Secret days in the brit school

Capítulo dos

Lourdes Dybala.

Había sido un viaje largo de Argentina a Inglaterra, pero a pesar de los inconvenientes del vuelo ya me sentía mejor. Había llegado a tiempo para recoger las llaves de mi nuevo departamento y había comenzado mi día en la nueva escuela de maravilla.

Conocí a chicas grandiosas y todas mis clases me gustaban, solo faltaba una más. Química y para ser el primer día, tendríamos práctica en el laboratorio.

Tomé asiento en una de las mesas de atrás, esperando a que llegara alguien más y se sentara a mi lado para ser mi pareja de practicas. Ya le había preguntado a unas cuantas chicas, pero ya todos tenían pareja por lo que me resigné a estar sola, de igual manera estaría mejor sola sin alguien que estropeara los experimentos.

Cuando el maestro llegó y explicó el experimento que haríamos, tomé mis materiales necesarios y cuando me dispuse a comenzar con el trabajo alguien más tocó la puerta.

Un chico con un cabello rizado y de tono jengibre había entrado, saludó al maestro y comenzó a buscar un lugar disponible, claro que el único que debía de haber era junto a mí.

Este chico se veía simpático, pero no me convencía la idea de tener que trabajar con él. Pero al ser obligatorio trabajar en parejas, trataría de hacer que esto funcionara.

Al sentarse, me sonrió ligeramente en forma de saludo a lo que devolví el gesto ya comenzando a tomar y medir las sustancias que usaría. Él solo miraba esperando por algo que hacer, por lo que le di las sustancias que ya tenía preparadas.

--mezcla esto, pero ten cuidado de no ser brusco.--le pedí mientras dejaba frente a él el recipiente con las muestras. Yo tomé otro recipiente, añadí en él dos elementos y un tomé un gotero con lavavajillas lista para poner 5 gotas dentro del recipiente.

--lo haces mal.--me dijo él a lo que yo lo miré con el ceño fruncido.

--¿perdón? No creo. Estoy siguiendo las instrucciones que el maestro anotó en el pizarrón.--me defendí apuntando al frente, donde estaba el pizarrón.

--añadiste agua oxigenada y era agua normal.--ahora fue él quien apuntó al pizarrón.

--ambas se añaden, pero primero puse la oxigenada.--arquee una ceja y comencé a gotear el alcohol dentro del recipiente.--si juntaba las dos sin tener cuidado, la reacción sería más rápida.

--añade el agua normal antes de el lavavajillas.--tomó una botella con agua y trató de ponerlo dentro del recipiente pero no lo dejaba, moviendo el recipiente a los lados.

--¡sólo déjame poner esto!--perdí la cuenta de las gotas y comencé de nuevo.

--¡sólo pongo el agua y ya sigues con el alcohol!--se lanzó contra el recipiente haciendo que apretara el gotero y cayera la mayoría del lavavajillas dentro con el agua oxigenada.

--¡serás tonto!--dejé el recipiente en la mesa.--fuimos muy bruscos, eso pudo resultar mal.--lo miré mal y él quería comenzar a reír.

--aún no.--tomó el recipiente y colocó el agua.--¿esto es yoduro?--tomó un pequeño pomo y comenzó a leer la etiqueta.--oh, lo es.--amenazó con tirarlo dentro con la mezcla.

--no te atrevas.--traté de quitárselo, pero no me dejó. Ambos comenzamos a forcejear para tenerlo.

--¡es broma, no lo haré!--comenzó a reír, pero aún así no lo solté, incluso lo agarré más fuerte y él hizo lo mismo.

Por la fuerza que ambos ejercimos, el pomo se rompió haciendo que una pequeña pero suficiente cantidad de Yoduro cayera dentro del recipiente con la mezcla. Ambos nos miramos, sabíamos que la habíamos cagado.