Debo decir que nunca creí que estos dos tuvieran una conexión.
Aunque, irónicamente, yo tampoco creí tener una conexión con estos locos.
Sí, locos, porque estaban pirados muy en serio.
Pero me caían bien,o era mi suerte que lograba hacer que no me mataran.
Honestamente, cuando escuchamos el ruido, fuimos súper emocionados, porque éramos un grupo, íbamos a salir como fuera, aunque hubiera que pelear...y fue demasiado fácil.
Tan fácil que dio pena.Estábamos viendo al T.V.I.C.N.C.D.R coger riñones y guardándoselos en una bolsa.
Pensé que estaría comiendo.Se estaría preparando el desayuno, calculé, porque si llegué por la noche, ahora sería del madrugada, aunque dudaba que hubiera pasado tanto tiempo.
O igual simplemente el tío tenía un horario distinto de comidas.
Comiendo riñones, lo veía lógico (dentro de la lógica que tenía comérselos, claro).El flipado del "Bzzz Bzz" me saludó y vi como le prestaba su hacha al T.V.I.C.N.C.D.R para conseguir riñones más fácilmente.
Que bonita es la amistad.
Jeff sonrió y me dijo con obviedad:
–¿Ves? Te dije que Jack era el único lo suficientemente pirado para comerse los riñones...¿Que hacéis vosotros por aquí? –El flipado del "Bzzz, Bzzz" señaló al T.V.I.C.N.C.D.R y ya.
Sí bien recuerdo, su nombre de asesino era Eyeless Jack. Me lo dijo cuando nos conocimos.
Eyeless... Ojos-sin? ¿No tenía ojos?
–¿Por qué lleváis algunos de vosotros una máscara?–pregunté curiosa–¿Por qué os tapais la cara?
–Para no llamar la atención–dijo entonces el flipado del Bzz Bzz. –Además, hay necesidad de hacerlo excepto para comer.
–Vale... ¿Tú nombre?
–... Yo... Toby... –dijo mirándome.
–Ticcy Toby realmente–dijo Eyeless Jack, voy a llamarlo por su nombre supongo... nah, dijo el T.V.I.C.N.C.D.R.
–¿Por qué en inglés...?–pregunté al aire.
–Suena mejor—me dijo Toby, o Ticcy Toby simplemente.
–¿y a ti cómo te gusta que te llamen? –le pregunté ladeando la cabeza.
Él me miró a través de esas gafas anaranjadas, y pude distinguir en sus ojos un brillo de apreciación al haber considerado su opinión.
–Nadie me ha preguntado eso... –dijo pensativo–supongo que prefiero Ticcy Toby...porque Toby no representa quien soy ahora... –Adam sonrió y entendió al instante. Era lo que yo le había dicho.
Y me dio un pinchazo en el brazo derecho.
–¿Pero por qué habéis venido aquí?Que yo sepa Slendii me tenía aquí para que no rondará más por su bosque...a la tercera vez me pilló y nadie vino aquí ni a visitarme–comentó Adam.Eyeless Jack (pereza de repetir sus siglas y si quiero saber por qué se llama sin-ojos tendré que empezar a respetarlo) se rió:
–¿Visitarte?¿Para qué? ¿Para un duelo a muerte? Ticcy y yo somos muy pacíficos, gracias... –y luego me reí yo:
–Dijo que es pacífico el que sacó una navaja con intención de matarme... y él que participó con su hacha...
–Tenía hambre–replicó Jack
–Tengo una vida–le re-repliqué yo. No contestó nada.
–Eso no responde el por qué estáis aquí–dijo Adam, algo enfadado de que hubiese sido ignorado,pero, es que cuando estoy yo, eso de ser ignorado para prestarme atención a mí, se vuelve normal.
Vale, es mentira, pero dejadme, necesito echarme flores para sentirme importante o sentirme normal, si me lo empiezo a creer yo lograré que se lo crean ellos...pf, perdona, se me había olvidado que no habíamos llegado a esa parte, seguiré relatando...
–Porque Slenderman últimamente está vigilando a la humana esta todo el tiempo...
–Tengo un nombre–replique INdignada al imbécil sin-ojos.
–No me importa–contestó Eyeless. Yo bufé pero de pronto noté un tentáculo cogido a mi pie.
Esta vez, reaccioné rápido.
Grité mientras enrolla a una mano a mi pelo convirtiéndolo en una hacha y corté aquel tentáculo negro,el cual empezó a sangrar.
Y luego vi al jirafon anoréxico blanco bajar lentamente, delante de mí.
–¿Alguna idea para saber si esta enfadado o no? –dije, porque el tío tampoco tenía cejas.
Pero lo que me dijo Adam no lo escuché, ya que mi atención de pronto se centró en una voz con eco...
Pero no quería hacerlo delante de mis padres
Intenté llamar a un policía, pero de pronto noté como un tentáculo le atravesó el cuerpo.
Y noté como una pequeña niebla aparecía en mis ojos.Me picaban,e intentado rascarlos, caí de rodillas tapándome los ojos y cerrándolos, y si que me sentí agobiada.
La gente se volvió mirándome, algo extrañados.
Fue lo último que vi, después,
no podía ver.
Era lo que más miedo me daba.
Solo ver oscuridad, no ver nada...
Escuché un grito y luego, entreabrí mis ojos y divisé a una chica que se alejaba en la osuciridad portando una guadaña llena de sangre. No pude advertir más detalles, estaba demasiado lejos y mis ojos picaban.
Grité y empecé a llorar, me sentía indefensa y sola.
Pero de pronto,noté una mano en mi cabeza e intenté abrir los ojos, pero no lo conseguí.
Noté como la persona que había puesto una mano en mi cabeza me abrazaba y yo... seguía llorando aún más fuerte porque estaba asustada, sumando que estaba aún más aterrada porque un desconocido me estaba abrazando en medio de la oscuridad.
Luego, oí cómo me susurró algo cerca del oído:
–Hazle caso a Slenderman en todo lo que te diga, si no quieres que te quite los ojos... y cambie tus recuerdos para que pienses que los perdiste por alguna razón distinta ...a mí me tiene engañado...–oyendo esa voz logré abrir lentamente mis ojos y por un segundo divisé a un chico de pelo negro, con unos hermosos ojos marrones oscuros.
Luego parpadée y ví a Adam y Ben delante de mí.
Me tiré encima de Adam inexplicablemente cansada.
Y luego volví a gritar.
Y como ya mencioné antes,me volví a quedar afónica.
Slenderman, seguía ahí, de pie, con un...¿tentáculo nuevo?
–No me fastidies tío, ¿te regeneras? –éste asintió.
Luego me señaló y me hizo el signo de que me acercara.
–No te acerques–dijo Adam cogiendo me firmemente del brazo derecho, que ya me habían dado muchisimos pinchazos.
–¿Adónde piensas llevarla Slender? –le preguntó Ben ladeando la cabeza.Se oyó un eco:
Con Bloody Painter, quiero una muerte creativa...
–¡Jo! ¡Él es tu favorito! ¡Siempre lo eliges!–se quejó Ben
Último aviso para darme a la niña... ahora que sabe tantas cosas y al darme cuenta de que es peligrosa, debo deshacerme de ella...
–Que majo eres, jirafón–todos me miraron como si hubiera nombrado a Voldemort.
Pero recordé la voz de la neblina "Hazle caso si no quieres que te cambie los recuerdos"...
Era una locura, pero le dije a Adam:
–Suéltame. Sé lo que hago–la verdad era que no, no tenía ni una más mínima idea de quien era Bloody Paijjnter, pero meh, otro loco que me intentaría matar.
¿Qué más podía perder aparte de la vida?
Adam me soltó sin oponerse, aunque no parecía de acuerdo con haberme soltado.
Me di cuenta de que Ticcy me miraba curioso, y adiviné que debajo de su... ¿bozal? estaría sonriendo.
–¡Os quiero!¡Menos a ti sin-ojos!–pero de pronto miré hacia dónde estaba el sin-ojos y me di cuenta de que estaba... muerto.Tenia la máscara descolocada y estaba inmóvil, con un tajo en la máscara.
Eso era lo extraño.
Su máscara dejaba ver que su cara estaba sin cortes, igual que su cuerpo, solo había un corte en la máscara.
De pronto empezó a discurrir sangre de mi brazo derecho, y todos me miraron.
¿Qué narices estaba estaba pasando?
De todas formas, ya no importaba.Cogí un tentáculo del sin cara y éste me mandó a la pared de un coletazo (por un momento me sentí como con el cartel de Ben, solo que multiplicado por 100) y le pillé que había que cogerle la mano, no el tentáculo.
Perdón!
Fallo mío.Luego el tipo voló hacia arriba.
Literal, levitó y de pronto nos teletransportamos a una casa.
–Oye... ¿tú caminas amigo?–le pregunté a él jirafón Slenderéxico blanco.
Ni sé si sintió pena, alegría o molestia.
Solo sé que me miró y me ignoró.
Gran respuesta.Lo único que si sé fue lo que yo sentí.
Tristeza.
Me había caído bien el sin-ojos.
¿Por qué había muerto?
Algunas lágrimas traicioneras cayeron por mis ojos, pero me las limpié rápido.Y recordé al chico de la neblina:
"Hazle caso si no quieres que te quite los ojos y que te cambie los recuerdos."
...>Créditos al respectivo/a autor/a de la imagen
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Café Blanco
FanfictionMi brazo. Estaba totalmente manchado de tinta. Pero no eran solo manchas. Esas manchas constituían nombres. Era la evidencia, era la prueba de que mi verdad era como siempre, un juego. Café blanco. ¿Cuántos golpes puede soportar una taza sin rom...