El castaño lloraba con el corazón roto, demacrado, ¿Cómo no iba a estarlo? La niña de quien llevaba enamorado desde que tenía memoria estaba ahí, en una tumba, muerta
Puso unas rosas rojas encima de la tumba, flores que el mismo había plantado y planeaba dárselas en un futuro cercano, pero ya no era posible
– S-Soy tus fav-favoritas, ¿N-No? –Lloriqueó el regordete
Una joven afroamericana se acercó a él para darle el pésame
– Era una gran chica –
– Si era así, ¿Por qué nunca le defendiste? –Dijo aún lagrimeando– Quizás si alguien de las niñas la hubiese ayudado ella no...–Bajó su cabeza y volvió a romper en llanto
– Yo...–Iba a justificarse, pero no pudo, tenía razón. Vio la lápida sin creer que su compañera estaba muerta
– Se no vas a decir nada, preferiría estar solo –Dijo con dificultad gracias a la mocosidad. Nicole se marchó dejando al castaño nuevamente solo
Se sentó cerca de la tumba
– No te preocupes Bebé, siempre estaré aquí para ti –