Amelia y el Sr Gabriel

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Emy era una chica británica de clase alta cuya familia se encontraba en problemas financieros y justo en ese momento estaba junto a su madre en un carruaje de camino a Royal State's una pequeña ciudad a las cercanías del puerto de charleston un lugar de descanso para ricos y poderoso para encontrarse con Gabriel Norrinton un gigante de la industria que llevaba tiempo en busca de esposa.

La fortuna de Gabriel salvaría a la familia de Amelía de sus problemas de dinero. Pero a quién le gusta la idea de casarse con un desconocido?

Amelía avía llegado a la mansión del señor Gabriel en las zonas altas de aquella ciudad para encontrarse con el hombre con quien debía formalizar. Cuando llegó a la casa quedo impresionada con la gran mansión la cual era sorprendente incluso para ella que había crecido en ellas. Era una mansión imponente con columnas de gran tamaño con detalles dorados que hacían parecer que los cuatro pisos de la gran mansión como si estuvieran flotando. En la entrada escalones de mármol tan bien elaborados y pulidos que parecían de marfil y que conducían a una hermosa puerta de roble echa de forma.
En la entrada estaba esperando un hombre de unos 1.90 de estatura de cabello castaño y ojos marrones claros y llenos de vida vestido con un elegante traje negro de gabardina y corbata de laso en el cual se notaba como salia cadena del reloj de bolsillo y unos gemelos de plata que sobresalían de sus mangas y unos lustrosos zapatos negros.

Nataniel - buenas noches señorita  soy el mayordomo del señor Gabriel el no se encuentra por ahora pero estará aquí en breve si desea esperarlo en el comedor le traeré algo de té - dijo el hombre con toda formalidad

Amelía se dirigió al comedor y espero pacientemente observando el maravilloso interior de la casa que aunque era simple estaba también planeado que fácilmente podría competir con los mas bellos palacios de Europa.

Después de disfrutar de un té y esperar un rato se quedó mirando una hermosa pintura un antiguo galeón navegando durante una apacible noche. Una pintura hermosa se observaban con gran detalle los trazos y los matices así como sombras y los rayos de luz de luna sobre el mar, la embarcación y en contraste con las nubes.

Una vos se escucho de fondo que pregunto "es una pintura hermosa ¿no lo cree?" ella volteo y lo vio vio a un hombre con 1.80 de altura con cabello muy grueso a nivel de que se enrosca ligeramente de un color negro muy profundo, ojos castaños que siempre lucían cansados por su forma y por las leves ojeras que estaban en el, vestido con un traje color de apariencia formal aunque sin corbata. No era nadie mas que Gabriel.

Amelía se sorprendió por la presencia y por la apariencia de su anfitrión el cual era casi de su misma edad.

Amelía - ¿usted es el señor Norrinton?

Gabriel - esperó se sienta bien recibida en mi casa

Amelía - es muy bella gracias

Gabriel - Bueno Perdone mi tardanza tuve que atender unos asuntos pero espero se sienta bien en su habitación de esta noche

Amelía fue conducida a la habitación donde pasaría aquella noche por el señor nataniel el cual después de hacer eso se dirigió a el estudio del señor Gabriel el cual estaba pensativo sentado sobre un sofá de cuero.

Nataniel - ¿esta bien señor?

Gabriel - solo estoy pensando

Nataniel - ¿es sobre la señorita Amelía?

Gabriel - si

Nataniel - ¿y que piensas de ella?

Gabriel - no lo se

Nataniel - ¿a que se refiere?

Gabriel - no es ella. Lo vi en sus ojos y no es ella no es la mujer que busco

Nataniel - bueno acaba de conocerla señor

Gabriel - veremos que pasa. Mañana cenare con ella y su madre

El industrialistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora