¿Y si huimos juntas?

9.8K 500 133
                                    

- ¿Te falta mucho tata? No me sale el peinado.

- No te preocupes, estamos llegando a casa, nos quedan menos de 10 minutos. Y relájate porque quedan 2 horas para la boda.

- ¡Tú llega ya!

- Que si mini - dijo riéndose - que llegamos en nada.

- Vale.

- Tu hermana es como tú, impaciente.

- Pues si la verdad, somos parecidas - admitió Alba.

- Pero tú eres mucho más guapa.

- Mentira, la guapa de la familia es ella, ¿tú has visto sus ojos?

- ¿Tú has visto los tuyos? - contraatacó la morena.

- No me cambies de tema.

- Creía que hablábamos de ojos.

Un rato después, Alba y Natalia se bajaban del coche cargando con dos portatrajes y viendo cómo Marina esperaba apoyada en el cerco de la puerta, moviendo un pie y con los brazos cruzados.

- ¡Venga Alba! ¡Que también tienes que maquillarme!

- ¿Te quieres relajar, pesada?

- Hola Natalia - dijo cambiando el semblante y sonriendo ampliamente.

- Mira qué bien le hablas a ella.

- ¡Alba! ¡Venga por favor!

- Anda vamos... voy con ella, ¿vale? Sube a mi habitación y voy en cuanto acabe.

- Hehco - sonrió Natalia asintiendo y cogiendo el portatrajes de la rubia, para dejar ambos colgados de la puerta de la habitación y sentarse en la cama con el móvil entre las manos.

- ¿Se puede? - escuchó acompañado de un par de toques con los nudillos, levantó la vista y se encontró con Miguel Ángel.

- Ay, claro. ¿Qué tal? - preguntó levantándose a saludarle.

- Muy bien, ¿tú qué tal estás?

- Muy bien también - asintió la cantante sonriente - aunque un poco nerviosa por lo de hoy.

- Ah ni te preocupes - dijo sentándose en la silla del escritorio, hacienco que Natalia recuperara su posición sobre la cama - lo pasarás bien, ya verás. Eso si, te pido disculpas desde ya por si te acribillan con preguntas y te piden fotos todo el rato...

- No te preocpes, estoy acostumbrada ya... seguro que vuestra familia es encantadora.

- Si lo son, aunque falta la más importante - dijo con algo de pena y Natalia no pudo evitar hablar.

- Me imagino lo mucho que la echáis de menos, tuvo que ser muy duro.

- Si lo fue, la que peor lo pasó fue Alba... estaba muy unida a su madre. Siempre fueron uña y carne, aunque discutían constantemente, pero se querían con locura. Alba se parece mucho a ella.

- Pues debía ser una persona maravillosa - se atrevió a decir la morena, provocando una sonrisa en Miguel Ángel.

- Si que lo era. Le habría encantado ver a Alba tan feliz como es ahora, y tengo que darte las gracias a ti.

- No por favor.

- He visto a Alba destrozada muchas veces, Natalia. Cuando su madre nos dejó, cuando aquel imbécil le rompió el corazón... incluso cuando renunció a su futuro. Y para un padre, ver eso es muy duro, supongo que tus padres también te lo han dicho siempre. La felicidad de un hijo es lo más importante... y tú la haces feliz, así que te estoy muy agradecido.

¿Me das fuego? // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora