New romance [Klance]

14|Calcedonia

A D V E R T E N C I A
(si no eres sensible a ningún tema y no quieres recibir un spoiler del capítulo, entonces puedes saltarte esto)

En la última escena se hablará de un embarazo no deseado. Si por algún motivo no te sientes capaz de leer sobre este tema entonces no lo hagas, no es vital para la trama (?)

Siempre le han gustado los ojos de Flor. Son grandes, marrones y brillantes. Le gusta cuando se los maquilla y realza su belleza, pero también son muy bonitos cuando los lleva al natural y sus pestañas castañas y pobres apenas se ven. Porque lo de alrededor es un complemento muy bello, pero lo de verdad importante son unos iris que resplandecen cuando se topan con sus azules y unas pupilas que se dilatan en la oscuridad.

Es una tarde calurosa en la que tiene funcionando el ventilador dando directo en su cama, donde ambos están tumbados boca abajo con las cabezas giradas para mirarse. Los brazos de Lance le sirven de almohada, Flor opta por por tener los suyos estirados al ras del cuerpo.

Habían estado hablando de bastantes cosas: las clases de Flor, ideas para los vídeos de Lance, su inminente mudanza o la insistencia de la chica en que se vea una serie que no le llama la atención pero que ella adora. Sin embargo, ahora callan y se dejan pensar. Permanecen así por varios minutos en los que se miran, se sonríen y de vez en cuando se ponen caras.

Hay muchas cosas que le gustan de Flor, que la hacen especial. Sus ojos vivaces, su cabello rosado que ya se está descoloriendo o sus uñas con decoraciones que ella llama kawaii solo son manifestaciones físicas. Porque en ella hay todo un mundo que nunca deja de descubrir. La manera en que habla usando palabras tan ostentosas, cómo se mete las pipas de un puñado a la boca en vez de comérselas de una en una o sus tonterías absurdas como mantener conversaciones a ladridos con Rover. Son cosas raras, pero que la hacen única.

También le gusta tocarla. Lance es una persona a la que le gusta el contacto físico; se abraza a sus amigos en momentos aleatorios, les agarra de alguna extremidad o se recuesta en ellos. Pero hay personas con las que todo eso se siente incluso mejor, personas como Flor. Entonces no se le puede culpar por buscar una de las manos de su amiga para juguetear con ella. Como ha dicho, le gustan sus uñas. Le gusta acariciarlas y sentir el relieve de los detalles. Además le gustan sus dedos, son largos y delgados, aunque no demasiado porque sus manos son pequeñas. Su piel es áspera pero no le molesta, está bien tener desperfectos. De todas formas las hay incluso más ásperas aún, como la de Keith, así que punto para ella.

Flor se da la vuelta para quedar boca arriba y con el movimiento deben separar las manos. Después vuelve a agarrar la mano de Lance y la alza sobre su cara mientras las mira acariciarse perdida en sus pensamientos. Él observa sus rasgos, se la ve muy tranquila, pero también algo nerviosa.

—¿Pasa algo?

Ella se muerde el labio y evita devolverle la mirada. La ve considerar sus opciones, hasta que suspira, baja las manos hasta su estómago y se decide a hablar.