Especiales #3 y #4

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Era el aniversario de un año de relación de Sehun y Luhan. Relación de roomies o de conocerse o de empezar a salir o de ser novios, la verdad es que ya no se acordaba de las fechas exactas, pero festejaban sólo un día porque pues Sehun no era exactamente la persona más brillante del mundo y ya era mucho el acordarse de su número de teléfono, mentira a veces hasta eso se le olvidaba.

Pero Luhan lo amaba exactamente como era y no le importaba que Sehun le enviase mensajes de feliz cumpleaños repentinos por si alguno coincidía con el día.


Se despertó temprano, Sehun ya se había ido al trabajo pero regresaría temprano, agradecimientos especiales a Suho por darle medio día libre para pasarlo con su novio, limpió un poco su departamento y se dispuso a preparar comida para ese día especial, incluso horneó un pastel, que por cierto era de caja, de esos que solo mezclas y metes al horno, pero estaba bien, a Sehun no le molestaría es decir él hacía ramen crudo y tostado con miel como desayuno cuando le tocaba cocinar así que Luhan no creyó que un pastel de caja fuera algo de que preocuparse.

Al terminar los deberes notó que aún faltaban un par de horas antes de que el más joven llegara así que preparó un baño con sales aromáticas, se consentiría un rato mientras esperaba, incluso se puso una mascarilla y usó sus mejores productos capilares para tener su piel y cabello más suaves, las cosas que hacía para lucir lindo para su novio, puso algo de música relajante y entró a la bañera.

Salió cuando sintió el agua lo suficientemente fría como para resultarle incómoda y se dirigió a la habitación que ambos compartían para ponerse la ropa que había escogido especialmente para ese día, la misma camisa que vestía cuando le propuso ser novios formalmente y esos pantalones ajustados que sabía que volvían loco al otro, se perfumo y se peinó, tomó la caja que escondió desde hacía días y fue a esperar a Sehun.


El más alto llegó después de unos minutos de espera, con el cabello ligeramente revuelto señal de que condujo con la ventana abierta, el saco en las manos igual que el portafolio y la camisa arremangada, como adoraba Luhan verlo así, no se lo diría a Sehun pero le parecía sumamente sexy esa estilo de traje formal pero desarreglado.

-Estoy de vuelta- se anunció Sehun mientras cerraba la puerta.

-Hola amor- dijo Lu con una sonrisa mirando la reacción de su novio a su apariencia.

-Wow, te ves increíble, digo tu siempre te ves hermoso pero hoy te pasaste- lo alagó.

-Ay no digas eso- dijo con fingida vergüenza, claro que sabía lo que provocaba en el otro.

-Es enserio- dirigió su mirada detrás de Luhan- vaya preparaste todo esto sólo.

-Obvio, es nuestro día- se acercó a él y le quitó las cosas de las manos las cuales puso en la mesa de la entrada antes de empujarlo suavemente para sentarse a la mesa donde la comida estaba servida.

-Tú si sabes cómo consentirme- dijo antes deque ambos empezaran a comer.

Hablaban de todo y nada a la vez, desde recordando el tiempo que llevaban juntos, el día que se conocieron, sus trabajos, sus amigos, los programas de televisión que les gustaban. Sehun comía todo sonriendo como un niño pequeño y Luhan adoraba verlo tan feliz, tal vez algún día aprendería a hacer pasteles de verdad, el otro se los merecía.

Cuando terminaron se sentaron en el sofá juntos y el más alto notó la pequeña caja rosa en la mesita de enfrente.

-¿Qué es eso?- señaló la caja.

Mi ¿adorable? gatito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora