Esa noche un niño de cuatro años cabellos amarillos y ojos azules se encontraba escapando, si así se le llamaría Corría con euforia, con miedo, golpeado y con una herida grabe en su brazo izquierdo, a las afueras de konoha, el pequeño todo a dolorido corrió hasta que su cuerpo no dio mas ya se encontraba lejos tanto como su cuerpo le permitió se recostó de un árbol y se permitió perder el conocimiento.
Un hombre mayor que recogía la zona en busca de maderos vio al pequeño tirado al pie del árbol y lo recogió llevándolo hasta su casa una cueva lejos de las aldeas o pueblos, eran casi las 4 de la tarde cuando el pequeño reacciono, raspando sus ojos para acostumbrarse miro todo con miedo hasta encontrar al hombre no mas de 30 años sentado frente a una fogata, la reacción del niño fue de miedo se coloco hacia una esquina de la cama temblando apretó los puños y dijo.
- por favor, por favor, no me haga daño, solo déjeme ir se lo suplico.
El hombre solo se levantó y le ofreció un pescado cosido y le soltó una sonrisa, el niño tímido comió aun con temor pero mas calmado.
- como te llamas pequeño?
- eto, yo, Naruto señor.
- que nombre yo me llamo Madara, un placer naruto como estas?
- mejor, mucho mejor gracias.
así pasaron ocho años naruto entreno con madara, que le enseñó tanto de historia y artes ninja, lo enceño a realizar cellos, y descubrieron que naruto tenia las cuatro afinidades era muy bueno en medicina todo un experto casi tan bueno como Tsunade seju pero había algo muy, muy quebrado dentro de el, solo sonreía para su padre así llamaba a Madara, no era gran conversador, prefería leer o jugar shoji, y eso preocupaba a Madará ya que solo tenia pocos días de vida, y no sabia como vivirá el joven naruto luego de eso, ya había escapado a la muerte dos veces y dudaba que pudiera hacerlo una vez mas.
Madara se encontraba mirando de lejos a un naruto ya de doce años peleando contra cuarenta clones de el mismo, naruto era alto para su edad, tenia un cuerpo tonificado, cabellos largos atados en una cola alta y alborotada, ojos azul opaco casi sin mucho brillo, bestia un pantalón ANBU negro, sandalias ninja y camiseta de malla, Madara miraba a un hijo adoptivo pensando bien en como decirle que estaba por morir.
- Naruto! Ven aquí un momento.
El chico detuvo su entrenamiento y camino con calma hasta Madara que lo esperaba en una roca sentado, tomo asiento junto a en y comenzaron a hablar.- hijo tengo algo que debes saber, me quedan pocos días contigo, me iré lejos y debo darte unos regalos importantes.
- pero, me abandonarás tu también, donde te iras?, por que no me llevas contigo?.
- No Naruto!, morire no puedo llevarte a la muerte conmigo, ya he escapado de ella en ocasiones esta vez no podre huir de ella!.
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Un giro al destino.
Actiones una versión propia de una historia diferente, aquí Minato y Kushina no mueren no pasa la masacre uchiha esperó les guste. y mi versión de naruto es un poco difícil il de tratar