La flor de loto( Saga de las Flores II)

16° baile: el pasado de Edward

Después de un rato conseguí quitarme la ropa que había llevado al baile.
Me quedé pensado en lo engreída que parecía esa tal Charlotte, pero en el fondo estaba un poco desanimada porque para mí que Edward seguía sintiendo algo por ella. 

Me puse mi ropa para dormir y me dirigí hacía la cama, pero antes de que pudiera acostarme Edward entró.

-Creo que ya es el momento que sepas que paso entre Charlotte y yo-me dijo sentándose en la cama.

-La primera vez que la conocí fue en un baile que celebraba mi familia cuando tenía yo 12 años y ella 11.

Me imagine un mini Edward vestido de traje acercándose se una pequeña niña de pelo rubio y vestido rosado.

Me gustaría ver fotos de él de niño.

-Yo me acerqué a ella porque parecía incomoda e inmediatamente sentí un especie de escalofrío, como si eso tuviera que pasar, estuviera dispuesto así. Y sabes que yo no creo en esas cosas pero en ese momento pensé eso, con los años me volví mas escéptico.

-A raíz de ahí, nuestro padres juntaron varios encuentros con gente de la alta sociedad inglesa; y en todos ellos Charlotte y su familia estaban invitados.

Después de esto llegamos a los años finales de la adolescencia, las cosas evolucionaron hasta el punto de que el cariño infantil evolucionó a una especie de amor.

Tenía que conforme avanzaba la historia me daba cuanta de que esos sentimientos eran más complejos de lo que parecían en primer momento, y una especie de peso empezó a instaurarse en mi pecho; como si me pusieran una carga pesada encima de mi corazón.

-Nuestra relación evoluciono hasta que yo con 19 años y ella con 18 años nos prometimos.Todo iba bien hasta que mi padre quebró, entonces ella me dejo por falta de dinero y no la había visto hasta ahora-concluyó- yo me fuí a la India como un modo de olvidarla y dejarlo todo atrás.

Esta chica era peor de lo que creía, simplemente se había aprovechado de una persona buena como Edward; no pensaba permitir que lo lastimara de nuevo, aunque me tuviera que sacrificar a mi misma en el proceso.

Era la primera vez que veía tristeza en los ojos de Edward, sus ojos de un dulce color miel se habían convertido en dos pozos de tristeza; y me sentí mal por haberle empujado a contarme todo.

-Esta bien-sonreí-ella no volveré a hacerte daño-puse mi mano en su mejilla y lo miré con ternura.

-Gracias-me abrazó con fuerza- estaré a tu lado así que descansa-dicho esto me tumbé en la cama y él se tumbo a mi lado tomo mi mano con fuerza y me miro fijamente.

-Todo irá bien, descansa-dicho esto cerré los ojos, sentí que me dió un beso en la frente con dulzura y después no supe nada más.