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Pasaron los meses y Halloween llegó, los estudiantes disfrutaban de la comida que los elfos domésticos habían preparado especialmente para esa fecha.

Floté por todas las mesas, hasta que llegué a la mesa de Gryffindor, unas niñas de primer año hablaban de que una tal Hermione estaba llorando en un baño en las mazmorras. Ese no era un lugar seguro para una Gryffindor, las mazmorras eran como el territorio de los Slytherin. Salí del gran comedor para ir a buscarla.

Vi al profesor Quirrell correr con desesperación hacia el gran comedor, lo ignoré y floté hacia donde Hermione se encontraba.

Al llegar, pude escuchar llantos en uno de los cubículos del baño. Me asomé y Hermione dio un brinco en su lugar.

—O-odio que hagan esto —dijo entre lágrimas.

—¿Te molestaron, linda? —pregunté. Ella asintió—. Son unos idiotas, no les hagas caso, vales más que ellos. Ven, salgamos de acá antes de que algún profesor note tu ausencia en el Gran comedor.

Ella asintió y se limpio las lágrimas mientras salía del cubículo. Pero para nuestra sorpresa, pude ver a un enorme trol de montaña. Abrí mi boca del asombro, éste estaba quieto, no se movía. Iba a decirle a Hermione que saliera en forma silenciosa para que no lo asustara, pero ella soltó un grito y volvió a esconderse en cubículo.

—¡Buscaré ayuda! —le grité—. ¡Ahora vuelvo!

Floté lo más rápido que pude en busca de algún profesor, para mi sorpresa, me encontré con la mayoría de ellos en las mazmorras.

—¡Profesores! —exclamé al verlos—. ¡Hay un trol en baño! ¡Una alumna se encuentra atrapa ahí!

Todos comenzaron a correr hacia el baño, yo floté detrás de ellos. Al llegar, vimos al trol tirado en el suelo inconsciente, y a su lado se encontraban Harry Potter y el hermano menor de los gemelos Weasley. Hermione estaba parada frente a ellos mirando horrorizada al trol.

Después de que la profesora McGonagall gritase algunas cosas, los tres niños volvieron a su sala común.

—Gracias por avisarnos, Lestrange —dijo la profesora. Yo asentí y salí flotando del lugar.

Desde ese día, los tres niños se hicieron grandes amigos.

Los meses pasaron volando, y ya era hora de que los estudiantes se fueran de la escuela. Después de todo el escándalo que se armó por la piedra filosofal.

Vi cómo los niños se iban en el tren, sonreí nostálgica, solo había podido ir en ese tren unas pocas veces. El recuerdo de la emoción de cada año llegó a mi mente, sentí ganas de llorar, pero yo no hacía eso, ese era el trabajo de Myrtle, y sabía que si ella se llegaba a enterar que había llorado, se pondría a llorar por pensar que le robaria el apodo de "La Llorona".

Floté por los pasillos de Hogwarts, asegurándome de que no se quedase ni un estudiante. Me sentí satisfecha al no encontrar a nadie, pero pronto oí unos murmullos cerca, me acerqué y encontré a un niño rubio platinado, era Draco Malfoy.

—¿Qué haces aquí? El tren ya está por irse.

Él me miró y suspiró.

—Mi padre me matará cuando me vea, se enojará conmigo por no haber ganado la Copa de las Casas —dijo.

—La Copa no define cuál casa es mejor, todos sabemos que Slytherin lo es —dije haciendo que sacara una sonrisa—. Ven, te acompaño al tren.

Floté junto a él hacia el tren, me despedí de él y volví a flotar hacia el castillo.

Otro año se había ido.
Y desde ya, los que vivíamos en el castillo debíamos de prepararnos para el próximo año.

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Este capítulo fue corto, ya que de una vez quería comenzar a escribir sobre LCdS, xd

Espero que les haya gustado, uwu

GHOST ━ draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora