𝔗𝔥𝔢 𝔔𝔲𝔢𝔢𝔫 𝔒𝔣 𝔗𝔥𝔢 ℭ𝔬𝔲𝔯𝔱 [ℌ𝔞𝔦𝔨𝔶𝔲𝔲 𝔵 𝔏𝔢𝔠𝔱𝔬𝔯𝔞]

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-Si ves a Tobio, ¿Que harás? -pregunto por décima vez Tooru.

-Caminar a lado contrario. -rodé los ojos divertida.

-¿Porque no la dejas tranquila? Es más inteligente que tu así que sabrá que hacer. - me apoyo Iwa-Chan.

-¿Lo vez? Iwa-Chan si confia en mi. Tranquilo Tooru no pasará nada. -dije revolviendo su cabello.

Tooru asintió con una sonrisa mientras caminábamos hacia el Karasuno el cual quedaba algo lejos pero podíamos ir caminando. Cuando llegamos ellos se alejaron un poco ya que no querían llamar la atención, me despedí con la mano y entre por las enormes puertas respirando profundamente con una sonrisa.

Ahora que recuerdo Tooru me había dicho que mi clase sería la 1-3 así que camine directamente a ella. Cuando llegue busque un lugar apropiado y me senté revisando algunos mensajes que Tooru me había enviado.

-¡Japón! -

-¡Hinata boke! ¿¡Es necesario gritar!? -

Mire a la puerta y pude ver dos chicos, uno más bajo de cabello naranja desordenado y ojos marrones y por otro lado se encontraba el kouhai de mi hermano, Kageyama Tobio el cual tenía cabello negro y ojos azules.

Ambos chicos notaron mi mirada sobre ellos así que se acercaron.

-D-Disculpa, eres Oikawa... -hizo una pausa.

-___. -complete -¿Como saben mi nombre?

-Vimos tu Partido contra Corea, ¿Como puedes jugar para la liga masculina? -preguntó el de menor estatura.

-Son cosas que mi hermano arregla. -dije sin más, mire a Kageyama -Un gusto por fin conocerte Kageyama.

El nombrado abrio los ojos sorprendido.

-¿Como sabes mi nombre? -pregunto.

-Digamos que mi hermano menciona a su kouhai seguido. -sonreí.

(...)

–Disculpe... –abrí la puerta –¿Iremos ahora?

–Oh es cierto señorita Oikawa, vamos. –dijo el subdirector caminando hacia mí dirección.

El camino fue silencioso y algo incómodo, caminamos por todos los pasillos de la escuela hasta llegar a la puerta del gimnasio en el cual se podía escuchar pelotas rebotando y sonidos de zapatillas.

El subdirector abrió la puerta.

–Sawamura, venga un momento. –

Segundos después un chico alto, piel bronceada, ojos café y cabello negro corto salió del gimnasio abriendo sus ojos por la sorpresa al verme, se notaba que era de tercer año.

El director le explicó algunas cosas de mi y cuando finalizó mi Senpai me miró y sonrió, pasamos al interior del gimnasio.

–¡Todos acerquense! –grito.