Playful kiss| YoonTae [HIATUS]

다섯

La familia Min y los Kim estaban en el restaurante de WonHong celebrando el puntaje que TaeHyung logró conseguir en las últimas pruebas. 

— Se que debimos felicitarte antes pero el restaurante ha estado lleno últimamente— Dijo el padre de TaeHyung mientras lo veía—y , muchas gracias a ti, YoonGi. Tú eres realmente asombroso. 

— No, para nada.— Le respondió el pelinegro  con una pequeña sonrisa. 

— No tienes nada que agradecerle. — Agregó la señora Min— Lograr que alguien como YoonGi sea un tutor es en realidad mucho más impresionante. ¡TaeHyung! Estoy tan agradecida.

— ¿Qué estás haciendo? Se supone que sea yo quien da las gracias. ¡Gracias! 

La cena estaba transcurriendo tranquilamente. TaeHyung y YoonGi estaban sentados en extremos opuestos, EunHo no había dicho ningún comentario inapropiado contra el rubio, y la cena estaba en realidad deliciosa. 

— No podemos hacer una celebración sin bebidas. ¿Nuestra estrella principal quiere un trago?— Preguntó el señor Min al rubio a la vez que le mostraba la botella de soju. 

— ¿Puedo?— Preguntó viendo a su padre.

— Ehmm.., claro, si es un adulto quien te lo ofrece, puedes tomar un poco. 

— Aqui tienes...

— ¡Entonces, levanten sus vasos!... ¡Un brindis por nuestros maravillosos hijos! 

— ¡Salud! 

Las familias siguieron hablando, todos hablaban  un poco, el único que se mantenía al margen de todo era YoonGi. Estaba viendo al menor hablar tan tranquilamente con sus padres, contando anécdotas de su infancia, a la par que tomaba con singular alegría del vaso de soju que le habían dado. 

— Tae, no tomes tanto, el alcohol te puede afectar si no haz comido. 

— Hombre, ¿Recuerdas cuándo éramos jóvenes? Solíamos ser inseparables. Incluso llegamos a tener una banda.— Le dijo el señor Min a su esposa. 

— Jamás me habías dicho eso.

— En si nunca tuvimos una banda. Solo dijimos que deberíamos empezar una. 

— Deberían de tocar algo, yo traigo la guitarra.— Dijo el Kim menor mientras se levantaba para ir a la parte de arriba del restaurante. 

Los dos grandes amigos estaban tocando una canción de su autoría, todos los miraban atentamente, incluso YoonGi dejó de lado su celular para ver a su padre cantar. 

— Todos los días contigo. 
     Recibo el sol de la mañana. 
    Todos los días contigo. 
    Quiero abrir mis ojos.
    Todos los días contigo.   
    Sólo nosotros dos.
    Todos los días. 
   Quiero hablar contigo. 
   La calle con la lluvia al alba. 
   El sol desapareciendo  al anochecer. 
  Todo a nuestro alrededor. 
   Quiero compartirlo contigo. 

TaeHyung no se dio cuenta en qué momento empezó a ver YoonGi mientras ambos  padres cantaban. No pudo evitar recordar todas esas veces en las que solía espiar al mayor en las horas libres, durante las clases cuando se asomaba a su salón, en los eventos escolares, incluso esa vez que le intentó entregar la carta. 

Al terminar la canción, los únicos que aplaudieron  y gritaron fueron la señora Min y TaeHyung, el pequeño de los presentes se quejó por el ruido, y le pelinegro no tardo nada en volver a ponerse sus audífonos.