¿Me das fuego? // ALBALIA

¿Dónde te llevo?

Alba entraba maldiciendo por la puerta de su casa en todos los idiomas que se le ocurrió, hasta que una voz amiga la interrumpió.

- ¿Qué pasa chiquilla?

- ¡A LA MIERDA TODO! ¡ESO PASA! - gritó sobresaltando a su amiga.

- ¿Pero qué ha pasado?

- Pues que me he quedado sin vacaciones, eso ha pasado - se sentó en el sofá y siguió hablando - Resulta que los 15 días que tenía yo en agosto, pues que no me los dan juntos, ni en dos partes - gritó nerviosa - he ido a decirlo la última y se los han dado entre Pablo y Laura, y ahora yo tengo que cogérmelos de 3 en 3... Joder - se le quebró la voz y su amiga advirtió que estaba a punto de echarse a llorar.

- Ey... - Julia puso su mano en su pierna.

- Joe me da mucha rabia... - repitió más bajito y empezando a llorar.

- Ven aquí anda - la abrazó y Alba se acurrucó entre sus brazos. En ese momento Carlos salió de la habitación y miró a Julia que le hizo una señal de silencio poniendo un dedo sobre su boca. Carlos asintió y dibujó un te quiero con sus labios antes de salir sin hacer ruido de su casa.

- Jope...

- A ver, que es una putada, pero... ¿este disgusto por las vacaciones? - preguntó incrédula.

- Es que Nat y yo habíamos hablado de irnos unos días a Menorca... tenía muchas ganas... - dijo poniendo un puchero.

- Aaaaamiga, ya decía yo que la morena tenía que tener algo que ver...  pero vamos, que os podéis ir tres días.

- Pero no era el plan... y ahora se va a enfadar porque no puedo ir.

- No digas tonterías anda, que no se va a enfadar boba - dijo Julia abrazándola y riéndose. - ¿quieres que pidamos una pizza?

- Quiero una para mi sola - Julia se rió y cogió el móvil para hacer el pedido.

- ¿Cuál quieres?

- Con champiñones. Y cebolla. Y con pimientos. Y pide helado.

- Vale, hecho - asintió la gaditana que se encargó de pedirlo todo, por supuesto sin lactosa.

Esperaron en silencio en el sofá hasta que llegó la pizza y se la comieron también en silencio. El helado lo tomaron mientras veían un capítulo de Friends, y aunque Julia había elegido uno muy divertido, Alba no soltó ni una sonrisa.

- Estoy llena... - dijo la rubia recostándose sobre el sofá.

- No me extraña, has deborado tu pizza y medio litro de helado.

- Terapia de grasas saturadas... ¡Ayy! - se llevó una mano al estómago y puso una mueca de dolor.

- ¿Estás bien?

- Me ha dado un pinchazo, ya está. ¿Era sin lactosa verdad?

- Si, si - Julia cogió el móvil nerviosa y revisó el pedido comprobando que todo era sin lactosa - todo.

- Será del atracón... - se llevó de nuevo la mano a la tripa y posteriormente a la boca para ir corriendo al baño y empezar a vomitar. Julia salió detrás de ella y entró en el baño.

- ¿Estás bien?

- Eso no era sin lactosa - dijo antes de seguir vomitando.

- Alba vamos al hospital - la rubia asintió agarrando la mano de su amiga y se levantó con su ayuda.

En el trayecto al hospital vomitó un par de veces en la bolsa que habían cogido por precaución. No era la primera vez que Julia llevaba a su amiga a urgencias. Al principio le costó hacerse a eso de no poder ingerir nada de lactosa, y se pasaba un poquito... no es que fuera morirse, pero ya sabía lo que iba a pasar, se iba a sentir como una pelota de playa y iba a pasarse vomitando toda la noche hasta el punto de deshidratarse y tener que ir al hospital, así que lo mejor era acelerar el proceso.