La flor de loto( Saga de las Flores II)

18º Baile: una antigua historia de amor.

El amigo del hermano de Edward se comunicaba con nosotros en inglés, aunque tenía un fuerte acento procedente de su idioma nativo: el español.

Después de un rato en carro de caballos fuimos a un campo en el que había una gran cantidad de flores de colores y al fondo lo que parecían dos tumbas.

-Os contaré la historia de mis padres, ella una chica noble y el un criollo. Su amor estaba prohibido porque eran de realidades totalmente diferentes, ya que ella era una noble española y ella un simple criollo hijo de un jardinero. El amor de ellos se vio truncado y aun así era muy fuerte. Cuando ellos murieron su amor dió lugar a este campo lleno de flores que llevan el nombre de mi madre: Dalia.

Yo miré a todo lados observando la gran cantidad de flores y colores que había ante nosotros y aspire el olor de las flores. No podía evitar sentirme como los padres de Carlos, dos personas que se enamoraron de quien no debían; sentí una fuerte conexión con Dalia, al ver a Edward que ahora estaba de espaldas hablando con Carlos, y a William en su momento.

Corté unas flores del suelo,me acerqué a las tumbas en el centro del campo y me arrodillé ante ellas- espero que mi amor sea tan fuerte como el vuestro-repartí las flores entre las dos y fui hacía Edward que ahora estaba solo. Me acerqué por la espalda y lo abracé con fuerza-gracias-dije.

Él se giró y me sonrió-Maara ¿Quieres vivir conmigo una historia de amor como la de Dalia y Carlos?-preguntó.

Asentí y me dio un beso, una brisa se levanto llevándose consigo algunos pétalos. 

Cogidos de las manos nos dirigimos fuera del campo, me giré y vi dos sombras que con las manos entrelazadas nos miraban sonrientes.