedando muy cerca de su nuca

—No se digne en venir a Paribas.. Argumenta alejándose aún más luego de subir a su automóvil, dejando a su enojada futura esposa, sin al menos hacer un intento de que lo perdone.

Porqué me tocó un hombre tan errado?

Odio su lejanía, sus misterios y todas las mujeres que se han revolcado en su cama, solo de recordar a la gerente encargada del banco Paribas en España semi desnuda quiero volarle la cabeza con una bazuca. Maldito Francés mujeriego.

Soy tan estúpida pierdo mi apreciado tiempo pensando en ese idiota teniendo a un buen hombre a mi lado.

—Acepto murmuró observando el rostro de Tomás algo perplejo
—Acepto esta noche salir contigo.

Al escuchar esas palabras salir de mis labios una enorme y brillante sonrisa se posa en sus labios

—Nunca te vas arrepentir de darme esta oportunidad / argumenta mando mi pequeño rostro entre sus fuertes manos.

Este es el fin de Jean y Mariana, el fin del jodido contrato es el fin de esta historia falsa. Mañana a primera hora todo habrá terminado, por fin seré libre de estas cadenas, cadenas que me ahogan y atormentan sin cesar..

JMxMG. MGxTM

Dos Incompatibles muy Compatibles©©/TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora