Capítulo 2: Tú, otra vez tú.

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Ella

Mi habitación es un desastre. Hay ropa colgada por todas partes, mi cama ha sido cubierta por una avalancha de blusas y ni hablar del suelo. Ni siquiera puedo pasar entre este alboroto. Pasé toda la tarde seleccionando ropa para la fiesta. No tuve suerte, toda mi ropa es suelta y no luzco muy femenina. ¿Qué puedo decir? Así es mi estilo.

Suspiré.

-Esta es una de las razones por las que no quería ir -murmuré.

Al final me rendí y me puse un pantalón suelto y una blusa que decía "Life sucks", agarré mi larga cabellera en un moño alto y me puse mis lentes. Guardé mi celular y accesorios personales en una pequeña bolsa que tenía tallado mi nombre. Son las ocho y veinte. Faltan diez minutos para que Jade venga a verme. Tomé mi libro favorito "Un Amor Tóxico" y me senté en el sillón de la sala mientras esperaba a Jade.

"No dejaré que me laven la cabeza. Ya no más" -leía la última frase del capítulo de aquel libro cuando sonó el timbre de la puerta principal.

-¡Voy! -grité.

Abrí la puerta y un brillo deslumbrante cegó mis ojos. Ahí estaba parada la chica más guapa que jamás había visto. Jade lucía tan hermosa con su vestido azul marino, combinaba a la perfección con el potente azul de sus ojos. Tenía el cabello recogido en una casi perfecta coleta, dejando caer a los costados de su cara finas hebras de cabello lo cual la hacía lucir mucho más impecable y bella. Su rostro lucía suavemente maquillado, era de esperarse que Jade no usara tanto maquillaje. Después de todo, su belleza natural es única. Sus perfectas piernas relucían con un delicado brillo y su dulce aroma se esparció por toda la casa. Su perfecta sonrisa se desvaneció al verme. Jade abrió los ojos como platos y se cruzó de brazos mientras fruncía el ceño.

-¿Qué sucede? -pregunté.

Jade levantó ambas cejas.

-Creo que te di el tiempo suficiente para arreglarte...-dijo y me miró de arriba a abajo.

-Sí...y lo hice -dije mirándome de arriba a abajo.

Jade soltó una pequeña risita- ¿Estás bromeando verdad? -Jade notó que no era una broma, lo cuál hizo que su risita desapareciera, y en vez de ella apareció su mirada desafiante. Esa mirada que causa escalofríos a cualquiera- Escúchame, vamos a entrar ahí y te vas a poner algo diferente.

Me negué ante su petición.

-¿Por qué no Ella? -dijo en un tono serio- Tú sabes que puedes dar mucho más que esto, lo demostraste hoy en el partido.

-No es eso -dije- Créeme que allá arriba no hay nada bueno que ponerme. Esto es lo mejor que pude encontrar.

Jade abrió los ojos como platos- Ok, tenemos un gran problema...

-No entiendo cuál es el problema -hice puchero- A mí realmente me gusta mi blusita...

Jade vio mi blusa y arqueó una ceja- "Life sucks" ¿En serio? -dijo.

-Es la pura realidad -me encogí de hombros.

Jade rodó los ojos y me tomó de la muñeca- Ok, ya tuve suficiente -dijo- Entra al auto -me empujó hacia la puerta del auto.

-Pero...

-¡Solo entra!¡Ahora!

Otra vez esos ojos desafiantes. Algún día voy a vencerlos. Jade siempre me obliga a hacer cualquier cosa con esa mirada. Me embarqué en el auto y me recosté en el espaldar con los brazos cruzados haciendo puchero. Yo sabía desde el principio que esta era una mala idea.

El amor NO ES un p*nche JUEGO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora