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⚠️TW: Trata temas sensibles como el suicidio y lo romantiza)?, no leer si puede afectarte ! ! !

Johnny llevaba dos años en Chicago. 

Su familia estaba muy feliz de tenerlo allí, él lo estaba por estar en su tierra y trabajando de algo que le hacía realmente feliz. La escuela de música era un lugar maravilloso, lleno de niños muy entusiasmados con aprender a tocar diversos instrumentos, a cantar, a solfear... Sus alumnos de piano le tenían especial cariño, era el profesor favorito de la mayoría.

Pero había algo que no lo dejaba disfrutar del todo su estancia allí, extrañaba tantísimo a Taeil. El mayor dejó de hablarle poco a poco al año de haber abandonado Corea sin razón alguna. Seo no quería agobiarlo, sabía que su pequeño hyung era una persona difícil y sensible, y pensó que si Moon había decidido distanciarse o lo había hecho sin querer debía respetarlo, estaba bien, aunque le dolía, tal vez él ya había cumplido su función en su vida.

De vez en cuando se planteaba si aún lo amaba, pero nunca llegaba a una conclusión.

Llegó del trabajo como cualquier otro día, radiante como si de un sol se tratara. Bajó de su coche canturreando una canción que había estado ensayando con sus niños de segundo, pero paró de repente al ver a sus padres en la puerta de su apartamento, susurrando y con expresiones preocupadas. Algo no iba bien, y lo confirmó al notar la terrible expresión de sus progenitores al notar su presencia.

- ¿Qué es lo que pasa?- John habló intentando parecer calmado, no quería asustarse demasiado por si lo que tenían que decirle no era tan grave.

- Hijo mío- su madre habló con la voz rota y al borde del llanto.

No recordaba bien cómo sucedió todo después, solo que se sentía muy agobiado porque sus padres no eran capaces de contarle lo que había pasado. Nombraron a Taeil. Dijeron que él ya no estaba con ellos. Taeil estaba muerto. Taeil se había suicidado. Y entonces se desmayó.

Despertó en el sillón, sus padres estaban a su lado mirándolo con una sonrisa apenada. Cayó en la cuenta de lo que había pasado, su pequeña luna había abandonado aquel mundo que tanto lo había hecho sufrir, estaba enfadado y sentía un horrible dolor en el pecho. No era justo. Su madre acarició su mejilla con ternura.

- John, él estará bien ahora, no sufras demasiado, Taeil no lo habría querido así. - la mujer habló con voz suave y tranquila y entregó un simple sobre a su hijo.

- ¿Es suyo...? ¿Es de Taeil...? - el menor dudó en agarrar el sobre, pero lo hizo cuando su madre asintió y recalcó que lo había escrito para él.

Johnny observó con los ojos cristalizados el sobre, sus manos temblaban y su pecho dolía cada vez más. Estaba tan concentrado en sus pensamientos que apenas percibió el beso que dejó cada uno de sus padres en su cabeza antes de marcharse, pues pensaron que debían dejarlo solo con el mensaje de Taeil.

No supo cuánto tiempo estuvo observando atónito la carta, pero decidió leerla frente a la luna, por lo que salió al balcón para observar el bonito astro, que brillaba de manera hermosa. Por fin se decidió a abrir el sobre, el cual contenía una carta escrita a mano por Taeil:

"Querido Johnny, si estás leyendo esto quiere decir que ya te has enterado de que me he ido para siempre. Sé que no puedo decirte que no sufras, eso sería pedirte algo imposible y lo entiendo. No soporto la idea de imaginarte ahora mismo, es lo único que me ha frenado a irme durante estos dos años, y antes era la idea de que dejaría de tenerte cerca cada día. Es una decisión que llevo meditando mucho tiempo, no sé que hay al morir, pero estoy casi seguro de que estaré mucho mejor de lo que estaba solo en Corea. Puede que te preguntes por qué dejé de hablarte hace un año aproximadamente, me estaba hundiendo demasiado y no quería hundirte conmigo ni que decidieras dejar de hablarme tú y tu último recuerdo mío fuera tan horrible. Quiero que sepas que jamás, sea donde sea que vaya, quiero olvidar todo lo que viví contigo, eras lo único que daba sentido a mi vida y ahora intentaré cuidar de la tuya desde donde esté. Te amo, no sé si tú llegaste a amarme, pero realmente no fue necesario para hacerme todo lo feliz que me hiciste. Deseo que sigas tu vida, que seas feliz con tu gente y tu amado trabajo, que me recuerdes con una sonrisa, es el último favor que voy a pedirte. Gracias por todo, espero que volvamos a encontrarnos en algún lugar del universo, esperaré con paciencia a que llegue el día.

- Moon Taeil."

Seo leyó la carta hipando por el llanto pero con una sonrisa en su rostro. Por fin su lunita iba a ser libre, había escapado de este horrible mundo y, aunque lo extrañaría muchísimo, estaba feliz por él. Tuvo claro que sí que lo había amado, y que posiblemente lo seguiría haciendo durante un tiempo, el que fuera necesario. Lo que sabía seguro es que jamás se permitiría olvidar a su primer amor, a la persona más hermosa, por dentro y por fuera, que había pisado y había abandonado su cruel mundo. Si lo pensaba bien, Taeil siempre había sido un ángel.


⇢ Siento haber tardado tanto en publicar el primer final, no creo tardar mucho en publicar el segundo. He pasado una época difícil. Aunque es el final "triste" es bonito y "feliz" al fin para Taeil, pero recordad que siempre habrá algo que pueda dar luz a vuestra vida, las cosas siempre podrán ir a mejor, aunque a veces parezca que no hay salidas siempre podréis encontrar una puerta de atrás, Taeil pudo hacerlo pero no supo como, si alguna vez os sentís como él esforzaos en encontrarla ~  Gracias por leer.

One night against the world || Johnil OSWhere stories live. Discover now