Corría por el bosque, su caballo había acabado herido después de pasar por la parte inestable de este. Los perseguían, aún estaba asombrado por lo que había pasado, su propia gente lo perseguía.
¿Tan malo era lo que había hecho?
Según el solo había ayudado a alguien inocente, por lo visto, no todos lo veían así.
Lo peor de todo es que la persona por la que se había ocasionado todo había desaparecido. ¡Puff! Nadie sabía dónde se encontraba o a dónde había ido.
Ahora, se encontraba corriendo por el bosque, solo, sin su caballo , comida, agua, y ropa que llevaba con él, y, a decir verdad, no tenía ni idea de dónde se encontraba.
Cansado y corroborando que nadie lo seguía se detuvo cerca de un árbol a descansar.
No podía creer su situación, hace solo una semana a estas horas estaba dirigiéndose a su despacho para hablar con sus consejeros sobre los problemas, alianzas y tratados que tenía que realizar por su reino.
El Reino.
Su Reino.
El reino que su padre le había confiado, heredado y dejado bajo su responsabilidad. Si su padre lo viera ahora estaría muy avergonzado. Si tan sólo no hubiera salido al bosque esa vez.. tal vez se hubiera evitado muchas cosas.
Hace una semana...
Ese día había decidido salir a pasear con su caballo al bosque, y, aunque eran apenas las 5 de la tarde, el día estaba muy oscuro.
Al entrar a una parte del bosque, sintió un cambio en el ambiente, todo se sentía más húmedo, tenso, de un momento a otro el bosque se vió ¿Tenebroso? Esto le asustó, sin embargo, siguió su camino.
Al profundizar en el bosque, oyó un gran crujido de ramas, y algo cayendo fuertemente contra el suelo.
Al oír esto, se acercó lentamente a dónde provenía el ruido. Al llegar lo que vió le dejó algo confundido.Una extraña figura envuelta en una tela negra bastante rara a su parecer se encontraba bajo un árbol con una rama rota a un lado, bastante grande a decir verdad. El bulto se veía muy grande, del tamaño de una persona, por lo cual decidió acercarse.
Sus zapatos causaron bastante ruido con las hojas, interrumpiendo el silencio del bosque.
Al acercarse al gran bulto y destaparlo, vió algo que, aunque cruzó su mente, no esperó encontrarse.
Un hombre bastante joven, yacía dormido en medio de las hojas y la tela negra, al tratar de moverlo para ver si solo estaba dormido pido ver una gran mancha de sangre al lado de su cabeza. Al intentar despertarlo se dió cuenta que el joven estaba inconsciente y no respondía a su llamado.
Asustado, vió como una mancha de sangre crecía en uno de los lados de su cabeza, por lo cual, se quitó su camisa ( dejando su playera blanca) y la hizo bola presionándo en la herida del joven.
Se empezó a desesperar.
La sangre no cesaba y corría con fluidez, el hombre en el piso tenía un pulso cada vez más débil.
Actuó rápido.
Decidido, tomó al hombre con cuidado, y tomando provecho del tamaño pequeño y la delgadez del joven hombre lo acomodó y cargo entre sus brazos. Dirigió sus pasos hacia el exterior del bosque, el cual, se volvía cada vez más denso a cada paso, oscurecía cada vez más y muy rápido, y el camino era largo. Cuando pudo ver a espaldas su castillo, apuró el paso gritando a su vez a los sirvientes que salieron a ayudarlo.
Al llegar vió, en la cara de su ama de llaves y en su Nana, la confución al ver al chico desmayado entre sus brazos, así que dió una explicación rápida pero innecesaria para su posición y situación.
- Lo encontré en medio del bosque, estaba solo y herido, así que lo traje- finalizó, sintiendo la tensión en el ambiente relajarse y viendo regularse la respiración de las dos mujeres.
Ordenó que llevarán al chico a una de las recámaras desocupadas y ordenó llamar al curandero del Reino.
Al poco tiempo, el curandero llegó y atendió al joven hombre quien descansaba en la recámara. Después de ello el curandero salió a su encuentro y le informó el estado del joven.- Sufrió un gran golpe en la cabeza su majestad, sin embargo la herida no están profunda, le he limpiado la herida, he puesto un ungüento y le he vendado la cabeza. Aunque la herida no están profunda el golpe fue lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente, en unas cuantas horas estará despierto su majestad.
He terminado mi trabajo, ¿Puedo retirarme?-- Por supuesto que si - Pronunció el Rey, - Christian le pagará sus servicios, me aseguraré de que pase a su casa mañana temprano, manténgase pendiente.
- Lo haré, muchas gracias su majestad, compermiso-
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El Rey del Tiempo (?)
RandomUn hombre extraño aparece de la nada y causa muchos daños en solo una semana, es acusado de algo que no tiene la culpa, y el Rey, aunque está confundido, no piensa culpar a alguien que cree inocente. Pero por lo visto ese desconocido es más misterio...