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Taeil era un chico de veinticinco años que vivía en Seul, la gran Capital de Corea del Sur, un país con dinero y grandes avances a nivel mundial, pero con habitantes bastante cerrados de mente. La vida es difícil de por sí, pero para Taeil lo era mucho más, siendo un amante del arte en todas sus formas, teniendo unas ideas revolucionarias y siendo homosexual en un país conservador que aun no había superado la guerra que había finalizado hacía más de cincuenta años.

Vivía asfixiado en aquel país y rodeado de aquella gente, estaba muy solo y tenía demasiado tiempo libre, es decir, trabajaba muchísimas horas en una oficina, pero pasaba las noches solo en su apartamento tumbado en el sofá, escuchando música y pensando, pensaba demasiado y lo odiaba, reflexionaba sobre el mundo y le parecía un lugar terrible. Se desesperaba y lloraba hasta quedarse completamente dormido, despertando hecho polvo a la mañana siguiente. Se marchaba al trabajo, donde apenas dirigía palabra a alguien, se sentaba frente al ordenador donde comenzaba a teclear cosas que estaban completamente fuera de su interés. A veces todo lo que tenía que escribir era tan automático que su mente abandonaba la concentración en la pantalla y comenzaba a pensar de nuevo, era agotador.

Taeil estaba enamorado de su mejor amigo; John Seo, Johnny. Él era alguien animado y feliz, siempre estaba sonriendo e intentando que el mayor disfrutara el tiempo que pasaban juntos, sólo con él Taeil conseguía sentir algo de esperanza y ganas de seguir viviendo, pues el mundo no podía ser tan horrible si existía gente con un corazón tan noble como el del menor.

Johnny era todo lo que Moon tenía en el mundo, no mantenía contacto con su familia desde que se declaró abiertamente homosexual, y no tenía más amigos. No le agradaba pensar que su estabilidad emocional dependía única y exclusivamente de su mejor amigo, pero saber que al menos él estaba allí lo calmaba un poco.

Por eso enterarse de que Seo iba a regresar a su país natal porque había encontrado el trabajo de sus sueños allí hizo que el mundo inestable de Taeil se derrumbara por completo.

Pero amaba demasiado a Johnny, jamás sería tan egoísta como para pedirle que se quedara o decirle que si se iba su vida perdería el poco sentido que aún le quedaba. En cambio le mostró una sincera alegría al contrario, pues al menos el sería feliz ganándose la vida como profesor de piano en una prestigiosa escuela de Chicago.

- Hyung, te extrañaré muchísimo- el menor acariciaba el sedoso pelo de Taeil, mientras este le abrazaba con fuerza e intentaba aguantar su llanto, pero algunas lágrimas escurridizas resbalaron por sus mejillas, humedeciendo la ropa del alto. Estaban acostados en la cama del piso de Seo, el lugar ya estaba vacío y listo para dejarlo partir. Habían pasado tantas horas agradables juntos allí que parecía imposible que fueran a dejarlo atrás.

Era su último día juntos, Johnny cogería el avión a la mañana siguiente.

Moon sentía como si fuera a derrumbarse en cualquier momento, no estaba preparado para quedarse solo en la inmensa ciudad, no se imaginaba cómo serían los días sin hablar con él, sin abrazarlo, sin poder presenciarlo, ni tan solo aquella sonrisa que le hacía volver a confiar en que podía ser feliz. Iba a perderlo todo y no podía hacer nada para remediarlo.

- ¿Hyung? Oh, vamos, no llores...hablaremos todos los días, no te preocupes, no podrás librarte de mí- bromeó el menor, intentando que la escena no fuera tan triste y que Taeil se animara un poco. Si tan solo supiera lo duro que sería realmente su marcha para el mayor...

- Lo importante es que cumplas tu sueño y seas feliz allí- Moon se separó del pecho contrario para mirarle directamente a los ojos, no podía contener dos hilos de lágrimas que caían por su rostro, pero sí mostrar una sincera sonrisa- pero por favor, no te olvides de lo que viviste aquí- su voz rota hizo que el corazón de Johnny se parara por un instante- te suplico que no me olvides, porque yo jamás seré capaz de olvidarte a tí- el mayor estayó en llanto y su pequeño cuerpo fue cobijado por los brazos del menor, quien no pudo evitar un leve sollozo.

- Jamás te olvidaré Taeil- Seo hablaba hipando- no pienso que nuestra amistad acabe aquí, nos volveremos a ver, estaremos en contacto cada día, por favor, no estés triste, no vas a perderme.

Estaban llorando y abrazándose con fuerza como si temieran que el otro pudiera ser robado por tratarse de la cosa con más valor del mundo, porque así se sentían.

Pasaron así cerca de una hora hasta que lograron calmarse, entonces Johnny acunó las mejillas contrarias y propuso a Taeil salir su última noche a dar un paseo por el río. Este accedió con la condición de que dormirían juntos al volver, a lo que el menor aceptó encantado.

Anduvieron de la mano por las orillas del río hablando de todo lo que habían vivido juntos, llorando, pero sonriendo por la nostalgia de aquellos hermosos recuerdos. Taeil deseaba que John le prometiera que volvería algún día a Corea y que volverían a ser amigos de la misma manera, pero sabía que el menor jamás haría promesas que no tenía por seguro que podía cumplir.

Debían ser más de la una cuando se encontraron tumbados en la arena de la orilla, a escasos centímetros el uno de el otro, hacía algo de frío y se abrazaron con ternura.

Johnny sintió que algo era diferente, el mayor respiraba tranquilo con los ojos cerrados, los labios entreabiertos y el maquillaje corrido por haber llorado tanto, y le pareció que Taeil era la persona más preciosa que había conocido en su vida, tanto por dentro como por fuera. Sintió un impulso, como un calor agradable en su pecho, y lo besó, siendo correspondido por el contrario después de percatarse de lo que estaba sucediendo.

Aquella noche el estadounidense reconoció los sentimientos de su pequeño hyung hacia él después de tanto tiempo, y se percató de que el sentimiento era mutuo. Allí mismo se unieron en cuerpo y alma, simplemente porque se amaban y no tenían más tiempo.

Apenas les quedaban unas horas juntos, pero serían las mejores que pasarían juntos, porque se sinceraron, pero no completamente; Taeil no pensaba decirle al menor que su vida sin él perdería el poco sentido que aún tenía, porque amar a alguien es desear que esa persona sea feliz por encima de todo, y él no pretendía poder fastidiar el sueño de Johnny.








⇢ Aquí acaba la parte principal de la historia, hay dos finales alternativos "α"(final triste) y "β"(final feliz). Podéis decidir leer uno de los dos o leer ambos <3

One night against the world || Johnil OSWhere stories live. Discover now