a noche siguiente Amelía se reunió con su madre para discutir sobre Gabriel antes de la cena, aunque a Amelía le hubiese gustado comunicarse a su madre ella jamas lo hubiese permitido y no lo hizo era típico de ella de la Señora morrison:
Amelía y su madre utilizaron el carruaje para encontrarse con Gabriel en uno de los mejores restaurantes de la ciudad
Señora morrison: ¿estas bien hija? te veo desanimada
Amelía: solo estoy inquieta
Señora morrison: ¿porque?
Amelía: me preocupa la idea de estar con el
Señora morrison: ¿porque? -dice con un tono de seriedad
Amelía: porque no siento nada por el se que es malo decirlo y que el no tiene ninguna culpa pero me parece desagradable
Señora morrison: eso no es importante debemos evitar caer en la desgracia y el señor Norrinton hará que nos salvemos -le exclama a su hija
Al llegar al restaurante se encontraron con el señor Gabriel
El cual ya avía reservado una mesa. Después eso todos iniciaron a comer, en algún momento de la cena la señora morrison inició una conversaciferroviaria.n: diganos señor Norrinton ¿como obtuvo tanta fortuna?Amelía: mama por favor -dijo la joven reprochando a su madre por la pregunta tan descortés-
Gabriel: bueno vera mi padre me dejo algunas minas de carbón y de ahí hice crecer el negocio
Señora morrison: si pero ¿como?
Gabriel: adquirí mas minas asta controlar todo el negocio del carbón de ahí continúe con el hierro la y teniendo los dos componentes me dedique al acero asta estar involucrado en todo barcos, edificios y recientemente la industria ferroviaria.
Señora morrison: fascinante. Vara nosotros tenemos una fábrica de juguetes pero desde que enviude no hemos podido mantenerla
El último comentario de su madre entristeció y puso de mal animo a Amelía la cual no pudo decir nada. Mientras su madre tratando de cochismezar con Gabriel le habló sobre sus hijos y sus amistades el resto de la cena la señora morrison se encargó de llenarlo de chisme tras chisme.
Al final de la velada Amelía iría a la casa de Gabriel para continuar las formalidades
En el carruaje
Amelía: ¿te agrado mi madre? -dijo ella condescendiente -
Gabriel: ¿quieres la verdad?. Es una persona despreciable.
Amelía: enserio? Que bien - con tanta alegría -
Gabriel: ¿porque es bueno?
Amelía: tal ves te duela pero yo no
Gabriel: yo no te amo -interrumpiendo a Amelía -
Amelía: ¿como?
Gabriel: el sentimiento es mutuo. Enserio me caes bien pero no logro sentir nada por ti
Amelía: y porque seguimos con esto entonces?
Gabriel: porque si dejamos todo de esta manera dejaría a tu familia al borde de la ruina. ¿Me crees capas de algo así?
Amelía: no lo se - dice desanimada con la cabeza agachada - y ¿ahora que?
Gabriel: no lo se, dejame ver como podemos resolver esto
Amelía tendría que vivir en casa de Gabriel para evitar la atención de su madre pero el tratara de evitarla a ella, esto los llevara a nuevos amores insospechados.
Esperó les allá gustado
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El industrialista
Romanceuna enredada historia sobre muchos amores a finales del siglo diecinueve.